Era una de las operaciones que esperaba el mercado y Repsol. La compañía, en su viraje hacia las energías renovables y otras fuentes de producción ha vendido el 25% del área de producción de petróleo por 4.850 millones de euros.

En concreto, lo ha vendido al fondo de inversión EIG, según ha comunicado la compañía española este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De acuerdo a los cálculos de la compañía, la entrada del nuevo socio en la división petrolera conseguirá aumentar su valor hasta los 19.000 millones. Ambas empresas crearán una nueva sociedad para dar valor a esta división.

El fondo, especializado en infraestructuras y energía, pagará 3.430 millones de euros por una cuarta parte de las acciones de Repsol Upstream y asumirá 1.400 millones de deuda.

Repsol, como accionista mayoritario, mantendrá el control del negocio de upstream, que seguirá consolidando dentro de las cuentas del grupo. Así, nombrará cuatro de los ocho miembros del consejo de administración, entre ellos al presidente de la nueva compañía, que contará con voto de calidad.

Además, Repsol y EIG contemplan la posibilidad de sacar a bolsa la división de petróleo en Estados Unidos a partir del año 2026, siempre y cuando las "condiciones de mercado sean favorables". La empresa producirá en 2022 una media de aproximadamente 570.000 barriles equivalentes de petróleo al
día y tiene unas reservas probadas y probables de 2.300 millones de barriles, de los cuales casi el 70% son de gas.

Cabe recordar que Repsol ya acometió una operación de estas características hace pocos meses cuando dio entrada a Crédit Agricole -a través de Predica- y el fondo suizo Energy Infraestructure Partners (EIP) en su filial de renovables.

Para Repsol, la operación implica la entrada de 3.400 millones de euros con los que invertir en la descarbonización, dentro del plan estratégico de la empresa. "Nuestra ambición es liderar la transición energética", señala en nota de prensa el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz. "Este acuerdo pionero nos permite mantener el sentido estratégico de la unidad de Upstream y, a la vez, impulsar la transformación de la compañía y su perfil multienergético para alcanzar cero emisiones netas en 2050”.