CCOO se alinea con Sánchez: "Lo que vendría sería peor"

Los delegados de Comisiones Obreras (CCOO) lo han tenido claro durante la apertura del 13º Congreso Confederal de CCOO que se ha celebrado este jueves y que concluirá el domingo. Al igual que el PSOE, no quieren elecciones anticipadas pese a los casos de corrupción que rodean al Ejecutivo. "Si lo que significan las elecciones ahora mismo es lo que dicen las encuestas (victoria del Partido Popular), entonces no. Es un lujo que no nos podemos permitir. No porque sienta que no deberían convocarse, sino por el grave riesgo que se corre. Lo que vendría sería peor que los casos de corrupción que hay ahora que, esperemos, sean aislados", explica para El Independiente una de las representantes del sindicato que ha asistido a los últimos cuatro Congresos.

Otros doce compañeros de militancia también aseguran que no es momento de elecciones, "en estos momentos de tormenta hay que pararse, tomar medidas internas y después, igual hay que tomar decisiones externas". No obstante, también hay quien en las filas de CCOO cree que el Ejecutivo podría presentar una cuestión de confianza, "aunque estaría complicado", puntualiza un delegado territorial de Canarias. Otro veterano, de 73 años y con trece Congresos del sindicato a sus espaldas, comenta que podría ser el momento de que Sánchez abandonase el cargo y así se renovase la reputación del partido, aunque lo ve poco probable.

La relación entre el sindicato CCOO y el PSOE ha sido una unión histórica, estratégica y política. CCOO ha sido un interlocutor constante en las mesas de diálogo social que los distintos gobiernos socialistas han abierto, desde el Pacto de Toledo de las pensiones en 1995 durante la legislatura de Felipe González hasta el impulso del Ingreso Mínimo Vital durante el Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, durante la apertura del Congreso ha habido un gran ausente: el presidente del Gobierno. A última hora y casi sin avisar, Pedro Sánchez se tomó el día libre y no acudió al congreso de CCOO.

De hecho, en la agenda avanzada por Moncloa, el presidente no tenía previsto ningún acto oficial como jefe del Ejecutivo. Un día de descanso. Justo después de que se haya dado a conocer que dentro del arsenal de grabaciones de Koldo García, supuestamente, existirían audios comprometidos de Begoña Gómez, la esposa de Sánchez.

Ha sido una semana complicada para el líder del Ejecutivo. Los casos de corrupción que rodean al partido que lidera el país, la ausencia de confianza de sus propios socios en el Gobierno —la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, calificó de "bochorno" las réplicas de Sánchez a las preguntas de la oposición durante la sesión del control en el Congreso de los Diputados este miércoles—, los informes sobre el apagón o la oposición pidiendo su dimisión y la convocatoria de elecciones.

En esta tesitura, algunos asistentes han entendido su ausencia: "Es comprensible. Con los últimos acontecimientos imagino que estará abrumado, en la cara se le ve", señala Camila Garrido, de la Federación Sanitaria de Andalucía. No obstante, otros han considerado que "debería haber ido, debería haber dado la cara sobretodo cuando el partido de la oposición nada tiene que decir sobre los casos de corrupción. Con más de 30 causas pendientes de celebración de juicio no son ejemplo y menos pueden recriminar", reprocha Vanesa Frahija, de la delegación canaria.

Sustituido por la vicepresidenta segunda

La sustituta de Sánchez ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Aunque del lado institucional cuatro ministros más han cumplido con su agenda: el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz; la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego; y el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo —que será reelegido por tercera y última vez al frente del sindicato— ha recibido a Montero con un abrazo al entrar en el Marriott Auditorium Hotel & Conference Center, donde se ha celebrado el Congreso. Montero ha tenido suerte de no ver el autobús que ha mandado la organización ultracatólica Hazte Oír que ha estado dando vueltas al hotel durante todo el día con la cara de Sánchez y en letras mayúsculas "Corrupto".

Posteriormente, la vicepresidenta ha emitido unas breves declaraciones ante los medios donde ha "felicitado a Unai y al trabajo que desarrolla CCOO en nuestro país". Aunque también ha aprovechado la ocasión para aplaudir el descenso de la precariedad, la titular de Hacienda sólo ha respondido a una pregunta sobre la viabilidad de mantener la legislatura hasta 2027.

Montero ha mantenido el discurso de los últimos días: "Al Gobierno de España y al PSOE le sobran los motivos para darle continuidad a la legislatura (...) El presidente ya ha trasladado con mucha claridad que va a agotar la legislatura y ahora lo fundamental es que la justicia actúe y nosotros colaboraremos con transparencia (...) Esperamos que el Partido Popular haga lo propio, estamos recibiendo críticas, denuncias, comentarios... de un partido que tiene muchos juicios pendientes por materia de corrupción. Esperamos que el Partido Popular asuma responsabilidades y dé explicaciones". Después de su primera respuesta, los medios de comunicación han preguntado por la causa de la ausencia de Sánchez, sin embargo, Montero se ha ido sin responder.

Montero: "Hemos pedido perdón y sabemos que no es suficiente"

Posteriormente, la vicepresidenta primera ha intervenido durante el Congreso y ha trasladado al auditorio un "abrazo fuerte de Pedro Sánchez, que no ha podido estar presente pero me ha transmitido toda la fuerza y energía para participar en este Congreso".

A lo que ha añadido, "somos muy conscientes de que puede haber indecisión entre la gente progresista de este país y lo digo, porque yo misma he tenido ese sentimiento de rabia, frustración, incredulidad y repulsa (...) Hemos pedido perdón, lo ha hecho el presidente y sabemos que no es suficiente. Tendremos que tomar más medidas para recuperar la confianza de la ciudadanía. También soy consicente de que hay mucha gente que no quiere escuchar el 'y tú más'. Pero ahí, quiero hacer una reflexión no podemos dejar de reivindicar que no somos lo mismo que la derecha y que la ultraderecha de este país, que no actuamos igual, que no reaccionamos igual, que con nuestros actos de repulsa, de petición de los cargos públicos y de expulsión de nuestras organizaciones, de nuestro partido, estamos respondiendo con contundencia ante algo que ojalá nunca hubiera ocurrido. Nosotros no vamos a amparar a la corrupción, no la vamos a defender nunca. La combatimos, la denunciamos, sabemos que es el cáncer de la democracia."