El personal laboral de la embajada y los consulados españoles en Reino Unido, el 90% de todos los trabajadores de estas oficinas, ha estado siete semanas de huelga. La mayor carga laboral provocada por el Brexit y la pandemia ha convertido en insostenible una situación ya complicada por los bajos sueldos y las deficientes condiciones. Este miércoles, tras una reunión con la dirección, decidieron pasar de una huelga indefinida a un parón diario, a desconvocarla después, en un gesto de buena voluntad y a expensas de la puesta en marcha de soluciones.

Pero los representantes sindicales que han colaborado en la elaboración de este artículo apuntan que el caso de los trabajadores en Reino Unido es solo la punta de un gigantesco iceberg y que la situación laboral en todo el mundo de este personal, todos los empleados en el extranjero salvo los embajadores, los cónsules y otros altos cargos como los cancilleres, es límite. Estas fuentes destacan que el colectivo lleva 13 años con su salario congelado, que son los únicos empleados públicos sin convenio colectivo y describen casos en los que empleados cobran por debajo del salario mínimo local, incumpliendo la legislación; en los que no se cubren las plazas de aquellos que abandonan o se jubilan, y en los que las dimisiones de la plantilla son constantes.

"Los trabajadores van a los servicios sociales y perciben ayudas sociales porque no llegan a fin de mes", cuenta Sebastián Trenado, secretario general de la Federación de Exterior de UGT Servicios Públicos. "Si el personal de la representación diplomática española tiene que pedir ayudas de vivienda o de servicios a servicios sociales... algo no está funcionando. No digo que tenga que ser un club de élite, ni que no sea digno ir a una cola de servicios, pero aquí hay una disonancia que nos debería poner en alerta. También es una cuestión de imagen y de qué tipo de servicio exterior queremos", lamenta.

"Las condiciones laborales son muy malas en todo el mundo", resume Pablo Puertas, portavoz de CSIF y delegado del comité único del personal laboral en el Exterior. "Hace más de 14 años que no se actualizan los salarios. Y hay 2,7 millones de españoles en el exterior, y somos 5.000 laborales para atenderlos. Creo que ese dato lo resume bien todo", recalca.

En Reino Unido, la presión ha desembocado en una huelga indefinida de siete semanas, la primera de unos trabajadores públicos a la que ha tenido que hacer frente el Gobierno este año. Pero los empleados hablan de una tesitura tensionada a nivel mundial. Ya están teniendo lugar paros semanales entre los trabajadores en Alemania, la huelga es incipiente en Países Bajos, los empleados de China están enviando escritos a sus superiores para protestar por su situación y el hartazgo es importante en toda Latinoamérica, aseguran.

El caso de Reino Unido

"Los ciudadanos españoles no podemos renovar nuestros pasaportes porque la página de citas está caída. ¿Podemos pedir cita en Manchester o Edimburgo a pesar de estar registrados en Londres? ¿Podemos coger un vuelo exprés a España y renovarlo allí antes de que caduque? Porque estoy desesperado", lamentaba hace unos días un usuario de Twitter. La huelga de los trabajadores de la embajada y los consulados en Reino Unido ha impedido que muchos españoles puedan renovar sus pasaportes, pedir visados o solucionar otros trámites, multiplicando las quejas en redes sociales.

La situación, sin embargo, no era de normalidad antes de la huelga. Los convocantes recuerdan que, aunque el INE cifre los españoles en Reino Unido en 170.000, según el Ministerio de Interior británico (Home Office) hay unos 300.000, a los que habría que sumar las decenas de miles de personas con doble nacionalidad. Todos ellos deben ser atendidos por un centenar de empleados en todo el país, que estos últimos años se han visto sobrecargados por el Brexit -308.000 españoles solicitaron de golpe regularizarse- y por la pandemia -con el aplazamiento de citas que debían llevarse a cabo de forma presencial-.

Y el vaso ha colmado. El País describe enormes colas de ciudadanos a las puertas de las oficinas, teniendo incluso que intervenir la policía para calmar los nervios. Los trabajadores "son incapaces de asumir el nivel de exigencia y sobrecarga de trabajo, esta situación ha llevado a personal con experiencia a dimitir, dejando 21 plazas descubiertas que agravan la falta de servicios", explican colectivos de españoles en un comunicado, firmado por Marea Granate Brighton, Marea Granate Londres, Oficina Precaria de Escocia, Coalición de españoles en Reino Unido, el Consejo de Residentes Españoles (CRE) Norte UK, CRE centro UK y CRE Sur UK.

Este colapso de las oficinas ha desembocado en una huelga indefinida convocada el 14 de marzo del personal de la Embajada de España en el Reino Unido y de los consulados de Londres, Manchester y Edimburgo, que terminó este viernes. Protestan por la sobrecarga de trabajo habitual, la falta de personal, a los escasos sueldos -las plazas que se abren contemplan sueldos entre 20.000 y 26.000 euros anuales, condiciones que en Londres apenas alcanzan para vivir-, las condiciones de trabajo mejorables y las plazas que se quedan sin cubrir con las constantes dimisiones.

