Sobrevolará durante toda la Junta. Lo hará como un cielo repleto de nubarrones pendientes de que el sol puede despejarlas o que el viento arrecie con fuerza y las haga chocar. La tormenta tras el apagón está anunciada, pero no su intensidad. En realidad, sobre la cúpula de Red Electrica de España hace dos meses que amenaza lluvia. Cuando la mañana de este lunes Beatriz Corredor dé inicio a la Junta de Accionistas sabe que puede ser la última que presida. Sus defensores y sus detractores apenas se han posicionado en público. Lo han hecho con tono discreto y sin subrayar posiciones. Pero muchos hoy se lo dirán cara a cara, de accionista a presidenta. La clave será descifrar quiénes son mayoría, los que le dejarán caer o quienes apostarán por ella.
No parece que Corredor se limita a escuchar. No ha guardado silencio hasta ahora. En estas semanas se ha pronunciado para defender su gestión y reiterar que todo se hizo bien, que no asumirá ni errores ni el pago de indemnizaciones. Sabe que su futuro está en manos del Gobierno, del accionista mayoritario. El mismo que le colocó en el puesto y que ahora, a puerta de cumplir 57 años este martes, puede decidir que su tiempo como presidenta de REE se ha agotado.
El Ejecutivo tiene argumentos para ello. Incluso los ha llegado a dejar plasmados por escrito. El 20% de propiedad que tiene la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) es la que inclina cualquier balanza entre críticos y partidarios. De los doce miembros del Consejo de REDEIA –el holding del que depende Red Eléctrica de España- tres son designados por la SEPI. En la Junta telemática de este lunes se oficializará la designación de la exministra Arantxa González Laya como nueva consejera dominical y de Albert Castellanos como nuevo vocal.
Pero el nombre que más suena como posible relevo de Corredor es el de otra mujer: Natalia Fabra. La Junta le nombrará nueva vocal del Consejo de Redeia. Su perfil no es uno más. Hija de quien fuera presidente de Red Eléctrica y excomisario de la Comisión Nacional de la Energía, Jorge Fabra, Natalia ha formado parte hasta hace poco del órgano rector de Enagás. Un perfil que algunas fuentes ya han venido destacando para la convertirla en una posible candidata a relevar a Corredor como máxima responsable de REE.
Débil respaldo
El Gobierno de Sánchez por el momento ha mantenido un respaldo débil. Pese a no cuestionarla abiertamente, sí ha deslizado que la entidad que preside Corredor no hizo las cosas bien. Quizá le bastaría justificar que bajo su mandato y dirección España sufrió el mayor apagón eléctrico de su historia. Un grave incidente que ya recorre la fase de búsqueda de culpables y de quiebros para no hacer frente a indemnizaciones millonarias.
Corredor no ha dado un paso atrás. Se ha mantenido firme en la defensa de su labor. Incluso para cuestionar las conclusiones de la investigación del Ejecutivo sobre lo ocurrido el 28 de abril. La falta de planificación que se le reprochaba desde la investigación del Gobierno pronto la intento rebatir con un contrainforme -presentado sólo un día después- en el que REE limitaba la responsabilidad a las energéticas.
A comienzos de 2021 el Gobierno de Pedro Sánchez pensó en ella para sustituir a Jordi Sevilla, otro exministro socialista con Zapatero. Desde febrero de ese año la que fue ministra de Vivienda asumió el mando del órgano regulador de la red eléctrica nacional. Se trata de uno de los puestos de confianza mejor remunerados de cuantos designa el Ejecutivo. Sin embargo, tras el ‘cero energético’ el Gobierno apenas ha emitido señales de respaldo a Corredor. No al menos de modo explícito. En este tiempo a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, no se le han escuchado grandes halagos ni apoyos a Corredor.
Dos días después del apagón, apenas afirmó que había sido un “trabajo extraordinario” el realizado por todo el equipo de Corredor. Pero no en la gestión sino en la recuperación posterior al colapso energético. Más aún, mes y medio más tarde, el Gobierno emitió su dictamen e investigación y situó a Red Eléctrica como una de las responsables por no haber planificado de modo adecuado la red para ese día ni haber sabido reaccionar a tiempo cuando los problemas de sobretensión empezaron a aflorar. Lejos de reconocer errores, Corredor se ha reafirmado en la excelencia del trabajo realizado y en negar cualquier responsabilidad. La culpa fue de las eléctricas, ha insistido en todo este tiempo.
Accionistas críticos
Hoy en la Junta de Accionistas a Corredor le saldrán más voces críticas. El viernes, representantes de pequeños accionistas de la entidad lo dejaron claro: Corredor debe dimitir. En una comparecencia ante los medios, organismos con intereses en Redeia, como AEMEC de accionistas minoritarios, Better Finance o World Federation of Investors aseguraron que carecen del peso accionarial suficiente para forzar la salida de Corredor, pero no de razones para reclamársela. Aseguran que no haber reconocido ningún error siendo el responsable último de la red eléctrica no deja en buena situación a la sociedad. Siembra dudas e incertidumbre entre los accionistas e inversores, señalan. Tampoco ven bien lo que consideran una “falta de transparencia” en la gestión de la crisis.
Este grupo de accionistas, con relevancia suficiente para estar presente en la junta pero no para condicionar sus decisiones, recuerda que Redeia desoyó las advertencias que tiempo antes del apagón se le hicieron por problemas en la red y que éstas no se atendieron: "Los avisos que llegaban desde hacía tiempo no se tuvieron en cuenta", recuerdan, "queremos cambios, esta no es manera de gestionar una compañía estratégica como ésta. Si no cambia, irá a peor". Denuncian que lo sucedido constituye “un hecho de extrema gravedad para la seguridad y confianza de los inversores”. En particular ante el riesgo de que Redeia “pueda verse expuesta a reclamaciones de millones de afectados en el entorno español, portugués y francés”.
Uno de los accionistas de mayor relevancia tras la SEPI es Pontegadea. Esta sociedad, vinculada a Amancio Ortega, posee el 5% del accionariado. Es, junto a Enagás, con otro 5%, uno de los accionistas de referencia de la entidad. En ninguno de los dos casos ha trascendido cuál es su valoración sobre la gestión realizada por Red Eléctrica durante el apagón.
Oficialmente hoy el orden del día sólo plantea aprobar los nombramientos de nuevos vocales y la renovación de otros. También aprobar las cuentas anuales y el informe de gestión que pueda presentar la sociedad. En lo relativo al reparto de dividendos, de los 0,8 euros por acción previstos, se aprobará el abono de 0,6 euros por título el próximo 8 de julio. En enero ya se pagó el 0,2 euros restante.
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