El resultado en la caja de las tres haciendas vascas no ha sido el deseado. Ni siquiera han logrado cubrir la última previsión a la baja -y tras una pronunciada reducción- realizada a mediados del año pasado. Las haciendas forales y el Gobierno vasco han vuelto a constatar hoy que la economía mejora pero no al ritmo esperado y que por tanto es hora de tomar medidas. Los 12.950,7 millones de euros recaudados y con los que se deben financiar no sólo el Ejecutivo de Iñigo Urkullu, las diputaciones forales y los 250 ayuntamientos vascos, sino también el Cupo que se abona al Estado, se han quedado a 74 millones de las estimaciones más conservadoras realizadas por las instituciones vascas. Pese a que suponen una mejora del 2,4% frente a lo recaudado el año anterior, el mal comportamiento de tributos clave como el Impuesto de Sociedades, que ha caído un 3%, ha llevado a las autoridades vascas a abrir la puerta a una reconsideración del marco impositivo actual en Euskadi.

Así, tras la celebración esta mañana del Consejo Vasco de Finanzas que ha liquidado el ejercicio 2016, tanto el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, como los tres diputados generales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, máximos responsables de las haciendas forales, han asegurado que se trabaja en el análisis y evaluación de resultados de la última reforma tributaria aprobada por PNV y PSE hace tres años. En ella se revisaban algunas bonificaciones y deducciones a las empresas dentro del Impuesto de Sociedades.

Subidas del 0,5% anuales

La semana pasada el consejero de economía del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ya avanzó que en el País Vasco existía “margen” para una subida de impuestos, en especial en los relativos a las empresas. Llegó incluso a asegurar que podría hacerse de modo moderado con incrementos inferiores al 0,5% anual. Sin embargo, la competencia corresponde a las diputaciones, con las que hoy se ha reunido y que han accedido a revisar la reforma tributaria de 2014. Por ahora prefieren no confirmar que el proceso derive finalmente en una modificación de los impuestos y señalan que eso dependerá de las conclusiones a las que lleguen los técnicos. Los tres territorios vascos han recordado que la revisión responde a la necesidad de asegurar la financiación de las políticas públicas y la necesidad de continuar impulsando el crecimiento de la economía y que cualquier modificación que pueda llevar a cabo se haga de modo “integral” y consensuado entre las tres haciendas.

Por el momento el más reacio a abrir un debate de modo inminente sobre el Impuesto de Sociedades ha sido el diputado general de Vizcaya, Unai Rementeria. Ha recordado que el análisis se debe hacer de modo global sobre todo el mapa tributario y no focalizando las consecuencias de la caída de la recaudación en Euskadi en el comportamiento de un solo tributo como el de Sociedades, “que en el caso de Vizcaya apenas representa el 5% de nuestra recaudación”, ha matizado. En análisis se llevará a cabo en los próximos seis meses y no será hasta entonces cuando se pueda plantear una nueva modificación de los tributos que gestionan con plena autonomía las haciendas vascas.

Mejoran el IRPF y el IVA

Otro de los grandes impuestos de gestión propia en el País Vasco, el IRPF, ha logrado sin embargo remontar de modo importante en la recaudación. Así, durante 2016 este tributo generó un incremento de un 4,1%. En cambio, la parte del IVA gestión propia ha sido más comedida, con un repunte del 1,4%.

Por último, Azpiazu también se ha referido a la negociación en torno al Cupo que está en marcha con el Ministerio de Hacienda y sobre el cual ambas administraciones mantuvieron un encuentro técnico la pasada semana. Azpiazu ha asegurado que las discrepancias que se mantiene oscilan en torno a los 1.600 millones de euros pero que confía en que se puedan alcanzar acuerdos. Sólo por concepto de Cupo Euskadi pagó al Estado el año pasado763 millones de euros.