No habrá sevillistas en el Estadio Bollaert-Delelis del Lens ni en las inmediaciones. El Gobierno francés ha ordenado la prohibición de aficionados del Sevilla FC, así como acercarse a los aledaños del recinto, con motivo del encuentro entre galos e hispalenses que cierra la fase de grupos de la Liga de Campeones 2023-2024, según un decreto prefectoral emitido por el Ejecutivo.

"Desde el 12 de diciembre de 2023 a las 10:00 horas hasta el 13 de diciembre de 2023 a las 3:00 horas, se prohíbe a toda persona que diga ser o actúe como seguidor del Sevilla acceder al Estadio Bollaert-Delelis de Lens y sus inmediaciones, así como circular o estacionar en la vía pública", anunció el Gobierno francés.

La medida, llevada a cabo a través de un decreto prefectoral, fue avanzada en una entrevista este domingo por el ministro del Interior galo, Gérald Darmanin, y responde al "riesgo real y grave de enfrentamiento entre los seguidores de ambos clubes", según el Ejecutivo francés.

Las autoridades podrán actuar contra aficionados sevillistas que solo se acerquen al recinto deportivo donde se disputara el duelo continental, con multas de 6 meses de cárcel y 30.000 euros.

Una decisión que el Gobierno argumenta aludiendo a enfrentamientos entre aficionados del Sevilla y el Lens en la previa del encuentro de ida del 20 de septiembre; los altercados entre hinchas sevillistas y del Arsenal el 25 de octubre; así como incidentes con seguidores de la Roma antes de la final de la Europa League del curso pasado.

La medida no fue bien acogida por la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), entidad que calificó esta orden ministerial de "ilegal". "La vamos a recurrir ante los tribunales con la ayuda de nuestros compañeros de la 'Association National de Supporters francesa y FSE'", anunciaron en sus redes sociales.

El Sevilla FC ya trasladó este domingo, ante las declaraciones del ministro francés adelantando lo que confirmó este lunes el decreto, que está "en contra" de la medida "desproporcionada", ya que considera que "se está perjudicando a sus aficionados en particular y al fútbol en general".

Además, cree que "se sienta un peligroso precedente en cuanto a desplazamientos de seguidores se refiere", por lo que trasladó a UEFA "su queja formal por el procedimiento llevado a cabo, sin previo aviso y prácticamente sin margen de reacción".