La tensión entre Estados Unidos y Rusia está en un momento álgido. El portavoz del Kremlin, Dmtry Peskov, ha reconocido que las relaciones entre Washington y Moscú están en "un estado lamentable, en su nivel más bajo". Tras el incidente del dron estadounidense en el Mar Negro del martes, el primer choque directo entre las dos superpotencias desde que empezó la guerra en Ucrania, no ha habido ningún contacto entre las máximas autoridades de los dos países.

Washington reveló que a primera hora del martes un caza ruso Su-27 había colisionado con un avión no tripulado MQ-9 Reaper, obligándolo a caer sobre el Mar Negro. El Reaper, valorado en 32 millones de dólares, sobrevolaba aguas internacionales al oeste de Crimea. Según el comunicado del Mando Europeo de EEUU, dos cazas Su-27 se acercaron al Reaper, arrojaron combustible, y lo desestabilizaron al destrozar una de sus hélices. Fueron las fuerzas estadounidenses las que provocaron la caída del dron, al comprobar que había resultado seriamente dañado.

El Pentágono señaló que lo sucedido prueba "la incompetencia y falta de profesionalidad" de las fuerzas rusas, que no buscaban derribar el dron pero cometieron un error gravísimo que podría haber desencadenado una escalada bélica. Lo que sí ha dejado claro es que la tensión es máxima y se han cortado las vías de comunicación, salvo a través de los embajadores.

El dron no iba a armado y llevaba a cabo labores de vigilancia y reconocimiento sobre aguas internacionales, según el Pentágono. Había salido de Rumanía y, como se suele hacer desde que comenzó la guerra, observaba la situación en Crimea, anexionada en 2014 por la Federación Rusa, desde el espacio aéreo internacional. Estas misiones suelen durar unas diez horas.

EEUU mantendrá los vuelos

El secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, ha señalado este miércoles que Estados Unidos seguirá realizando estos vuelos de vigilancia. "No se equivoquen, Estados Unidos seguirá volando y operando donde lo permita el derecho internacional", ha dicho Austin, al comenzar una reunión virtual de 50 naciones que apoyan a Ucrania contra Rusia. "Este peligroso episodio forma parte de un patrón de acciones agresivas, arriesgadas e inseguras por parte de pilotos rusos en el espacio aéreo internacional", ha añadido. "Corresponde a Rusia operar sus aviones militares de manera segura y profesional".

El Kremlin acusa a Washington de realizar labores de inteligencia en ayuda del gobierno de Kiev. Estados Unidos es el mayor suministrador de ayuda militar, financiera y humanitaria a Ucrania desde que empezó la invasión rusa el 24 de febrero de 2022.

El Departamento de Estado convocó el martes al embajador de Rusia en EEUU, Anatoly Antonov, a quien trasladaron una seria advertencia "para que tuvieran más cuidado con los vuelos en el espacio aéreo internacional que llevan a cabo misiones dentro de la legalidad en defensa de nuestros intereses nacionales".

El embajador ruso calificó el incidente de "provocación". Según la agencia de noticias rusa RIA, Antonov dijo: "No queremos ningún enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia". Pero también añadió: "Estamos preocupados por la inaceptable actividad de los militares estadounidenses en las inmediaciones de nuestras fronteras".

El Ministerio ruso de Defensa mantiene que los cazas "no utilizaron armas aéreas y no entraron en contacto en ningún momento" con el Reaper. Realizaron una maniobra para identificar el dron cuando se dirigía "hacia la frontera estatal de la Federación Rusa". El Kremlin considera espacio aéreo ruso una amplia zona en torno a Crimea, cuya anexión no reconoce la comunidad internacional.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha dicho a la BBC que estos incidentes "serían inevitables mientras Rusia siga controlando Crimea, de modo que la única manera de impedirlos es echar a Rusia de allí".

Según ha escrito en Twitter la experta Dara Massicot, autora de un informe para Rand Corporation sobre incidentes similares, aunque no tan graves, Moscú parece estar utilizando "señales coercitivas para enviar mensajes selectivos en relación con actividades que considera problemáticas".

El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, ha reconocido en la CNN que es posible que no recuperen el Reaper, ya que puede estar a mucha profundidad en el Mar Negro.

El MQ-9 Reaper es un avión no tripulado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que es operado de forma remota por un equipo de dos personas. La aeronave tiene una envergadura de 11 metros, alcanza una velocidad de más de 480 kilómetros por hora y puede transportar cargas de hasta 390 kilogramos. Incluye también equipo satelital.

El MQ-9 fue usado de manera rutinaria en las guerras de Irak y Afganistán, tanto para labores de vigilancia como para conducir ataques aéreos.