Al cierre de la sesión de este miércoles, Indra subió un 2,6% en bolsa. Pero eso no es noticia. En lo que va de año, la compañía dirigida ahora por Ángel Escribano se ha revalorizado un 105%, lo que le ha valido para convertirse en el valor de moda del Ibex 35 e incorporarse al Stoxx 600, el índice compuesto por las 600 compañías europeas más importantes por capitalización bursátil.

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Lo ha conseguido gracias a un crecimiento fuerte y, sobre todo, sostenido. En enero Indra aumentó su cotización un 8,61%, y en los siguientes meses se anotó un +12,99% en febrero, un +27,48% en marzo, un +4,87% en abril y un +29,34% en mayo. En lo que llevamos de junio, sin embargo, su valor ha caído un 2,87%.

Partiendo de la base de que el rally alcista que ha tenido durante todo el año ha sido espectacular, lo que sí es evidente es que su comportamiento últimamente ha sido diferente, por primera vez desde que Escribano accedió a la presidencia y se supo que el Gobierno quería convertir a Indra en el campeón nacional de Defensa.

La montaña rusa empezó en la primera semana de junio. El lunes subió un 3% y el martes bajó exactamente lo mismo. El miércoles se hundió un 4%, y al día siguiente recuperó un 4,4% antes de dejarse otro 3,4% el viernes. Y esta semana la tónica ha sido parecida. El lunes se mantuvo más plana (+0,5%), pero el martes cayó un 2,6% y el miércoles, como ya hemos comentado, subió otro 2,6%.

"Indra ha protagonizado jornadas de volatilidad inusual", confirma Gustavo Martínez, profesor de Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín y analista de mercados, que considera que entre las posibles causas están los movimientos especulativos ante rumores corporativos, las expectativas sobre contratos internacionales o los cambios en su estructura de gobierno.

Martínez también baraja que estas subidas y bajadas puedan estar relacionadas con ajustes técnicos o toma de beneficios tras la escalada. Pero, además, hay que recordar que Indra acaba de poner en marcha un programa temporal de recompra de acciones que afectará a un máximo de 235.000 títulos, que representan el 0,13% del capital. Comenzó a ejecutarse este miércoles, y está previsto que se alargue hasta el próximo 18 de junio. En ese tiempo, la compañía invertirá un máximo de 9,93 millones para comprar las acciones, que se utilizarán como parte del plan de retribuciones de directivos y empleados.

El rumbo de Indra en bolsa

El contexto geopolítico actual ha aupado al sector de Defensa europeo en los últimos meses, siendo Indra la segunda compañía que más se ha revalorizado, solo por detrás de la alemana Rheinmetall, que ha crecido un 185% en 2025. Pero en los foros los inversores no dejan de preguntarse si lo mejor ya ha pasado o realmente aún hay potencial alcista en estas empresas.

"Las expectativas para el sector defensa en Europa siguen siendo elevadas,
aunque quizás deberíamos de ir pensando que esas expectativas están bastante
incorporadas a los precios y a los múltiplos actuales", desliza Antonio Castelo, analista de iBroker. "Es verdad que la cotización de Indra ha doblado este año, y es verdad que Indra es la empresa líder en el negocio de Defensa en España, pero también es verdad que todavía tiene muchas cosas por definir", añade el experto.

Para el experto sería "interesante" conocer detalladamente su estrategia, y sobre todo
cómo la podrá llevar a cabo, a fin de reducir la incertidumbre. Empezando por saber si va a vender Minsait y si van a comprar otras empresas de Defensa, y a qué precios y con quién se firmarían esas operaciones. "Escribano ha dicho que EM&E podría
estar valorada 'en 1.000 o 1.500 millones de euros' según palabras del propio
presidente. Pero 1.500 es un 50% más que 1.000 millones", resume Castelo.

En esa línea, el analista recuerda que últimamente se están filtrando algunos "problemas de gobernanza" como la salida de Luis Abril, primer ejecutivo de Minsait y "principal opositor" a la operación para absorber EM&E, y la del consejero independiente Francisco Javier García Sanz. Y también que Business Insider informó recientemente de que el fondo Amber Capital (brazo inversor de Joseph Oughourlian, presidente de PRISA que está librando una importante batalla en esa empresa con consejeros próximos al Gobierno por su control), ha tomado nuevas posiciones en Indra que le acercan al 10% del capital.

"La impresión que tenemos es que, a pesar de los avances en su cotización aprovechando su actividad en el sector defensa, muchos inversores institucionales se preguntan si en una empresa tan politizada (SEPI controla un 30%, el grupo Escribano un 14% y SAPA otro 8%, los dos últimos también afines al Gobierno), las decisiones que se tomen en el futuro tendrán más peso político o económico. Creo que estas son las razones que pueden hacer que su cotización deje de evolucionar como lo ha estado haciendo hasta ahora", relata Castelo.

Otros analistas señalan que Indra cotiza a los múltiplos más bajos del sector y que por tanto tendría más margen de subida. Pero expertos como Castelo tienen en cuenta que los ingresos de Defensa solo suponen el 19% del total, según los últimos resultados del primer trimestre de 2025. Aunque en este sentido, la previsión de la compañía es duplicar este año la contratación en Defensa respecto al 2024.

"En este contexto, el recorrido futuro dependerá en buena medida de la evolución del ciclo político, el calendario de adjudicaciones públicas y los próximos resultados financieros. La incertidumbre invita a la cautela, aunque parte del mercado mantiene perspectivas positivas de medio plazo. Indra vuelve a ser un valor a seguir de cerca", zanja Martínez.

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