Cada Navidad, millones de hogares se llenan de luces, regalos y aromas de galletas recién horneadas. Entre todos estos símbolos que indican el comienzo de la época más entrañable del año, en algunos hogares existe la tradición de recibir a unos pequeños visitantes que visten de rojo, con gorro y tienen las orejas puntiagudas, estos son los "Elfos de Navidad", los espías que manda Papá Noel para que vigilen a los niños antes de la noche del 24 de diciembre.

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¿Qué son los 'Elfos de Navidad'?

Los Elfos de Navidad, son unos pequeños seres ayudantes de Papá Noel que, no solo acompañan a los niños durante la temporada pre-navideña, sino que también se ganan su fama por las travesuras que hacen mientras sus niños duermen, haciendo que cada mañana sea una aventura que puede llegar hasta a sacar de quicio a uno. Pero, ¿por qué se portan mal estos pequeños seres?.

De Estados Unidos al mundo: origen de los 'Elfos de Navidad'

La tradición de los Elfos de Navidad nació hace dos décadas en Estados Unidos, con el libro The Elf on the Shelf. La obra presentó a los elfos como pequeños enviados especiales por Papá Noel para vigilar el comportamiento de los niños y asegurarse de que se porten bien antes de recibir sus regalos. Durante años, esta tradición fue exclusiva de Estados Unidos, pero el éxito del libro y los productos relacionados permitió que la costumbre traspasase fronteras hasta llegara a muchos otros países, entre ellos España.

Para recibir un Elfo de Navidad, los niños deben enviar una carta a Papá Noel a través de un globo de helio, pidiendo permiso para que el duende visite su hogar. Una vez aprobada la solicitud, la criatura llega sin avisar, apareciendo en cualquier parte de la casa durante las semanas, incluso meses previos a la Navidad.

Su ternura contrasta con su naturaleza traviesa, que se manifiesta cada madrugada mientras los niños duermen. Bajo la estricta norma de no ser tocados, ya que el contacto les hace perder la magia, estos elfos cobran vida por la noche y se teletransportan al Polo Norte y notifican a su Papá Noel el comportamiento de su niño. Gracias a sus poderes, pueden moverse rápidamente, desaparecer y aparecer en lugares inesperados, dejando pequeñas sorpresas que los niños descubren cada mañana.

¿Por qué se portan mal los elfos de Papá Noel?

La desobediencia e ingenio de estos traviesos no tienen ni una pizca de maldad, sino que forma parte de su carácter juguetón y de la magia que les permite interactuar con el hogar de maneras sorprendentes y divertidas. Estos pequeños elfos, son traviesos por naturaleza, y su presencia transforma la rutina diaria en un juego lleno de imaginación a base de poner a prueba.

Las travesuras de los Elfos de Navidad son múltiples; cada mañana es una sorpresa. Entre las más frecuentes se encuentran esconder o mover los objetos personales del niño anfitrión, así como otras payasadas: deshacer el rollo de papel higiénico y dejarlo esparcido por toda la casa, desordenar los cajones del baño o del escritorio, aparecer colgados de las lámparas, desmontar una mochila escolar o decorar la encimera de la cocina con harina, para que tengas que limpiarla.

La verdadera misión detrás de estos duendes revoltosos

El "mal comportamiento" de los Elfos de Navidad es, en realidad, una característica esencial de su naturaleza como mentores navideños. Son duendes enviados por Papá Noel con un propósito: entretener, sorprender y enseñar mientras vigilan a los niños. Sus bromas y travesuras reflejan su personalidad juguetona y su creatividad, y ayudan a que la Navidad sea más emocionante y mágica. Por otro lado, sus trastadas tienen un trasfondo, mostrar valores como la disciplina y la paciencia al tener que limpiar y ordenar las travesuras de los elfos y el respeto y obediencia al tener que aprender a contener el impulso de tocar a estas criaturas.

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