El Ayuntamiento de Barcelona quiso alargar los días de sus ciudadanos. Era mediados del XIX, y las jornadas expiraban para casi todos cuando se iba el sol porque en la ciudad no había alumbrado público. El consistorio abrió un concurso público en busca de una empresa que se hiciera cargo de este servicio público, entonces un auténtico alarde de modernización.

Acta de constitución de la Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas, en 1843. Gas Natural Fenosa

El concurso lo ganó Charles Lebon, un empresario francés que ya tenía experiencia en alumbrado público en ciudades galas, y que contó con el respaldo de inversores catalanes para levantar en La Barceloneta la primera fábrica de gas manufacturado del país, que funcionaba con carbón. Así llegaron las primeras farolas en las calles de Barcelona, esas que encendían a mano los faroleros.

Al servicio los barceloneses lo llamaban popularmente Gas Lebon, por el nombre del empresario precursor. Pero la denominación oficial de la empresa que puso en marcha el servicio, constituida en 1843, fue Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas. Ese fue el germen del actualmente tercer mayor grupo eléctrico de España, que hasta hoy se llamaba Gas Natural Fenosa y que desde ya pasará a ser Naturgy.

En los 175 años de historia de la corporación el de Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas sólo fue el primero de un sexteto de nombres. Denominaciones que fueron reflejando los avatares de la propia compañía, su desembarco en nuevos negocios, su posterior abandono, la muesca de sucesivas fusiones para ir creciendo…

Evolución de la imagen de Naturgy

 

A finales del siglo XIX la compañía ya dio el salto a la producción eléctrica. Primero con centrales térmicas, décadas después también con saltos de agua. En 1912 cambió su denominación social por primera vez para convertirse en Catalana de Gas y Electricidad. Su primer nombre le duró 69 años, y este segundo lo fue durante 75 más.

Fue en 1987 cuando el grupo, entonces volcado en exclusiva en el gas natural tras vender sus últimos activos de producción eléctrica convencional, se reconvirtió en sólo Catalana de Gas. Una marca que, no obstante, fue efímera. Apenas cuatro años.

Esa Catalana de Gas se fusionó con Gas Madrid, creando un gigante nacional al que sumaron también activos de gas canalizado hasta entonces en manos de la estatal Repsol, y alumbró la nueva Gas Natural en 1991. Se iniciaron entonces décadas de crecimiento, de expansión internacional, con el desembarco en Latinoamérica, y diferentes intentonas de participar en la consolidación del sector nacional.

Fachada de la sede de Gas Natural en Madrid. Gas Natural Fenosa.

Gas Natural fue la que abrió la espita de la que se acabó convirtiendo en una auténtica guerra por tomar el control de Endesa. El grupo catalán presentó una opa, que acabó siendo superada por la batalla abierta por la alemana E.On y la española Acciona, con el respaldo a la postre de la italiana Enel. Gas Natural se quedó con las ganas de crear un campeón nacional absorbiendo a Endesa, y buscó otro candidato.

Tras casi un año de proceso de compra, Gas Natural consiguió cerrar en abril de 2009 la adquisición de Unión Fenosa, dando un salto en el tamaño de la corporación y creciendo con fuerza en el negocio de la electricidad. Se eligió entonces Gas Natural Fenosa, la marca que ha perdurado hasta ahora (la denominación social formal siguió siendo Gas Natural SDG también durante este tiempo), cuando el nuevo presidente de la compañía, Francisco Reynés, ha desvelado cuál será el nombre que abre una nueva era en el grupo: Naturgy.

Un nuevo nombre con el que el grupo se quita la imagen de compañía demasiado volcada en el gas natural. "Queremos que se nos reconozca como una compañía energética, no sólo gasística", ha explica Reynés, que también ha subrayado la intención de que la redenominación muestre la "vocación internacional" del grupo.