En España, solo el 39,3 % de las reanimaciones cardiopulmonares (RCP) tras una parada cardíaca son iniciadas por un testigo, una cifra notablemente inferior a la media europea, del 59,4 %, según el informe "EuReCa", elaborado por el Consejo Europeo de Reanimación con la participación de Fundación MAPFRE.
La tercera edición del estudio, presentada este martes, evaluó 32.033 casos de paradas cardiorrespiratorias extrahospitalarias ocurridas en Europa entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre de 2022. De ellos, 2.343 corresponden a España, lo que equivale al 7,3 % del total analizado.
Por debajo de la media europea
El informe revela que la tasa media europea de paradas cardíacas es de 55,7 por cada 100.000 habitantes, mientras que en España se reduce a 24,8. El coordinador nacional del registro OSHCAR, José Ignacio Ruiz, destacó la gran variabilidad entre países, algunos con cifras que superan los 70 casos por 100.000.
Ruiz atribuyó estas diferencias a los distintos criterios de registro: solo se contabilizan los casos en los que los equipos de emergencia intentan una reanimación, y eso depende de cómo esté organizado el sistema sanitario. En España, al haber médicos en los servicios de emergencia, son ellos quienes deciden si aplicar maniobras de RCP; en cambio, en gran parte de Europa esta labor recae en paramédicos, que suelen intentar la reanimación incluso en casos que en España no se iniciarían.
Según Europa Press, el tiempo medio de llegada de una ambulancia en Europa es de 12,2 minutos, frente a 13,2 minutos en España. Además, uno de cada cuatro pacientes europeos (25 %) recibe atención antes de los ocho minutos, porcentaje que en España desciende al 23,5 %.
Ruiz recordó que estas cifras están muy ligadas a la dispersión geográfica: "Es mucho más sencillo llegar en menos de ocho minutos al centro de Madrid que a un pequeño municipio de Castilla, Andalucía o Cataluña donde no hay ambulancia permanente", señaló el director médico del 061 de La Rioja.
¿Cuál es el promedio europeo?
En promedio, el 31,1 % de los pacientes europeos logra recuperar el pulso tras la parada, aunque solo el 7,5 % sobrevive al alta hospitalaria. En España, los datos son algo mejores: el 34,2 % llega al hospital con pulso espontáneo y el 10,8 % logra sobrevivir hasta el alta.
Según Ruiz, la diferencia entre ambos porcentajes (unos 24 puntos) se explica porque muchas personas fallecen posteriormente por daños neurológicos o fallos orgánicos derivados de la parada, pese a haberse recuperado la función cardíaca.
También recordó que cuando la respuesta médica supera los 15 minutos, las probabilidades de supervivencia se reducen a la mitad, y por cada minuto sin atención, el riesgo de muerte aumenta en un 10%.
La inversión en RCP, clave
Desde el primer informe EuReCa, publicado en 2014, la supervivencia media apenas ha mejorado en Europa, salvo en los países que han invertido en formación en RCP básica para la población.
"Puede parecer poco, pero un curso de soporte vital básico de 4 a 8 horas es suficiente para adquirir los conocimientos esenciales", explicó Ruiz.
El especialista insistió en la importancia de reforzar los primeros eslabones de la cadena de supervivencia: reconocer la parada cardíaca, avisar a los servicios de emergencia, comenzar el masaje cardíaco y solicitar el uso de un desfibrilador.
Por último, Ruiz recordó cómo identificar una posible parada: si una persona no responde y no respira con normalidad, se debe actuar de inmediato, iniciando maniobras de reanimación mientras llega la ayuda sanitaria.
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