La incertidumbre política derivada de la guerra arancelaria de la Administración Trump está provocando la salida de los fondos de inversión de renta variable de la bolsa estadounidense en busca de mercados más estables. Según los datos de LSEG Lipper, los inversores retiraron 6.392 millones de euros de EEUU durante la primera semana de junio, lo que suponen tres semanas consecutivas de salidas de fondos. Por su parte, los fondos de renta variable europeos fueron testigos de una demanda firme por octava semana consecutiva por valor de 2.343 millones de euros.

De hecho, los fondos de bolsa europea han acumulado 38.260 millones de euros en lo que va de año —datos hasta el 30 de abril—, mientras que los fondos de renta variable estadounidenses han alcanzado los 13.168 millones, según datos de Morningstar Direct. Se trata de movimientos operativos poco comunes. En lo que va de década solo en dos ocasiones Europa ha superado a EEUU en la captación de fondos, en 2015 y 2017.

Estos datos ponen de relieve los efectos derivados del Día de la Liberación, que a principios de abril produjo una caída en el mercado de renta variable estadounidense y lo que fue más insólito, la depreciación del dólar y la subida de los tipos de interés. Por su parte, se produjo "un mejor comportamiento relativo de la bolsa europea porque hemos atraído capitales desde EEUU", ha apuntado David Cane, director general de Afi Inversiones Globales, durante la jornada Consecuencias financieras de la guerra arancelaria que ha organizado Funcas este martes.

Ruptura de las alianzas tradicionales

Para explicar estos buenos rendimientos europeos, Antonio Romero, director general de CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros), ha apostillado durante el encuentro que se deben a "una receta de libro de la guerra de Sun Tzu". China escogió la confrontación. Frente a un aumento de aranceles, se los devolvió. Pero la Unión Europea (UE) ha seguido el principio del libro El arte de la guerra de "nunca entables la batalla en tu territorio. Según los analistas, la UE no ha querido reaccionar como los chinos y ha querido dejar que sean los mercados los que pongan en su sitio este tipo de medidas (...) Pero, más allá de una estrategia negociadora, a la UE se le plantea un imperativo: la autonomía estratégica. La guerra arancelaria es un elemento más que pone de relieve la pérdida de confianza de EEUU como socio fibale", ha concluido Romero.

Esta nueva circunstancia no solo ha reorientado las alianzas estratégicas e históricas, sino que ha planteado profundas reflexiones entre los gestores de cartera. "El mercado bursátil de EEUU es más del 150% de su PIB, el dinero que hay en fondos de capital riesgo es casi el 100% de su PIB y el mercado inmobiliario representa el 200% del PIB. EEUU solo ha conseguido desarrollar ese mercado de bonos y acciones con dinero de otros países, fundamentalmente de los europeos", ha indicado Cane.

De hecho, EEUU representa el 50% de los mercados de capitales totales: "esto quiere decir que hemos llevado en los últimos años la mitad del dinero de nuestros clientes a EEUU". Sin embargo, el Dia de la Liberación marcó un punto de inflexión. "Pensábamos que teníamos carteras más defensivas por tener más peso en EEUU y nos hemos dado cuenta de que ahora es todo lo contrario. Hoy te fías menos de EEUU, no tanto de la economia si no de quién está al frente", ha concluido el director general de Afi Inversiones Globales.

Unión del mercado de capitales europeo

Este trasvase de capitales ha vuelto a poner sobre la mesa una de las grandes asignaturas pendientes de la Unión Europea: la creación de un mercado único de capitales. Frente a la fragmentación actual, que limita la escala y profundidad de las inversiones intraeuropeas, la necesidad de atraer y retener ahorro dentro de las fronteras comunitarias se ha convertido en una prioridad estratégica.

Por el momento, su puesta en marcha se ve lastrada por los obstáculos internos. Este martes, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha apuntado directamente a las restricciones impuestas por gobiernos nacionales a fusiones bancarias, como la del BBVA sobre Sabadell durante su intervención en el seminario sobre economía que celebra esta semana la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Según De Guindos, esas limitaciones “son muy difíciles de compatibilizar con el discurso de la Unión Europea sobre la unión del mercado de capitales” y también ha apuntado que hay que tener en cuenta la potencial reacción de “los inversores institucionales al respecto”.