Es medianoche del 26 de agosto, han pasado diez horas desde que ha trascendido la muerte de Manuel de la Calva, y Pedro Sánchez todavía no ha tuiteado sus condolencias. El lunes, el presidente del Gobierno tardó minutos en reaccionar a la tristísima muerte de la actriz Verónica Echegui. También se acordó del teniente coronel pionero en salir del armario, José María Sánchez Silva. Pero a lo largo del martes no ha encontrado un rato para lamentar la desaparición de quien, junto a Ramón Arcusa, puso la primera piedra del pop español. Al menos el ministro de Cultura le ha dedicado una historia en su cuenta de Instagram.
Hagamos memoria. Cultura con memoria, que diría Urtasun. El presidente y buena parte de la sociedad española parecen necesitarlo. Con el Dúo Dinámico empezó casi todo. Provocaron el primer fenómeno fan. Fueron los primeros en hacer merchandising, en diseñarse un logo, en gastarse dinero en buenas fotos en color para discos y promoción. "Nadie hasta entonces había triunfado grabando ese tipo de música en España", explica en conversación con El Independiente el periodista musical José Ramón Pardo, uno de los mayores conocedores de la carrera de Manolo y Ramón, que incluso ha editado varios discos antológicos del dúo en su sello independiente, Ramalama. "Cuando lanzan su primer álbum en 1959 empezaba a sonar la canción italiana, pero lo que seguía mandando aquí era la copla". El éxito más diferente hasta la fecha lo había servido un año antes José Luis y su guitarra con "Mariquilla", un tema de resonancias latinoamericanas que, no obstante, se integraba sin estridencias en el canon español.
Como tantos pioneros, "como Elvis", dice Pardo, Manolo y Ramón inventaron algo nuevo recombinando elementos preexistentes. Al principio versionan algún éxito italiano, pero beben sobre todo de la música estadounidense. La fórmula tendrá un poco rock and roll, un poco de duduá, el swing de inspiración jazzística y, por supuesto, las armonías vocales que triunfaban en los charts anglosajones. Cuando se reconocieron silbando en la sala de delineantes de la fábrica Elizalde, Manolo ya había hecho sus pinitos cantando en el Club Hondo de Barcelona, acompañando incluso al gran pianista Tete Montoliú.
Algo nuevo
Pardo recuerda que los descubrió con su versión de "Recordándote", un tema que habían popularizado Los Cinco Latinos. Y le sorprendió que, con solo dos voces, aquellos chavales estaban a la altura de lo que el conjunto de Estela Raval había logrado con su coro de cuatro. "Ahí ya te dabas cuenta de que tenían cierto talento. Pero lo importante es que en 1960 ya están inventándose sus propias canciones y crean una forma de componer y de cantar ese tipo de música en nuestro idioma. Con dos voces, una guitarra y poco más. Porque eso es lo que manda en las canciones del Dúo Dinámico, por más músicos que haya". Y siempre con Manolo haciendo la primera voz… salvo en una ocasión: cuando versionaron el "Hello Mary Lou" de Ricky Nelson. Ahí probaron a poner la de Ramón por delante. Una y no más: sabían que el sonido dinámico se basaba en la primacía de la voz de Manolo.
En la composición, sin embargo, siempre tanto monta. "En todas sus canciones tienen mucho que ver los dos. Hay unas que son más de Manolo, otras que son más de Ramón, y se nota escuchando las que han hecho por separado. 'Soy un truhan, soy un señor', que es de Ramón, es muy distinta que la famosa 'Resistiré' que Manuel escribe con Carlos Toro. Pero toda su obra la firman y la cantan juntos".
Éxitos para otros
El Dúo Dinámico acuñó un modelo que siguieron todos los grupos del movimiento musical que surgió en Madrid, Barcelona y Valencia a comienzos de los 60, de Los Estudiantes a Los Pekenikes. "Ellos marcaron el camino, descubrieron lo que se podía hacer cantando en español en ese estilo", rememora Pardo. Pero a partir del 63, los nuevos cuartetos y quintetos comenzaron a seguir el modelo de Los Beatles. Poco después, Arcusa y De la Calva dejan de llamarse Dúo Dinámico, durante un par de años graban y publican como Manolo y Ramón. Es la época en la que escriben y graban el "La, la, la", "una versión suya que la gente casi desconoce". Descubren que pueden hacer canciones para otros. "Es muy difícil que un artista tenga éxito propio y que además haga éxitos para los demás. Nuestros superartistas tradicionalmente no han sido capaces de hacer una buena canción para otro, pero ellos sí, y algunas de las mejores".
Tras la disolución del conjunto, oficializada en el 73, Manuel de la Calva se convierte en director artístico de Columbia, el mismo sello que descubrió y grabó los primeros éxitos de Julio Iglesias. Julio será una figura clave para ambos, sobre todo para Ramón Arcusa, que se lio la manta a la cabeza y se atrevió a acompañar al cantante en su aventura americana. El resto es historia. Arcusa se mudó a Miami y fue testigo y partícipe de la irresistible ascensión mundial de Julio. Será su productor hasta 1995.
"Yo sé a ciencia cierta que Julio le ofreció lo mismo a Manolo", apunta José Ramón Pardo, "pero Manolo, a diferencia de Ramón, ya tenía hijos y prefirió quedarse en España. Nadie podía pensar entonces que Julio iba a llegar tan lejos y que Ramón iba a ser tan importante en su carrera, pero en los primeros tiempos los dos estuvieron con él".
Julio les prestó su banda española en su regreso a los escenarios, que vino motivado por dos circunstancias un tanto azarosas. Cuando en 1978 el editor Antonio Asensio les hizo una oferta que no pudieron rechazar para actuar en la fiesta de lanzamiento de El Periódico. Y cuando en 1980 EMI lanzó 20 Éxitos de Oro, un recopilatorio que vendió medio millón de copias. "Entonces se dan cuenta de que podían tener una segunda carrera juntos". Y Ramón en Miami trabajando con Julio y Manolo en Madrid produciendo y escribiendo para otros se seguirán encontrando para grabar –En forma, Con zapatos nuevos, Tal cual, P'alante– y sobre todo actuar. Se subieron al escenario juntos hasta 2022. "Llegaban a las actuaciones cada uno en su coche, a ser posible con su familia, charlaban, cantaban y cada uno se volvía a su casa".
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