El FC Barcelona se proclamó campeón de la Copa del Rey, después de vencer por 3-2 con un gol de Jules Koundé en la prórroga al Real Madrid en la final disputada este sábado en el estadio La Cartuja de Sevilla, dando la vuelta a un partido loco, en el que se adelantaron los azulgranas, remontaron los madridistas y volvió a ponerse por delante el equipo catalán.

El Barça de Hansi Flick ya tiene su primera gran obra de la temporada y mantiene intactas sus opciones de triplete. Y lo ha hecho ganando otro Clásico -no ha perdido ninguno este curso-, con mucho fútbol, pero sabiendo sufrir y con épica. La Copa del Rey ya es del FC Barcelona, que la vuelve a ganar por primera vez desde 2021, y hunde a un Real Madrid que tenía en esa final su gran oportunidad de no tirar la temporada.

Pedri González adelantó a los de Flick con un golazo en una gran primera mitad azulgrana, pero tras el descanso resurgió el mejor Real Madrid guiados por un Kylian Mbappé suplente, pero que hizo el 1-1. Aurelien Tchouaméni puso poco después el 1-2 con un cabezazo a la salida de un córner e hizo creer a los de Ancelotti, pero Ferran Torres cuando ya se escapaba el partido volvió a empatar. Y Koundé, con un disparo lejano tras un error defensivo claro, convirtió el definitivo 3-2.

El Barça está a ocho partidos de conquistar un triplete, y este triunfo ante el eterno rival, en una final empañada por el plantón madridista a la RFEF, les dará confianza y alas. Todo lo contrario que en el Madrid, que esta derrota deja muy tocado el proyecto de Ancelotti, más cuestionado si cabe. Lo mejor, un gran Bellingham y un Mbappé que le cambió la cara a su equipo.

Como era de esperar, el FC Barcelona salió convencido y dominando el balón, además de presionando muy arriba la salida de un Real Madrid incapaz apenas de pasar la línea del centro del campo en los primeros 10 minutos. Vinícius Júnior y Rodrygo Goes eran dos islas desconectadas, mientras el Barça demostraba tener más brío.

Además, el conjunto madridista se encontró con la mala noticia de la lesión de Ferland Mendy, que no pasó el examen competitivo. Ancelotti dio entrada a Fran García, que ya en el primer uno contra uno ante Lamine Yamal no pudo pararlo, en un duelo que apuntaba a decisivo. Los jugadores y la grada 'culers' se quejaron de una mano en el área madridista, pero De Burgos Bengoetxea explicó que estaba apoyada en el suelo.

Lamine Yamal dio el primer aviso y el conjunto de Ancelotti, que no paraba de gesticular desde la zona técnica, reducía sus opciones a balones largos de Raúl Asencio o Antonio Rüdiger hacia los Bellingham, 'Vini' y compañía. Fran García culminó una de esas sin éxito.

El Barça estaba más entero y tras un buen corte de Pau Cubarsí en un envío peligroso de Belligham, el balón le llegó con espacio a Lamine Yamal, que esperó el momento justo para ver a Pedri en la frontal del área sin oposición, y el canario la enchufó a la escuadra para hacer el 1-0 y dar el primer paso hacia el título.

En el Real Madrid, con marcaje individual de Aurelien Tchouaméni a Dani Olmo, no había orden ofensivo ni defensivo, y solo algún destello de Bellingham le permitía pisar área. Y, de hecho, la pisó y marcó, pero el tanto del centrocampista inglés, tras un precioso pase de Dani Ceballos casi en área pequeña, no valió por fuera de juego.

Desde eso, poco fútbol, hasta que en el descuento antes del descanso el colegiado vasco señaló peñalti sobre Vinícius, derribado de manera innecesaria por Iñigo Martínez cuando el brasileño corría solo para rematar, pero con Szczesny encima pero el '7' estaba adelantado. Así, el 1-0 se mantuvo al descanso. Y tras el paso por vestuarios, mismo guion.

El Barça salió dominador, encerrando al equipo madridista, aunque ya con Kylian Mbappé en el campo por un inoperante Rodrygo. Pero, como en la primera parte, Bellingham daba algo de luz a la contra, y sirvió un excelente balón a Vinícius, que desaprovechó el mano a mano ante Szczesny. Por partida doble, porque la volvió a tener ante el polaco, tras una buena jugada personal del delantero francés, pero de nuevo detuvo el meta.

La mejoría del Madrid con Mbappé era clara, parecía infundir más miedo a la defensa azulgrana, con una grada blanca entregada pese a ir perdiendo. Aún así, Olmo y Raphinha mandaron al limbo dos buenos contragolpes que casi nunca fallan. Pasada la hora de partido, eran los mejores minutos de los blancos, más intensos y precisos, haciendo correr al Barça. Y Flick lo detectó, quitando al '20' y metiendo el músculo de Fermín López.

Y el conjunto de Ancelotti lo aprovechó con un golazo de Mbappé. El francés fue derribado cuando se quedaba solo, pero el árbitro entendió que no era último hombre. Pero el francés mandó a la red el lanzamiento de falta desde al frontal y recogía el premio del 1-1. El Real Madrid estaba desatado y no tardó en volver a golpear, esta vez de córner, cuando Tchouaméni remató solo y casi en área pequeña, imposible para el meta polaco.

Los madridistas remontaban a falta de 15 minutos para el final, y perdonaron el tercero, incluso después de un paradón salvador de Courtois a tiro de Yamal. Los jugadores estaban fundidos, y el partido se convirtió en un correcalles, y ahí también sacó tajada el Barça poniendo el empate al espacio, obra de Ferran Torres, asistido por Lamine.

El partido se fue a la prórroga, aunque no sin tensión, ya que el árbitro señaló penalti de Asencio sobre Raphinha, pero el VAR lo llamó para verlo, y decidió no señalarlo finalmente. Sin demasiada acción, solo Ferran Torres inquietó la portería del Real Madrid, incluso marcando, pero en fuera de juego, ya en el segundo.

Aunque el protagonista de la noche fue Jules Koundé, que recogió un rechace a más de 20 metros de la portería e hizo el definitivo 3-2 con un disparo potente y raso a falta de 5 minutos, para darle la Copa del Rey al Barça.

Pitos al himno

Cuando empezaron a sonar las notas del himno nacional, la gran mayoría de los más de 26.000 aficionados y aficionadas del conjunto catalán procedieron a pitar desde la grada en un gesto claro de desaprobación.

Pero la megafonía del estadio, con torres de altavoces incluso a pie de campo, y la afición del Real Madrid coreando fueron absorbiendo los pitos de la mayoría de la afición azulgrana.

En el palco, estuvieron presentes el Rey de España Felipe VI, la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, además de otras autoridades como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso o el de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa.