Cada vez hay más noticias sobre el interés de España en comprar los cazas turcos KAAN, desarrollados por Turkish Aerospace Industries (TAI), que se presentan como posibles 'sustitutos' de los estadounidenses F-35. Lo cierto es que Moncloa admitió que los aviones americanos no eran una "prioridad" en este momento, pero está por ver qué decisión se toma finalmente. Y ha sido esa incertidumbre la que ha hecho que los rumores se disparen.
Algunas fuentes consultadas, de hecho, no descartan que España pueda "sorprender" uniéndose como socio al programa del avión turco. "En el fondo sabemos que un caza de nueva generación es un proyecto extremadamente caro y ambicioso", deslizan, "y la única forma de que llegue a concretarse es la suma de esfuerzos. Así que seguro veremos movimientos aparentemente sorprendentes en los próximos meses".
Recientemente el Gobierno llegó a un acuerdo con TAI para comprar otro de sus aviones, los Hurjet, que reemplazarán a los veteranos F-5 con los que se instruye a día de hoy a los pilotos de combate españoles. Pero no es una situación comparable. "Los Hurjet ya son una realidad, y se van a 'españolizar' para adaptarlos a las necesidades del Ejército del Aire. Exagerando un poco, hemos comprado un fuselaje turco con motor americano, pero los sistemas y la aviónica serán españoles", recuerda Juanjo Fernández, analista de Defensa. "Además, no dejan de ser un avión de entrenamiento, que son los más sencillos de desarrollar", apunta.
La principal incógnita del KAAN es, en resumidas cuentas, que aún está en desarrollo. Promete ser un caza multifunción de quinta generación que ofrecerá "capacidades superiores" tanto para el combate aire-aire como aire-tierra. Pero de momento solo ha realizado vuelos de prueba, porque se espera que entre en servicio en 2029.
"El KAAN todavía no es más que un proyecto, no sabemos de él casi nada. Solo tenemos fotos y un prototipo que vuela, algo que no es muy complicado, pero hay que ver qué capacidades tendrá. No se pueden hacer análisis basándonos en la tabla de datos de Wikipedia", sostiene Fernández. "Por ejemplo, en los prototipos no es habitual utilizar los materiales que otorgan la baja detectabilidad. Así que los análisis que se están haciendo son muy aventurados. El KAAN es un desarrollo prometedor y ambicioso, que podría ser fantástico o no para España, pero ahora mismo todo son incógnitas", añade.
Bajo ese prisma, la comparación con los F-35, que llevan años en servicio, es imposible. Aunque sabemos que los KAAN no serían, en ningún caso, un sustituto real porque no cuentan con el despegue vertical (VTOL), que sí tienen los americanos. "Si la Armada mantiene su línea de buques con capacidad aérea pero con necesidad de VTOL, cosa que creo que harán, los KAAN no sirven. Y no existe otro avión en el mundo con esa capacidad que sí tienen los F-35. Otra cosa sería apostar por tener un portaaviones convencional y desarrollar una variante naval de los cazas turcos. Pero ya son muchos castillos en el aire", asegura Fernández.
Hace meses se supo que Navantia había encargado a la Armada un estudio de viabilidad para construir el que sería el primer portaaviones convencional español de la historia. Pero de momento esa opción, incluso de materializarse, parece lejana. Y en esas, los KAAN aportan pocas certezas.
"Hay riesgos claros: el programa turco todavía no ha demostrado madurez operativa, está en una fase temprana, y apostar por él podría entrar en tensión con los compromisos industriales del FCAS (con todos los interrogantes que tiene ahora mismo el programa) y los objetivos de integración europea (UE) en defensa. No olvidemos tampoco cómo el F-35 se está convirtiendo en el 'estándar' de los aliados OTAN", coincide Alberto Bueno, experto en Defensa y profesor de la Universidad de Granada.
De hecho, Bueno intuye que buena parte de esta discusión también está (auto) inflada por fuentes turcas para "posicionarse": "Desde medios y la industria turca han mostrado en público un interés en situar el producto muy por encima del que se ha señalado desde España, que sigue con la mira en el FCAS y parece no querer cerrar la puerta al producto estrella estadounidense".
Las características que harían "interesante" al KAAN
Sobre el papel, Bueno destaca que lo que haría al caza turco "potencialmente interesante para España" son esas "capacidades avanzadas": baja firma radar, sensores integrados, arquitectura de misión abierta, supercrucero y alta maniobrabilidad. "Su diseño busca la autonomía tecnológica y la plena interoperabilidad OTAN, con costes previsiblemente más contenidos; y esta es la segunda clave para España: gasto. Por tanto, para España podría representar una opción interesante si busca diversificar proveedores y reducir dependencia de EEUU, siendo además la cuestión del gasto en defensa un problema como parece ser para el gobierno", relata el experto.
Otro punto a su favor, según Bueno, es que la doctrina estratégica del Ejército del Aire español muestra preferencia por mantener una doble plataforma: el Eurofighter y una segunda aeronave más polivalente, con mayores capacidades furtivas y de penetración, para misiones de disuasión y proyección exterior. "En ese contexto, el KAAN podría llenar un vacío intermedio entre el Eurofighter y el F-35, al menos sobre el papel. Esa función de 'minoración' de brecha tecnológica en cuanto a capacidades (pues el F-35 es un capacitador de muchas), es lo que este caza vendría a cubrir", comenta.
Además, Bueno también ve importante que la cooperación con Turquía presenta una dimensión "política e industrial relevante". "La industria aeronáutica turca está bastante más desarrollada de lo que parece. Aunque no tengan tanta experiencia como otros países, han ido ganando músculo, especialmente desde el distanciamiento de Erdogan con Estados Unidos", arguye Fernández, que a pesar de ello considera que el caza turco no es un avión "para comprar ahora".
Para argumentarlo, pone el ejemplo del Eurofighter, que comenzó a suscitar el interés de terceros países -más allá de España, Reino Unido, Alemania e Italia, que participaron en su desarrollo como socios- cuando entró en servicio y demostró sus capacidades.
Sobre la posibilidad de que nuestro país entrara en el programa del KAAN como socio, Fernández visualiza cuál sería postura del Ejército: "En defensa podemos esperar siempre cualquier cosa. Pero sería una decisión más política que militar. Los militares siempre dicen que los experimentos, con gaseosa. Todavía no he escuchado a nadie del Ejército del Aire que haya dicho que esta sería una oportunidad que no podríamos desaprovechar. Necesitamos un avión con garantías, y esa jugada conllevaría demasiados riesgos".
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