La crónica del siglo XX no se puede escribirse sin Alfonso. La firma de fotografía que en 1918 abrió en la calle Fuencarral de Madrid un estudio que llegó a contar con veinte trabajadores que proveían fotos a todos los medios de Madrid. Esa agencia de fotografía era de Alfonso Sánchez García y todas las fotos del estudio salían con la firma de Alfonso. Pero en el estudio pronto empezó a destacar un fotógrafo, otro Alfonso, su hijo, Alfonso Sánchez Portela. 

“Su padre, Alfonso, fue un buen fotógrafo industrial, pero el más atrevido, el que más innovó fue el hijo. Del estudio, él era el más hábil para llegar a los sitios, fue el primero en hacer un tipo de fotografía cada vez más simple, más directa, más personal. Era muy vivo a la hora de moverse y en cuanto a la técnica supo aprovechar las fotografías con placas que permitían unos desenfoques muy bellos”, explica el fotógrafo Chema Conesa.

Conesa es el comisario de la muestra sobre Alfonso que acoge la galería La Fábrica de Madrid desde el 27 de noviembre hasta febrero. La exposición es la primera que se hace sobre el fotógrafo en una galería y en ella se puede apreciar su gran aportación de llevar la fotografía a la calle. La muestra expone 23 imágenes del gigantesco archivo de Alfonso que posee el Estado. La selección se hace ajustándose a estos aspectos de Alfonso que le convierten una figura clave de la fotografía española. 

“Hemos obviado la parte de la guerra de Marruecos [uno de sus primeros trabajos destacados fue su cobertura del conflicto] y nos hemos centrado más en las imágenes que tienen que ver con la cotidianeidad de Madrid, con los personajes, incluso con los retratos que luego hizo a personajes de la literatura y del mundo de la época”, explica el comisario.

Durante la República y la Guerra Civil, hizo las veces de fotógrafo oficioso de la República. Cuando termina la guerra, quedó apartado del periodismo, pese a que terminó consiguiendo de nuevo su carnet de prensa. “Ya no volvió nunca más a hacer fotoperiodismo; ya se había centrado en hacer cosas más estéticas fotografiando a la gente en su estudio”. Pese a su condición de republicano, por su estudio pasaron las altas esferas del régimen de Franco, en especial los grandes nombres del ejército”, explica Conesa.