En la sanidad, en el turismo, en la movilidad de las ciudades... La velocidad del 5G, la quinta generación de redes móviles, se hará notar en un sinfín de sectores. Su potencial lo han aprovechado las potencias que mejor han gestionado la crisis de la Covid-19. Ahora, la extensión de esta red se convierte en una gran oportunidad para reactivar la economía. Y España tiene un reto: seguir liderando el despliegue de esta tecnología los hogares.

Sí algo define al 5G es que da un paso más en la velocidad móvil. Con ella, millones de dispositivos se pueden conectar a una sola antena. Un avance crucial, por ejemplo, para el Internet de las cosas: los aparatos y robots más cotidianos. La quinta generación aumenta la velocidad de transferencia y reduce la latencia, es decir, lo que tarda un dispositivo en realizar una acción que le ordena el usuario.

La gestión de grandes cantidades de datos ha sido una de las claves del éxito de algunos países para controlar la pandemia del coronavirus. El momento exigía recopilar muchos datos lo antes posible para compartirlos con los algoritmos adecuados. Así, países como Corea del Sur, Singapur o Taiwán han podido localizar y aislar rápido los focos de contagio y rastrear los contactos. De cara al futuro más inmediato, la red 5G mejorará la tele asistencia médica y permitirá usar el big data como método de alerta ante rebrotes víricos. Una mejor conexión facilitará, además, que se mejore la asistencia médica y el tiempo de respuesta sanitaria, también en las áreas más alejadas de núcleos urbanos.

Trabajo, turismo, ciudades...

A partir del mes de marzo, el mundo comenzó el 'gran encierro' para protegerse del virus. El trabajo pasó de la oficina al escritorio del hogar. Millones de personas, a su vez, se quedaron en sus casas con el móvil o el ordenador como único recurso de contacto con el exterior. Durante los momentos más duros de la cuarentena, las operadoras tuvieron incrementos de demanda de datos superiores al 50% de lo habitual respecto a fechas anteriores al Covid-19. La pandemia será un acelerador del método cloud. Los países deberán, por tanto, apostar a corto plazo por una conexión rápida y segura.

La red 5G evitará parte de los parones en la industria en caso de nuevas crisis sanitarias

No sólo mejorará la asistencia sanitaria, la red 5G evitará parte de los parones de la industria sí llegan nuevas crisis. Los nuevos modelos de trabajo basados en el 'máquina a máquina' necesitan el soporte del 5G. Entre otras ventajas, la red optimizará los procesos de fabricación de las empresas gracias a la monitorización, recopilación temprana de datos, control de robots, cadenas de producción o la impresión 3D a distancia.

El impacto del 5G se notará también en la seguridad, la automoción, el entretenimiento, las utilities, el transporte o los servicios financieros. En el turismo, sector básico para España, el despliegue del 5G será un atractivo más para los territorios. ¿Cómo ayudará al sector? Según Federico Ruiz, director del Observatorio Nacional del 5G, la red impulsará la traducción simultánea de idiomas o que los turistas accedan más rápido a contenidos multimedia sobre los puntos de atracción turística y sus negocios. Otra ventaja del 5G son mejoras para la movilidad y los desplazamientos locales e internacionales.

En el mundo rural la instalación de la quinta generación de redes móviles abarataría costes e impulsaría una agricultura y ganadería más inteligentes. El confinamiento ha demostrado, por otro lado, que la educación tiene que estar lista para ofrecerse a distancia. De hecho, DigitalES, la patronal del sector tecnológico, ha pedido una migración de la escuela tradicional a la electrónica. Un cambio que requiere más capacidad de la red para ser realmente competitiva.

El reto de España

España está metida de lleno en la carrera por el 5G. Es el primer país europeo en despliegue de fibra hasta los hogares y el tercero en el mundo. A fecha de hoy, España encabeza el número de proyectos y pruebas piloto 5G en Europa, con 31 de las 233 iniciativas que se están haciendo en total. Una posición de ventaja que debe aprovechar para consolidar la reconvención digital de la economía.

La pandemia ha retrasado los planes de varios países, incluido España, con sus estrategias de 5G. Pero es imprescindible no parar la inversión en la red. La apuesta permitirá recuperar cuanto antes el crecimiento y el bienestar mermado por el coronavirus. Además, el 5G será el motor de cambio de un modelo productivo que ha dado claros síntomas de debilidad en las dos grandes crisis de nuestro tiempo: la financiera de 2008 y la de la Covid-19.

En cifras, la Comisión Europea (CE) calcula que los sectores donde se desarrolle el 5G obtendrán unos beneficios superiores a los 100.000 millones de euros al año y una importante creación de empleos. Tanto el 'Plan Nacional de 5G' como el 'Plan de la UE para la red 5G' definen esta tecnología como un activo fundamental para ser sostenibles y competitivos. La UE quiere que sus Estados miembro apuesten por ella. Y Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE, advierte: los países deben "limitar todo lo posible" retrasos en sus asignaciones de espectro 5G.