La temporada de gripe 2025-2026 ha comenzado con una intensidad sorprendente en Europa, adelantándose varias semanas a lo habitual, lo que ha encendido las alarmas en las autoridades sanitarias. La responsable de este adelanto inusual es la aparición de una nueva subvariante del virus A(H3N2), conocida como gripe K. Este virus, identificado por primera vez el invierno pasado, ha logrado expandirse rápidamente, desbordando las previsiones de los expertos. A pesar de las características alarmantes de esta variante, los organismos internacionales siguen subrayando la importancia de la vacunación como la medida preventiva más eficaz.
¿Qué es la gripe K?
La variante K es un subtipo del virus A(H3N2), una de las cepas más comunes de la gripe estacional. Esta variante concretamente, se diferencia por una serie de mutaciones en la proteína hemaglutinina, crucial para el reconocimiento del virus por parte del sistema inmune. Estas mutaciones, como T135K y K189R, alteran la estructura del virus, lo que podría permitirle evadir la inmunidad adquirida ya sea por infecciones previas o por la vacuna.
Gracias a estos cambios genéticos, ha ganado más facilidad para transmitirse de una persona a otra, lo que ha contribuido a un aumento acelerado de contagios en comparación con las temporadas anteriores.
Transmisión y propagación de la variante K
Al igual que otras cepas de gripe, la variante K se transmite principalmente a través de las gotículas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Estas gotículas pueden ser inhaladas por personas cercanas, facilitando la propagación del virus en lugares cerrados como oficinas, escuelas y hospitales.
Este año, la gripe ha comenzado a circular mucho antes de lo habitual, lo que ha resultado en un aumento drástico de casos en un corto período de tiempo. Según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la tasa de contagios ha aumentado significativamente en un periodo tres semanas, un fenómeno que ha creado un entorno de incertidumbre sobre el impacto que tendrá la enfermedad durante el invierno.
Síntomas
Los síntomas de la variante K de la gripe son en su mayoría similares a los de cualquier otro tipo de gripe A(H3N2). Los más comunes incluyen fiebre alta (por encima de los 38 grados), tos, dolores musculares, fatiga y malestar general. Sin embargo, esta variante parece estar asociada a una mayor frecuencia de fiebre elevada, lo que puede ser un signo distintivo.
Aunque los síntomas son típicos de una gripe estacional, en algunos casos la fiebre es más alta y se presentan síntomas adicionales como dolores articulares, dolor de garganta y congestión nasal.
¿Por qué la vacuna es tan importante?
Una de las características más preocupantes de la variante K es su resistencia parcial a la vacuna de la temporada 2025-2026. Esto se debe a que la vacuna se diseñó antes de que la variante K se convirtiera en predominante, lo que ha provocado un desajuste antigénico. Como resultado, la protección frente a esta variante es algo menor que la ofrecida por la vacuna contra cepas anteriores.
No obstante, a pesar de la menor eficacia para prevenir contagios, la vacuna sigue siendo crucial para reducir el riesgo de complicaciones graves, como la hospitalización o la muerte. Las autoridades sanitarias, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), insiste en que, aunque la protección contra la infección no sea total, la vacunación continúa siendo la medida más efectiva para evitar cuadros graves de la enfermedad, sobre todo en personas vulnerables como los ancianos, niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Medidas preventivas:
Aparte de la vacunación, los expertos insisten en la importancia de adoptar medidas preventivas adicionales para evitar la propagación del virus. El uso de mascarillas en lugares cerrados, especialmente en entornos de alto riesgo como hospitales o centros educativos, es fundamental para limitar la transmisión del virus.
Cuando se experimentan síntomas gripales, se recomienda quedarse en casa y evitar asistir a lugares concurridos para no propagar la enfermedad. Los fármacos de venta libre, como el paracetamol, pueden ser útiles para aliviar los síntomas, como el dolor y la fiebre.
El impacto de la gripe K en la temporada 2025-2026
Las autoridades sanitarias se preparan para una temporada de gripe más grave que las anteriores debido al adelantamiento de los contagios y la alta circulación de la variante K. Según los datos del ECDC, si la tasa de vacunación es baja, Europa podría enfrentar una presión adicional sobre sus sistemas de salud, con más hospitalizaciones y complicaciones graves, por lo que los expertos alertan que la cobertura de vacunacción es imprescindible para controlar la situación.
Prevención clave
Si bien la gripe K no representa una amenaza, sí requiere una atención especial debido a su capacidad para escapar parcialmente a la inmunidad previa. Por ello, la combinación de vacunación, medidas preventivas como el uso obligatorio de mascarilla en centros sanitarios y una rápida intervención médica en caso de síntomas se presentan como las mejores estrategias para afrontar la temporada gripal que se avecina.
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