La cifra se ha ido incrementando en los últimos años. Lo ha hecho a medida que se revertían las políticas en torno a la energía nuclear. Del cierre de instalaciones que hace no muchos años se propugnaba de modo amplio en muchos países se ha pasado a prorrogar su vida útil cuando no a ampliar y autorizar la construcción de nuevas centrales. La necesidad de contar con una autonomía energética ante posibles conflictos internacionales o de apuntalar con garantías la transición ecológica ha estado, en gran medida, detrás de ese cambio de actitud. En la actualidad, en el mundo existen 139 centrales nucleares a las que se les ha prorrogado su vida útil hasta los 60 años y en 9 de ellas incluso más allá, hasta los 80.
El dato contrasta con la ‘vida útil’ que el Gobierno quiere dar a las nucleares de nuestro país, que oscila entre los 44 años de la central de Almaraz y los 47 años que habrá cumplido la de Valdellós II cuando, según los planes aprobados en 2019, cierre en 2035.
El debate sobre la continuidad o no de las centrales en nuestro país se ha vuelto a avivar tras el apagón nacional ocurrido el pasado 28 de abril. Poco después el presidente Pedro Sánchez situó a las centrales como parte del “problema” del sistema energético español. Una acusación que el sector reprobó ayer asegurando, en palabras del presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, que las centrales no son “una rémora”. Más aún, recordó que son las que mayor estabilidad aportan al sistema. Durante la presentación de los resultados del pasado ejercicio, el sector volvió a reivindicar la necesidad de prorrogar la vida útil de estas instalaciones y reconsiderar el calendario de desmantelamiento que se iniciaría en 2027 con Almaraz y concluiría dentro de una década con Valdellós.
La energía nuclear representa el 20% del total de la producción energética en España. La cada vez mayor penetración de las renovables en un sistema de transporte y distribución diseñado para cuando las energías mayoritarias no eran renovables toma fuerza como una de las posibles causas de la caída del sistema de hace poco más de una semana. El presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce recuerda que “no parece lógico” aferrarse a un plan diseñado hace seis años y en unas circunstancias que no son las actuales para mantener el plan de desmantelamiento nuclear. “Hay que abrir los ojos a la realidad”, asegura: “La situación ambiental, energética y geoestratégica actual difiere radicalmente de la de aquel momento. Lo más razonable sería modificar ese calendario”.
63 centrales en construcción
Un discurso que según los datos a nivel europeo y mundial estaría siendo seguido por no pocos países. En muchos de ellos la apuesta por la energía nuclear se ha redoblado. Muestra de ello es el inicio de construcción de nuevas centrales que se produjeron el año pasado. En particular, en 2024 se inició la construcción de 9 centrales y se conectaron otros 6 reactores que estaban paralizados. Tan sólo se desmantelaron 4 reactores en todo el mundo.
Con estos nuevos proyectos de construcción son ya 63 las centrales nucleares que están en fase de construcción actualmente en todo el mundo. Reactores que de modo progresivo se irán sumando a la red de centrales operativas. En la actualidad son ya 419 las centrales nucleares en funcionamiento en todo el planeta, dispersas en 35 países.
Una de las apuestas por ‘nuclearizarse’ más llamativas es la de China. Actualmente cuenta con 57 reactores, pero tiene en construcción nada menos que 28 centrales más. Cuando las ponga en marcha se acercará a EEUU, la primera potencia mundial con 94 reactores en todo el país. En el caso europeo es Francia la que lidera la apuesta nuclear, con 57 reactores.
África es el continente que menor peso tiene en esta energía pero que también ha comenzado a apostar por ella. En la actualidad son apenas dos los reactores africanos pero pronto sumarán otros 4, ahora en fase de construcción. En Asia, bajo el liderazgo China, están operativos 129 reactores y en construcción otros 47. Europa lidera actualmente el mapa de reactores, con 168 y otros dos en construcción.
La patronal que agrupa a Iberdrola, Naturgy y Endesa, las energéticas que concentran la propiedad de las cinco centrales y siete reactores en España, insiste en que una de las barreras que se está imponiendo al sector para que desista es la impositiva. Recuerda que en los últimos cinco años la presión fiscal ha aumentado un 70%, lo que en muchos momentos hace inviable económicamente la generación de energía nuclear.
Viabilidad en juego
El Foro Nuclear apunta que la presión fiscal ha ido en aumento de forma exagerada hasta elevarse de los 16 euros el MWh a los 28 euros MWh actuales. Un incremento que considera que hace “insostenible” la viabilidad económica de las centrales. Recuerda además que varios de los tributos que se les aplican “son redundantes” con objetos y bases imponibles “duplicados”.
A todo ello suman la advertencia de que ya hay estudios que concluyen que la desaparición de la energía nuclear en España supondría un importante encarecimiento de la factura energética. Hay estudios que la han llegado a cuantificar en un encarecimiento del 23%.
Un debate que que se intensifica a medida que avanzan las semanas y se agota el tiempo para poder revertir la decisión de iniciar la fase de desmantelamiento de la primera de las centrales, Almaraz. Precisamente ayee el presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), Juan Pedro Sánchez, reiteró que no existe razón objetiva para continuar con el calendario de cierre de estas instalaciones, algo que, de producirse sería, a su juicio, "desastroso" en términos socioeconómicos y "un suicidio energético".
Precisamente mañana la Junta de Administradores de las centrales nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), en la que están representadas las empresas Iberdrola, Endesa y Naturgy, celebrarán este jueves una reunión ordinaria enmarcada en su calendario habitual de encuentros.
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