Es el bien más preciado y codiciado estos días. No está a la venta pero se puede proyectar, casi producir. Cuando el sol acumula olas de calor y dispara termómetros, la sombra se convierte en fuente de salud, alivio e incluso negocio. En el medio rural sea ha convertido en punto de encuentro entre la producción agrícola y ganadera y la generación de energía solar. En España la convivencia de ambos intereses, la confluencia de espacios entre los parques fotovoltaicos y el campo, comienza a sumar adeptos, proyectos piloto y experiencias positivas y económicamente rentables.
A más sombra, menor temperatura. A menor temperatura, menor consumo de agua. A más humedad, menor sequía. Esta secuencia irrumpe como un remedio eficaz ante el exceso de temperatura de estos días. Mientras el calor asola el país, los parques fotovoltaicos instalados en explotaciones del sector primario vuelven a presentarse como una suerte de remedio. Su capacidad para proyectar sombra, incluso para poder orientarla y ajustarla según las necesidades la convierten en un 'abono energético’, en el aire acondicionado capaz de mitigar el impacto de las altas temperaturas que perjudican a viñedos, campos hortofrutícolas o apiarios de abejas o pastos para ovejas.
En nuestro país son varios los proyectos en marcha que compañías como Endesa o Iberdrola tienen en desarrollo. Los acuerdos con distintas explotaciones han venido demostrando que la ‘alianza de la sombra’ para captar el sol unos y mitigarlo otros, arroja buenos resultados. La instalación de hileras de placas solares sobre un campo de flores aromáticas, un viñedo o una explotación de frutas u hortalizas permite reducir costes y mejorar la producción al agricultor mientras la compañía energética produce electricidad.
Algunas experiencias llevadas a cabo en España han demostrado que mejorar el clima y las condiciones de una explotación gracias a la instalación de placa solares ha permitido incrementos en su productividad de entre el 40% y 60%. También permite reducir los costes. Lograr un suelo menos seco y un clima más húmedo supone requerir menor cantidad de agua para el riego. A todo ello se añade el ahorro en consumo energético, de la que también se benefician las explotaciones.
Uno de los proyectos más innovadores es 'Winesolar', considerada la primera planta ‘agrovoltaica’ inteligente de España. Impulsada por Iberdrola en el municipio toledano de Guadamur, el viñedo que produce este 'vinosolar' se levanta sobre parte del viñedo de las bodegas de González Byass y el Grupo Emperador. Cada cuatro hileras de viñedos se han instalado paneles fotovoltaicos que suman una potencia de 40 KW de energía, fundamentalmente para autoconsumo de la explotación vitivinícola. En marcha desde septiembre de 2022, el diseño de la planta busca la optimización de la cantidad y calidad de uva producida y la generación de energía renovable.
Primar el cultivo antes que la energía
La sombra proyectada por los paneles solares, cuya posición es determinada por un algoritmo de inteligencia artificial, protegen los viñedos del sol en determinados momentos y permite una mejor maduración de la uva. También mantiene la humedad del suelo, lo que implica una reducción de riego y menor consumo de agua y de energía de las bombas de riego.
“Aún estamos en fase piloto en este tipo de proyectos en España. El carácter agrovoltaico puro está presente en muy pocos proyectos y el de ‘Winesolar’ es uno de ellos. Consideramos agrovoltaicos puros aquellos en los que se prima la producción agrícola sobre la energética, en los que la planta fotovoltaica sólo es un apoyo”, asegura Alexander Arias, responsable de Proyectos especiales de Iberdrola. Precisamente la compañía energética tiene en marcha el programa ‘Convive’ en el que se busca la convivencia de la biodiversidad y el desarrollo económico mediante las plantas fotovoltaicas.
Arias asegura que existen otros proyectos como los de convivencia de sistemas de generación de energía y el pastoreo de ovejas, la explotación de miel en apiarios o la explotación de setas, “pero eso es más una convivencia": “En la agrovoltacia pura se prima siempre la producción del cultivo y no de la fotovoltaica”.
Juan Ignacio López asegura que sus abejas están felices, que la presencia de placas solares lejos de estresarlas les ha permitido acceder a un entorno mucho más natural. La explotación ‘Loramiel’ que lidera cuenta con casi 40 colmenas y en cada una de ellas entre 10.000 y 80.000 abejas según las épocas del año. Afirma que desde que hace cuatro años Endesa le invitó a instalar un apiario en el parque que puso en marcha en Carmona (Sevilla), la producción ha mejorado y la calidad también: “Eso se nota, cuando las abejas están a gusto te lo hacen saber, lo mismo que cuando no lo están. Y aquí notan que no hay pesticidas, que hay pastos naturales y que el entorno es casi virgen”, señala.
Agricultura y ganadería
Apicultor de cuarta generación, la producción de su propia miel la compagina con la que le encarga la propia Endesa para compromisos y que bautizó con el nombre de ‘Miel solar’. “En su momento firmamos un acuerdo por el que yo no cobro nada, pero tampoco pago nada. Ellos de vez en cuando me hacen pedidos para sus compromisos. Nos beneficiamos ambas partes”, asegura Juan Ignacio.
