La Comisión Europea acaba de firmar el acuerdo de financiación del Proyecto MARTE para desarrollar el futuro carro de combate principal de Europa, que podría sustituir a plataformas como el actual Leopard. Un paso que, junto a la primera reunión formal, supone que la iniciativa se ponga en marcha de forma oficial en un momento crucial para el Viejo Continente a nivel militar y armamentístico.

El objetivo de MARTE es diseñar la arquitectura y los sistemas de un tanque capacitado para responder a las amenazas actuales y futuras, capaz de adaptarse a las necesidades de los 12 países europeos que participan en el proyecto, entre los que está España. De esta forma, durante 24 meses se estudiará qué tecnologías debe incorporar y qué características y prestaciones debe tener, aunque las soluciones podrían extrapolarse luego a otros vehículos blindados.

El consorcio que se encargará de diseñar el vehículo está compuesto por 51 empresas europeas, entre las que hay seis españolas: Indra, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), Sapa Placencia, General Dynamics European Land Systems (GDELS, propietaria de Santa Bárbara Sistemas), Sener y Piedrafita Systems. Las compañías se han repartido el trabajo en distintos paquetes, que pueden dividirse a su vez en subproyectos.

El peso de las empresas españolas en el proyecto

Indra forma parte del equipo central del proyecto, junto a las alemanas Rheinmetall y KMW, la italiana Leonardo y la sueca SAAB. Entre sus funciones, además de encargarse de coordinar al resto de compañías españolas, la firma presidida por Ángel Escribano se encargará del sistema de misión del blindado, los sistemas inteligentes de gestión de combate (BMS), los sistemas de vigilancia 360º con inyección de información, los periscopios panorámicos potenciados con IA o las direcciones de tiro de alta precisión.

En paralelo, Indra también tendrá un papel protagonista en las actividades relacionadas con la protección activa, donde esperan poder definir las líneas de evolución de los futuros sensores para sistemas APS, diseñados para detectar, identificar y realizar el seguimiento de todo tipo de proyectiles y drones.

Por su parte, GDELS-Santa Bárbara participa como OEM (fabricante original del equipo), contribuyendo en todos los paquetes de trabajo del programa, aunque especialmente en temas relacionados con los requisitos del sistema, donde lidera la tarea de definición de perfiles de uso y misión que garantizan que el vehículo responda con precisión a las necesidades reales de los entornos operativos.

Desde el punto de vista tecnológico, también definirán conceptos de ciberseguridad, protección activa y pasiva e integración de sistemas tripulados, opcionalmente tripulados y no tripulados. En cuanto a la definición del sistema y su arquitectura, la empresa aplicará metodologías como el MBSE (Model-Based Systems Engineering) para la especificación y modelización a nivel de sistema. Y a nivel de subsistema, colaborará en la descripción detallada de aquellos elementos responsables de las soluciones tecnológicas clave previamente mencionadas.

EM&E participará en el proceso de estudio y diseño de un sistema de armas remotas que actúe como arma secundaria del carro, realizando estudios sobre la eficacia y letalidad del arma. En ese caso, ampliarán los conocimientos para desarrollar un RW más eficaz, potenciando la consecución de la mejor precisión y una reacción más rápida contra las amenazas activas. Además, EM&E colaborará en el análisis de los aspectos de interoperabilidad entre los sistemas heredados y los de nueva generación, y en el estudio de integración del sistema de control central que soporta los sistemas de cañón principal y armamento secundario elegidos.

Por su parte, Sener participará en los ámbitos MUT (siglas en inglés de vinculación entre unidades tripuladas y no tripuladas), autonomía, conciencia situacional e integración de UAV y UGV. Sapa liderará y coordinará la parte relativa al diseño de movilidad. Y Piedrafita analizará y propondrá diversas soluciones de suspensión y aportará su experiencia en gestión de energía a bordo para analizar las crecientes necesidades de potencia y evaluar opciones de distribuidores de potencia militarizados adaptados a los nuevos estándares del futuro carro.

¿Cómo podría ser el futuro carro europeo?

"Los teatros de operaciones de Ucrania y Gaza han demostrado que el concepto de carro de combate tal y como se entendía hasta ahora ya no será funcional ni operativo en las guerras del futuro", asegura Francisco Rubio Damián, coronel en situación de retiro del Ejército de Tierra. "Al principio del conflicto con Ucrania se hablaba mucho sobre la posibilidad de que los blindados estuvieran acabados como sistemas de armas. Creo que no es así, pero deben cambiar", añade.

Desde Indra visualizan que los sistemas de mando y control y autoprotección serán claves para que los futuros carros de combate puedan hacer frente a nuevas amenazas que están surgiendo (como el uso masivo de drones, nuevos proyectiles y misiles) y para que tengan capacidad para adaptarse de forma rápida a las que surjan en el futuro, ya que los sistemas se actualizan o escalan de forma más rápida mediante la modificación del software

Por otra parte, la compañía considera que la digitalización de los vehículos será crucial para que puedan operar en el futuro como un 'sistema de sistemas', de modo que puedan intercambiar datos en tiempo real y coordinarse como si formasen una única entidad incluso con otras plataformas aéreas, no solo terrestres. "Esta capacidad de combate colaborativo es el gran cambio que se está produciendo en el mundo militar y lo que aportará superioridad sobre el terreno, ya que multiplica la conciencia situacional e inteligencia, y por tanto la eficacia y capacidad de reacción, permitiendo además la conducción de operaciones multidominio", argumentan desde Indra.

Rubio apunta en la misma dirección, señalando además que los carros podrían ser más versátiles, ágiles y adaptables, con un tamaño más pequeño que los actuales -y por lo tanto, con menos tripulación a bordo- pero con la misma potencia de fuego o incluso más.

"La guerra de Gaza ha demostrado que los carros de combate tienen dificultades para operar en escenarios urbanizados, y si no eres capaz de conquistar ciudades no ganas terreno. Los carros del futuro deberán ser tecnológicamente muy avanzados, con sistemas robóticos, de IA y de conectividad que les hagan tener más capacidad de supervivencia y de combate y mayor conciencia situacional, a la par de una defensa eficaz ante proyectiles y drones", desliza el experto.

Con todo, Carlos Martí, consultor experto en defensa y seguridad, reitera que el proyecto MARTE, que califica como "muy ambicioso", tiene precisamente la tarea de diseñar desde cero el carro, por lo que todavía hay muchas incógnitas. "Es difícil saber cómo será, todavía no hay nada de información, está todo muy abierto. Incluso podría suceder que la iniciativa diera lugar a una nueva familia de vehículos, cada uno con configuraciones distintas", arguye.