Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Laura Dern son las protagonistas de la nueva propuesta de HBO: Big Little Lies. Una serie que tiene tintes de Mujeres desesperadas pero que oculta mucho más debajo de la misma fachada. En España se acaba de presentar el primer capítulo, ayer fue su estreno en EE.UU. y ha empezado fuerte. Los primeros minutos muestran un asesinato rodeado de misterio y que parece que mantendrá en vilo al espectador hasta el final de la temporada.

Una serie en la que cuatro mujeres que lo dejaron todo para dedicarse a su casa y a sus hijos asumen el peso de un guión lleno de mentiras, dobles caras y fachadas aburridas. Cada una de ellas muestra a un tipo de madre, de mujer, de vecina con altas posibilidades económicas. Mujeres que, aparentemente, lo tienen todo para ser felices: posición social, económica, familias estables, hijos educados en buenos colegios; pero que viven dentro de una olla a presión a punto de estallar con el mínimo cambio o por el más inocente de los comentarios.

La ciudad de Monterrey en California es el entorno elegido por el director, David E. Kelley, algo que también recuerda a la imaginaria Wisteria Lane de Mujeres Desesperadas. Kelley ha basado la trama en la última novela de la escritora Liana Moriarty, donde el tema principal es la rivalidad entre estas mujeres al aparecer una más joven que les roba cierto protagonismo.

De un tema tan vacío a tocar problemáticas como el acoso escolar, la dependencia económica, el papel de la mujer en la sociedad, la violencia de género o los miedos ante la maternidad. Todo con unas actrices de primera y con un guión que da el protagonismo a las conversaciones que mantienen entre ellas. Siete capítulos, el primero acaba de estrenarse en España, que pretenden rendir homenaje a la mujeres mayores de cuarenta.