El caso de José Antonio y María Ángeles es similar. Son dos pastores y productores de queso de Aljarafe (Sevilla) a los que por ahora les salen las cuentas en su apuesta agrovoltaica. Cuando comenzaron a convivir con el parque fotovoltaico de 180 hectáreas que ha instalado Endesa, contaban con 90 cabezas de ganado y hoy pastorean casi 700. Su queso fresco de oveja se llama ‘Sol’ y casi nadie en Andalucía produce este tipo de queso, “menos aún con esta calidad”, asegura. Después llegó el yogur, la cuajada… y así ha ido creciendo la quesería ‘Cabañil’ que fundaron en 2015 y que muestra orgullosa esta pareja de ‘pastores fotovoltaicos’ sevillanos de 36 años.
La principal ventaja que ven en poder pastar entre placas solares y su sombra es que sus ovejas pueden cobijarse en la sombra en los calurosos días sevillanos y protegerse contra la lluvia cuando esta arrecia. Pero hay más. Las estructuras fotovoltaicas no permiten rastros de pesticidas ni herbicidas y eso les protege y les beneficia. “El pasto es de más calidad, para ellas es mucho más sano”, asegura José Antonio: “Creo que esta opción en realidad es buena para todos, para la empresa, para nosotros y para la flora y fauna de la zona”, subraya.
El acceso a suelos que quizá de otro modo no podrían instalarse es uno de los beneficios que también obtienen las compañías energéticas con esta fórmula de convivencia agrovoltaica. Actualmente la compañía que lidera Ignacio Sánchez Galán cuenta con numerosos parques fotovoltaicos en España. Suman 5.142 MW de potencia y son apenas una pequeña proporción los que se orientan hacia usos compartidos con el sector primario. “Para nosotros por ahora son territorio de I+D, iniciativas pensadas para el día de mañana y que nos permitan desarrollar tecnología para estar preparados ante fenómenos de calor y sequías extremas como los actuales”, señala Arias, responsable de Iberdrola.
Convivencia tecnológico-rural
Endesa también ha abierto la puerta a la energía agrovoltaica. Lo ha hecho con diversos proyectos como Sustainext, en el que, junto a una veintena de socios europeos, se investiga los beneficios de compaginar usos del suelo entre las placas solares y la producción de flores aromáticas. Implantado en Extremadura, Sustainext ha demostrado que la sombra permite no sólo mejorar los niveles de humedad y reducir el impacto del calor extremo en el cultivo, sino incluso beneficios para las propias instalaciones fotovoltaicas. Al estar menos expuestas al calor, las placas son más eficientes en situaciones climáticas extremas.
Especies como el romero, el tomillo, la manzanilla o la salvia también se ha acreditado que se benefician de esta convivencia tecnológico-rural. Las primeras conclusiones revelan que las plantas han demostrado un mayor rendimiento y que al mismo tiempo los residuos de las explotaciones se han logrado reducir.
La implantación de explotaciones ‘agrovoltaicas’ requiere estudios previos del suelo y el cultivo para adecuarlos a las necesidades de ambas actividades. Habitualmente se emplean estructuras y cableados situados en altura –a más de cinco metros-, lo que posibilita el uso de maquinaria agrícola. Otra opción es la llamada ‘agrovoltaica dinámica’, desmontable y liviana que permite adaptarse a medida que se requiera por los distintos usos del terreno a lo largo de las estaciones. Además, se dispone de mecanismo que permiten orientar los paneles para evitar que la proyección de las sombras se dirija siempre a un mismo lugar. A través de sistemas informáticos e IA se pueden ajustar las orientaciones de los paneles a las distintas fases de crecimiento y necesidad de los cultivos y las condiciones climáticas.
Insuficiente marco normativo
José Donoso es el CEO de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Afirma que este tipo de iniciativas están por ahora en una fase inicial en España pero que en otros países está algo más desarrollada: “Francia, Alemania e Italia tienen menos terreno para instalar este tipo de plantas y por eso está fórmula está más avanzada. Aún queda mucho camino para regular, tanto en la UE como en España”. Una barrera importante para su avance es la política agraria comunitaria: “Ahora la agrovoltaica se interpreta como una segunda actividad y por tanto quien se beneficie de ella no puede acceder a subvenciones de la política agraria comunitaria. Deberían ser compatibles”, apunta Donoso.
La UNEF hace tiempo que constata un gran interés tanto en agricultores como en ganaderos por este tipo de proyectos. “Lo notamos allá donde vamos a organizar jornadas para exponer qué es y cómo funciona. Para ellos es una vía de ingresos más y, de algún modo, de supervivencia ante el impacto del cambio climático”, señala Donoso.
La coexistencia con explotaciones ganaderas está algo más avanzada. Las plantas requieren un mantenimiento del suelo que, de modo natural, muchas veces les reportan las ovejas. Acceder a pastar entre placas solares reporta al ganadero no sólo el acceso gratuito a pasto sino a un alimento para sus animales libre de pesticidas y productos a menudo empleados en el campo.
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hace 10 minutos
«Los beneficios de la convivencia de placas solares con la explotación agrícola y ganadera se ha convertido en una alternativa al impacto del exceso de calor»
MENTIRA PODRIDA.