Naturgy cierra la primera gran operación corporativa con Francisco Reynés como presidente. Tras meses de negociaciones, Naturgy y la argelina Sonatrach han cerrado un acuerdo para repartirse el control del gasoducto Medgaz, que une Argelia y España a través de Almería, tras comprar el 42,1% de la compañía que estaba en manos de Cepsa por 548 millones. Una operación que supone valorar el gasoducto en 1.300 millones.

Naturgy, que ya tenía un paquete del 14,95% en Medgaz, amplía su participación hasta el 49% tras desembolsar 445 millones. La compañía española realiza la operación a través de un vehículo inversor SPV, que podría dar entrada a un socio financiero para aligerar la carga de la compra para las cuentas de la firma presidida por Reynés.

La compañía pública argelina Sonatrach tendrá una participación mayoritaria del 51% (hasta ahora contaba con un 43%), pero según subraya Naturgy ambos socios han firmado un acuerdo para repartirse el control conjunto de la firma. La eléctrica española subraya que con la operación consigue convertir su participación minoritaria que era sólo financiera con derechos de gobierno muy limitados en una participación estratégica para gestionar directamente Medgaz junto a Sonatrach.

La transacción valora el 100% del capital de Medgaz en 1.300 millones de euros, pero el enterprise value asciende hasta cerca de 1.900 millones de euros, equivalente a 6.9 veces el ebitda esperado para 2021 para la compañía. Medgaz prepara una ampliación de un 25% de su capacidad de transporte de gas, hasta un volumen de 10 bcm (millones de metros cúbicos de gas) dentro de dos años con una inversión de sólo 67 millones. Los socios esperan distribuir dividendos por encima de los 130 millones anuales a partir de 2021, de los que casi la mitad acabarían cada año en la caja de Naturgy.

Las relaciones entre Naturgy y Sonatrach ambas compañías son ahora más que cordiales tras los choques del pasado. Sonatrach cuenta con una participación accionarial en Naturgy del 4% desde 2013, fruto del acuerdo que puso fin a un largo litigio por el precio de los contratos de gas natural. Como consecuencia de ese acuerdo, Naturgy –entonces todavía Gas Natural Fenosa- compró un 10% de Medgaz y meses después adquirió un 5% adicional a GDF Suez.

La adquisición supone un giro para Naturgy, después de varias desinversiones en negocios y países no estratégicos como Colombia, Italia o Moldavia. El plan estratégico diseñado por Reynés cuando se puso al frente de la eléctrica hace poco más de un año no contempla expresamente ninguna compra o fusión, pero sí que incluía una partida multianual de 2.000 millones que se podía utilizar para operaciones corporativas y, en caso de no encontrarla, se irían destinando año a año a recompra de acciones.

Naturgy confía en cerrar formalmente la compra antes de finales de marzo de 2020, y subraya en cualquier caso que la transacción no afectará al programa de recompra de acciones de la compañía previsto en el Plan Estratégico para mejorar la rentabilidad de sus accionistas.

Para Naturgy una mayor presencia en el accionariado de Medgaz tiene un sentido plenamente estratégico, ya que el gasoducto ofrece una estabilidad en los ingresos gracias a sus contratos a largo plazo con garantías (take or pay), que se extienden hasta 2031 y cuentan con importantes clientes como Endesa o Iberdrola.

Además la compañía refuerza su poder en el negocio de transporte de gas natural entre España y África, en el que también participa mediante la concesión de la gestión de parte del gasoducto que une Marruecos y España. Naturgy está en negociaciones con Rabat para renovar esa licencia que expira en 2021.

Cepsa ha intentado en varias ocasiones en los últimos años desprenderse de su participación en Medgaz. La última, con su fallida salida a bolsa del año pasado. Entonces Mubadala Investment, el fondo soberano de Abu Dhabi que es su mayor accionista, acordó la adquisición de Medgaz a su filial por 500 millones para reforzar la OPV para colocar un 25% de la petrolera. La salida a bolsa se paró y la compra de la parte de Cepsa en el gasoducto, también.