El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado este jueves su intención de viajar en febrero a los campamentos de refugiados saharauis, ubicados en la región de Tindouf (Argelia), en una muestra de su respaldo a la causa saharaui, un asunto en el que discrepa del Gobierno español de Pedro Sánchez.

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El anuncio se ha producido tras su reunión con Mohamed Zrug, ministro delegado para América Latina y el Caribe de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con quien abordó el estado del conflicto del Sahara Occidental y las relaciones entre Bogotá y el gobierno saharaui en el exilio. Lo ha anunciado el propio Petro en su cuenta de X con una fotografía en la que viste el "daraa", la típica túnica saharaui.

Petro ha afirmado que desde hace décadas mantiene un apoyo constante al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y a su aspiración de independencia nacional. Recordó que la Organización de las Naciones Unidas aprobó la realización de un plebiscito para que los saharauis decidan libremente su futuro político; sin embargo, señaló que el proceso se ha visto detenido por la negativa del Reino de Marruecos, que controla gran parte del territorio.

El mandatario también subrayó un aspecto cultural característico de la región: la comunidad saharaui es la única comunidad árabe hispanohablante, resultado de la presencia colonial española hasta 1975. Para Petro, ese elemento lingüístico y cultural refuerza los vínculos históricos entre América Latina y el Sahara Occidental.

De concretarse su viaje, el presidente tendría la oportunidad de conocer directamente las condiciones de vida de decenas de miles de saharauis refugiados desde hace cinco décadas, así como reunirse con representantes del Frente Polisario y autoridades de la RASD. La visita también podría traducirse en un gesto diplomático significativo, dado que Colombia ha incrementado su interés político en el tema durante los últimos años.

La posible presencia de Petro en territorio saharaui añadiría visibilidad internacional a un conflicto que sigue sin solución definitiva y que rara vez ocupa un lugar central en la agenda global. Para sectores solidarios con la causa saharaui, la iniciativa del mandatario colombiano podría revitalizar el debate internacional.

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