Steve Cropper, histórico guitarrista de Booker T. & the MG’s y uno de los arquitectos del soul de Memphis, ha fallecido este miércoles a los 84 años en Nashville. La noticia fue adelantada por Variety y confirmada por su hijo, Cameron Cropper. Su nombre queda asociado a un modo de tocar –seco, preciso, ajeno a virtuosismos innecesarios– que ayudó a definir una corriente del soul que aún hoy se reconoce al primer compás.

PUBLICIDAD

Cropper fue guitarrista, productor y compositor decisivo en el desarrollo de Stax Records, el sello que impulsó una identidad musical opuesta a la pulcritud de Motown. Mientras Detroit apostaba por el brillo, los arreglos de cuerda y la elegancia pop, Stax articuló un sonido más crudo, nacido en un estudio instalado en un viejo cine del barrio de Soulsville, en Memphis. Allí, blancos y negros grababan juntos en plena segregación, con Booker T. & the MG’s como núcleo creativo y sección rítmica residente. De esa convivencia surgió un lenguaje propio: bases concisas, riffs repetidos, silencios y una producción espartana. Cropper fue una pieza central de esa economía del groove sin adornos ni notas gratuitas.

El soul interracial de Stax

Ese enfoque se escucha en Green Onions, con su órgano serpenteante y la guitarra afilada de Cropper; en Soul Man, donde su entrada punzante sostiene la llamada enérgica de Sam & Dave; y en quizá la más conocida de todas Sittin’ On The Dock of the Bay, donde sus acordes caen con la quietud de una respiración contenida. También en composiciones firmadas junto a Otis Redding, Wilson Pickett o Eddie Floyd. Eran canciones construidas desde el ritmo, repetidas hasta el trance, sin artificio. La influencia se percibe hoy en el funk, el rock sureño y en los cimientos del hip-hop, que ha sampleado Stax hasta convertirlo en una biblioteca rítmica permanente.

Booker T. & the MG’s no fueron solo banda de estudio: grabaron, giraron y más tarde regresaron en diversas etapas entre los 70 y los 90, acompañando a Bob Dylan, Neil Young o John Fogerty, entre otros. En 1996, tal y como señala el New York Times en su obituario, la revista Mojo lo situó como el segundo mejor guitarrista de todos los tiempos, solo por detrás de Jimi Hendrix. Su estilo, ajeno a la exhibición, hacía que las canciones respiraran. Como él decía, tocaba lo necesario y nada más.

El Coronel de los Blues Brothers

Tras abandonar Stax en 1970, Cropper mantuvo una carrera prolífica como músico de sesión y productor. Su popularidad se multiplicó en los años 70 y 80 con The Blues Brothers, el proyecto musical de John Belushi y Dan Aykroyd. Allí encontró un escaparate masivo y una nueva generación de oyentes. Participó en discos, giras y películas –incluida la secuela de 1998– y adoptó en pantalla el apodo con el que ya lo conocían sus compañeros: El Coronel

Nacido en 1941 en Missouri y trasladado a Memphis a los nueve años, a los 14 compró su primera guitarra por correo. Con Donald “Duck” Dunn logró un primer éxito con Last Night en 1961. Poco después, en una jam de estudio nació casi por accidente Green Onions.

En 2005 fue incorporado al Songwriters Hall of Fame. En sus últimos años siguió grabando, tocando en directo y colaborando con artistas de generaciones distintas. Su trayectoria reapareció con detalle en documentales y series dedicadas al legado de Memphis, y su figura se mantuvo como referencia para guitarristas que buscaban menos velocidad y más sentido del espacio.

PUBLICIDAD