El FC Barcelona ha anunciado un cambio significativo en su estructura de baloncesto de cara a la temporada 2025/26: Víctor Sada, hasta ahora ayudante del primer entrenador, no seguirá formando parte del cuerpo técnico del primer equipo una vez finalice su contrato el próximo 30 de junio, según informa Europa Press.

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La noticia ha sorprendido en el entorno culé, ya que Sada era una figura muy vinculada al club tanto en su etapa de jugador como en la de entrenador.

Víctor Sada, nacido en Badalona en 1984, se formó en las categorías inferiores del Barça y debutó con el primer equipo en 2003. 

Como jugador, vivió dos etapas en el club (2003-2006 y 2008-2014), acumulando un total de nueve temporadas y conquistando 19 títulos, entre ellos la Euroliga de 2010. 

Tras su retirada como profesional en 2018, Sada inició su carrera en los banquillos, pasando por el Cadete B, el Junior y el Barça Atlètic, antes de dar el salto al primer equipo como ayudante.

En las dos últimas temporadas, Sada ha trabajado junto a Roger Grimau (2023/24) y Joan Peñarroya (2024/25), aportando su experiencia y conocimiento del club. 

Su perfil, marcado por la intensidad defensiva y el compromiso, ha sido siempre valorado tanto dentro como fuera de la pista.

En el comunicado oficial, el Barça ha agradecido a Sada su profesionalidad y compromiso durante estos años, deseándole suerte en sus futuros proyectos personales y profesionales. 

La entidad azulgrana reconoce así la labor de un hombre de la casa, que ha sabido transmitir los valores del club a las nuevas generaciones.

La salida de Sada se produce en un contexto de cambios en el banquillo azulgrana, tras una temporada complicada en la que el equipo no ha alcanzado los objetivos esperados. 

Aunque su nombre llegó a sonar como posible relevo de Peñarroya, finalmente el club ha optado por no renovar su vínculo como miembro del staff técnico. 

Su futuro inmediato es incierto, pero su trayectoria y conocimiento del baloncesto le auguran nuevas oportunidades en los banquillos.

La marcha de Víctor Sada supone el adiós de una figura emblemática, tanto por su pasado como jugador como por su aportación reciente al cuerpo técnico. El Barça, mientras tanto, inicia una nueva etapa en busca de recuperar su sitio entre la élite del baloncesto europeo.

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