Dominó de descontento

Pero los representantes sindicales recuerdan que la mayoría de estos problemas son comunes al resto de países. Un ejemplo: todo el personal en el exterior tiene su sueldo congelado desde 2009, a pesar de la inflación y de la mayor presión sobre la plantilla, lo que está generando un ambiente cada vez más tenso. Desde UGT y CSIF recuerdan que los aumentos salariales que han recibido los funcionarios en España no los han percibido estos empleados, y que están expresamente excluidos del convenio colectivo único para el personal laboral de la Administración.

El 21 de marzo, la embajada de España en Berlín se sumó a la huelga indefinida, haciendo parones cada lunes entre las 10:30 y las 12:30 horas. "En Países Bajos están a punto de seguir el mismo camino, y en China el malestar es muy grande", explica Pablo, donde cuenta que allí los trabajadores acaban de remitir un escrito al Ministerio de Exteriores por la falta de coordinación salarial, un problema grande que genera mucho malestar.

"No se entiende y no se acepta que a funcionarios y diplomáticos sí se les haya revisado anualmente su sueldo, sin interrupción alguna, pero no al resto del personal de las oficinas, que al fin y al cabo son los que sostienen en sus espaldas el peso de las gestiones", lamenta Sebastián. Ante la falta de convenio, una comisión del Ministerio de Hacienda revisaba anualmente sus salarios. Lo hizo hasta 2010. "Pero con la crisis se suspendió y no se ha recuperado". En 2019 sí se llevó a cabo una revisión salarial anual, en base al IPC. Fue el único año. Por eso, UGT propone un aumento salarial trasversal de un 25% antes de negociar un nuevo mecanismo para revisar los salarios del colectivo, como "medida de pacificación".

Pablo destaca cómo la descomunal inflación de Argentina, de entorno al 50% anual, unido, de nuevo, a la sobrecarga de trabajo y la falta de personal -son 250 trabajadores laborales para atender a 500.000 españoles-, les llevó a hacer huelga en 2017, aunque con nulo resultado. Ahora, se replantean volver a movilizarse, siguiendo el ejemplo de Reino Unido, como también amenaza con hacer el equipo de Bélgica.

No se entiende que a funcionarios y diplomáticos se les haya revisado anualmente su sueldo, sin interrupción, pero no al resto del personal"

"Queremos atraer la atención de la comunidad española en Bélgica sobre las pésimas condiciones en las que también se ve obligado a trabajar el personal laboral en el Exterior de nuestro Consulado General y que le impiden poder prestar el servicio de calidad que la ciudadanía española en este país se merece", alertaban este viernes, en un comunicado, los trabajadores del Consulado de España en Bruselas. "Si las condiciones no mejoran (…) no dudaremos en unirnos a las movilizaciones que empezaron los compañeros de Reino Unido y que han ido secundando el personal laboral de otros países como Alemania o Países Bajos".

En su carta, el personal de Bruselas denuncia la pérdida salarial, pero también el "incumplimiento continuo" de la ley belga respecto a los contratos, al pago de transporte, a las pagas extras o compensaciones por horas extra... y critica las diferencias retributivas y de cobertura de Seguridad Social entre personal de la misma categoría. Son ilegalidades que en UGT constatan: en ocasiones, trabajadores han sido remunerados por debajo del salario mínimo, pero la situación se corrigió, en el caso de Australia, cuando los afectados amenazaron con denunciarlo.

La excesiva rotación de la plantilla es otro de los motivos de preocupación entre el personal. Si en una oficina hay 10 personas en plantilla, es fácil que en el catálogo haya dos plazas sin cubrir, destacan en UGT, donde usan ese ejemplo para explicar que estiman que las plantillas están entre un 20 y un 40% desadaptadas al servicio que deben prestar, llegando al 60% en algunos casos. "El índice de abandono de las plazas es altísimo en muchas representaciones. Cuando se dan cuenta de nivel de exigencia, de compromiso y el nivel de retribuciones respecto al mercado local se tarda muy poco en decir 'en cualquier otro sitio me retribuyen mejor'. La gente prefiere trabajar en un McDonald's que en una oficina de la embajada española", narra Sebastián. "Se jubilan 4 o 5 y salen dos vacantes que ni siquiera son fijas. Eso lo hacen en todo el mundo", asegura Pablo.

La gente prefiere trabajar en un McDonald's que en una oficina de la embajada española"

La suma de todos estos factores lleva al deterioro de la atención al ciudadano, con picos de meses para realizar algunos trámites. Desde ambos sindicatos afirman que las largas listas de espera están llevando a muchos españoles a volar a España para gestionarlos más rápido en territorio nacional. "Al final, es al ciudadano en el exterior al que se le está perjudicando con todo esto. Situaciones como la de Reino Unido empeoran la calidad del servicio público de manera dramática y el ciudadano tiene derecho a que se le preste un servicio público de calidad", zanja Sebastián.