La reforma para endurecer las penas a los delincuentes multirreincidentes ha dado este jueves un paso decisivo en el Congreso. La ponencia encargada de estudiar el texto ha avalado por mayoría un nuevo borrador que incorpora seis enmiendas transaccionales acordadas por Junts con el PSOE y con el PP, lo que permite desbloquear una iniciativa que el partido de Carles Puigdemont venía reclamando desde el inicio de la legislatura.

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La propuesta, presentada por Junts en marzo del año pasado, llevaba meses encallada entre prórrogas del plazo de enmiendas y desacuerdos dentro del bloque de investidura. Bildu, Podemos y parte de la izquierda gubernamental habían expresado su rechazo a endurecer el Código Penal en este punto, mientras que el PP presionaba para activar la reforma.

La situación cambió tras el aviso de ruptura de relaciones que Junts lanzó al Gobierno hace unas semanas. El PSOE retomó entonces la negociación y este jueves la ponencia se ha reunido a puerta cerrada para cerrar una redacción consensuada: dos enmiendas pactadas entre socialistas e independentistas y cuatro más acordadas con el PP, PNV y Vox también se sumaron al apoyo del informe, mientras que Bildu y Podemos han mantenido su voto en contra. Sumar y ERC prefieren esperar a la siguiente fase antes de fijar posición.

Con este acuerdo, la ley queda lista para debatirse públicamente en la Comisión de Justicia, previsiblemente la semana del 17 de diciembre. Después, el texto viajará al Pleno del Congreso, donde podría someterse a votación entre enero y febrero, una vez se reanude la actividad parlamentaria tras el parón navideño.

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