Los trabajadores del medio deportivo digital Relevo concluirán este jueves su labor para su empresa, después de que Vocento decidiera el cierre de la cabecera, ante su falta de confianza en poder rentabilizarlo en un futuro. El diario difundía este miércoles un editorial, titulado Relevo se apaga, en el que se ponía en valor el desempeño de las 75 personas que han formado parte del proyecto durante los últimos tres años.
"La compañía alega razones económicas para explicar un cierre que afecta a 65 personas, profesionales de primer nivel que buscarán acomodo en un sector, el de los medios, y una industria, la del deporte, que bien haría en lanzarse desde ya a por ellos", explicaba la misiva.
Antes de apagar sus ordenadores y clausurar oficialmente su redacción, Vocento ha remitido este jueves por la tarde un correo electrónico a sus empleados que ha comenzado con un agradecimiento a sus empleados por el trabajo y ha definido el momento como "triste".
"Relevo, con 75 profesionales, ha constituido una gran apuesta editorial por parte de Vocento. Se ha invertido mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho dinero en un proyecto que parecía muy ilusionante hace tres años, cuando empezó, y que ha contado con la ayuda y el apoyo de numerosos profesionales de este grupo, así como con escaparates informativos en las portadas de todas las webs de los periódicos", expone la misiva.
Y añade: "A pesar del empuje decidido de todo el equipo, el proyecto ha enfrentado dificultades que no se han podido superar".
"El tamaño de su estructura y la falta de un modelo sólido de ingresos y de crecimiento a largo plazo" -prosigue- "han lastrado finalmente un proyecto al que se han destinado 17 millones de euros".
El fin de un medio
A continuación, reconoce que los intentos que ha realizado para buscar socios estratégicos para el proyecto, "que permitieran su viabilidad", no han dado sus frutos. "Es una lección que la empresa asume con honestidad y humildad y de la que, sobre todo, se debe obtener un importante aprendizaje".
El director del periódico, Óscar Campillo, intentó a última hora una operación que consistía en ofertar 1 euro por la marca, siempre y cuando Vocento hubiera extinguido previamente una parte de los contratos. Campillo estaba respaldado por inversores como Miguel Ángel Gil Marín, el cocinero David Muñoz y personas del entorno de LaLiga. Sin embargo, no alcanzó un acuerdo con la empresa -que se negaba a presentar un ERE previo a transferir la titularidad de la cabecera- y eso abocó definitivamente al diario a su cierre.
Fuentes internas del grupo explican que en la última propuesta que se negoció, Campillo y sus inversores -cada cual iba a tener un máximo del 6% de las acciones- se comprometían a finalizar el ERE a cambio de que la compañía se comprometiera a cederles la liquidez de 270.000 euros que tenía consignada para este plan de reducción laboral. En ese plan -que no llegó a firmarse-, los interesados exponían su intención de asumir costes y puestos de trabajo adicionales en caso de que en el ERE no se lograra un acuerdo con las 27 personas a las que pensaban despedir.
Sea como sea, desde que Vocento anunció su intención de deshacerse de este negocio, se ha negociado con los trabajadores un ERE de extinción. "La prioridad absoluta ha sido acompañar al equipo en esta nueva etapa. Muchos han encontrado ya empleo, bien en cabeceras de Vocento o en empresas ajenas, y hay un equipo trabajando para ayudar al resto de compañeros a encontrar nuevas oportunidades profesionales", expresa la carta.
La génesis del proyecto
El comunicado mantiene un tono crítico con los promotores del proyecto. Uno de ellos, Luis Enríquez, exconsejero delegado, lamentó en un reciente artículo, publicado en El Confidencial, la falta de confianza de Vocento para con Relevo; y se mostró muy crítico con quienes se alegraban por el cierre de este medio de comunicación.
"Desde el anuncio del cierre, en cuyos motivos no voy a entrar por razones obvias, muchos mezquinos, algunos habituales y otros inesperados, algunos externos y otros internos, se han alegrado y han pasado al cobro sus pronósticos de fracaso ("pero dónde iban con toda esa plantilla" "mira, los que venían a cambiar el periodismo deportivo"). En un chupatintas es hasta lógico pero nunca podré entender los motivos que llevan a un periodista, me da igual el grupo al que pertenezca, a desear el fracaso de una propuesta como ésta", expuso.
En el artículo, explicaba que Vocento inició el proyecto después de que el dueño de Marca, el italiano Urbano Cairo, rechazara vender esta cabecera.
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1 Comentarios
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hace 2 horas
un formato muy bueno, eléctrico y actual, no me extraña la media de edad de los que lo leíamos!! lo echaremos de menos o de más!!