Kylian Mbappé, actual delantero del Real Madrid, ha abierto un nuevo capítulo judicial en su tensa relación con el Paris Saint-Germain (PSG) al denunciar al club parisino por acoso moral e intento de extorsión tras haber sido apartado del primer equipo en 2023.

PUBLICIDAD

Este caso ha generado un gran revuelo mediático y ha puesto en el centro del debate las prácticas de presión en el fútbol profesional, según informa Europa Press.

La denuncia, presentada el 16 de mayo de 2025, sostiene que el PSG ejerció presiones psicológicas y represalias contra Mbappé por negarse a renovar su contrato. El club, según la versión del jugador, lo relegó a entrenar con el grupo de futbolistas descartados, conocido como el “loft”, con el objetivo de forzarlo a firmar un nuevo acuerdo o buscar una salida inmediata que permitiera al PSG ingresar una compensación económica por su traspaso.

Durante ese periodo, Mbappé fue privado de entrenar con el primer equipo y de acceder a las instalaciones habituales, lo que su entorno califica como una vulneración de sus derechos laborales y profesionales.

Mbappé ha dejado claro que el objetivo de su denuncia no es económico, sino moral, buscando demostrar que fue víctima de hostigamiento institucional por ejercer su derecho a no renovar.

Sin embargo, el delantero también mantiene una disputa financiera con el PSG, reclamando 55 millones de euros en concepto de primas de fidelidad y salarios no abonados, cantidad que el club habría retenido tras su negativa a activar la cláusula de renovación automática y su posterior salida libre al Real Madrid al finalizar la temporada 2023/2024.

La justicia francesa ha designado a dos jueces de instrucción para investigar los hechos y determinar si existió un delito de acoso moral o extorsión. Paralelamente, el Sindicato de Futbolistas Profesionales ya había denunciado este tipo de prácticas, que consideran una “presión ilegal” para forzar renovaciones o traspasos, y que suponen una privación del derecho de los jugadores a ejercer su profesión con normalidad.

Por ahora, el PSG mantiene silencio oficial, aunque fuentes próximas a la directiva califican las acusaciones de “infundadas” y no descartan una contrademanda si el caso prospera judicialmente.

El desenlace de este proceso podría sentar un precedente importante en la protección de los derechos de los futbolistas frente a las presiones contractuales en el fútbol de élite.

PUBLICIDAD