La reciente pérdida de conocimiento de la ministra de Salud de Suecia pone en sobre la mesa un problema de salud que aqueja a millones de personas a lo largo del mundo, la hipoglucemia. Este trastorno aparece cuando el nivel de glucosa en sangre cae por debajo de lo normal y es capaz de provocar diferentes síntomas que pueden ser leves, moderados o severos. Reconocerlos y actuar a tiempo puede evitar complicaciones y poder asegurar una recuperación.

Qué es un bajón de azúcar

Un bajón de azúcar o hipoglucemia se produce cuando la concentración de glucosa en sangre desciende por debajo de los 70 miligramos por decilitro. La glucosa es el principal sustrato energético del cuerpo y del cerebro; por lo cual, a falta de ella, los órganos empiezan a funcionar mal de inmediato. En la diabetes, el bajón de azúcar se debe generalmente a una descompensación entre la cantidad de insulina y la ingesta de alimentos. También se puede dar a raíz de ejercicio físico intenso, consumo excesivo de alcohol, o enfermedades renales y cardíacas. En este contexto, aparecen con frecuencia determinados síntomas.

Síntomas más frecuentes

Los síntomas habituales comienzan con temblores, sudoración excesiva, sensación de mucha hambre, nerviosismo y debilidad general en todo el cuerpo; si la situación no se corrige a tiempo pueden aparecer somnolencia, dificultad para hablar y visión borrosa. En las formas más graves, la persona afectada puede llegar a perder el conocimiento e incluso a tener crisis convulsivas, lo que requiere tratamiento médico urgente. Identificar estas primeras manifestaciones es fundamental para actuar de manera precisa.

Qué hacer ante un bajón de azúcar

Cómo estabilizar a una persona afectada

Primero se deberán dar entre 10-15 gramos de glucosa de absorción rápida. Para conseguirlo se pueden ingerir dos terrones de azúcar, un vaso de zumo de fruta, refrescos azucarados o tres galletas. Después de diez minutos, se han de adoptar un conjunto de estrictas normas para valorar si los síntomas han mejorado, y de no ser así, repetir la ingesta de azúcar. Después del episodio inicial, conviene consumir alimentos ricos en carbohidratos de absorción lenta como el pan o los cereales, para prevenir un nuevo episodio de hipoglucemia.

Cuándo ir a urgencias

Si la persona que está diagnosticada con esta condición pierde la conciencia, no se deberá administrar líquidos ni alimentos por vía oral por el riesgo de que la persona se atragante. En este caso, hay que llamar a urgencias lo más pronto posible para que los profesionales puedan administrar glucosa por vía intravenosa o glucagón si fuera necesario; esta intervención puede evitar complicaciones graves y acelerar la recuperación.

Hábitos que ayudan a prevenir el bajón de azúcar

Uno de los hábitos de conducta que hemos de establecer para conseguir estabilizar la glucosa en sangre es mantener horarios regulares de comida. No es recomendable saltarse comidas, cuidad el cumplimiento de la dieta que el especialista haya pautado y llevar siempre alimentos o caramelos con azúcar para situaciones de emergencia. También es conveniente contar con una tarjeta o pulsera que indique la patología, lo que también sirve para que otra persona pueda ayudar a la persona afectada.

Ejercicio físico y medicación

Hay que realizar ejercicio físico de forma regular respetando las recomendaciones del profesional de salud para poder ajustar la medicación y la ingesta de carbohidratos. También es recomendable disponer en casa o en los lugares de trabajo de una inyección de glucagón si el médico lo aconseja, ya que puede ser un recurso que salve vidas en el caso de que se presenten hipoglucemias severas; es importante mantener el control glucémico mediante revisiones periódicas ya que ayuda a prevenir episodios en el futuro.