Si conduce un vehículo eléctrico es muy probable que haya sido fabricado en China. Sí aún no lo hace, será el gigante asiático el que cuente con más papeletas para incitarle a hacerlo. La ‘fábrica’ del planeta se ha propuesto ser la gran factoría de la electrificación de la movilidad en el mundo y cada año que pasa está más cerca de serlo. Actualmente, siete de cada diez vehículos eléctricos que se fabrican en el mundo proceden de China. Sólo el año pasado sus fábricas de automóviles produjeron 12,4 millones de unidades.

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Y si no los producen directamente, tienen en sus manos muchos de los componentes y materias primas clave necesarios y demandados por otros fabricantes. Los chinos controlan también la producción de suministros y componentes necesarios. Las baterías son ejemplo de ello. Mientras Europa apenas produce el 7% de las baterías a nivel mundial, China no hace más que incrementar el control del mercado de fabricación: concentra el 90% del refinado de tierras raras y casi el 75% del procesado de minerales críticos.

El que sigue siendo uno de los países con mayores niveles de contaminación se ha propuesto acelerar el paso de la electrificación al mismo tiempo que controla el mercado. Son las fábricas y marcas chinas las que con este control marcan y condicionan precios, modelos y avances en el futuro de la electrificación de la movilidad en el mundo. Reflejo del ritmo que China está imponiendo a la electrificación son sus datos de matriculación. Sólo el año pasado el 60% de los vehículos que se matricularon en China fueron eléctricos.

La apuesta se refleja también en el importante impulso que está recibiendo la movilidad eléctrica para usos comerciales. En China se matriculan el 82% del total de los vehículos eléctricos comerciales medianos y pesados.

Impacto en la producción española

En el caso del mercado de automoción español, el año pasado Brasil adelantó a nuestro país y ocupó el octavo lugar como productor mundial de automóviles. En lo relativo a la fabricación de vehículos eléctricos puros, España retrocedió un 27% en su producción el año pasado y suma otro 20% en el primer semestre de este año. Actualmente la mayor parte de la producción española se concentra en los vehículos híbridos no enchufables –un 90% de ellos destinados a la exportación-. Y todo pese a que por ahora la planificación de la UE establece que deberán de dejarse de matricular en 2035.

Este mal comportamiento del mercado automovilístico español lo constata ANFAC, la patronal de fabricantes de vehículos, quien este miércoles informaba de la caída del 38% en la actividad comercial del sector. Un caída en las exportaciones en un 10% y un incremento de las importaciones del 8,8% está detrás de ese saldo negativo de 5.683 millones en el primer semestre de este año.  

Ha sido en los últimos años cuando el incremento y la velocidad de la transformación ha comenzado a dispararse. Según los datos que refleja May López, autora de un estudio del Business School de la Universidad de Barcelona sobre la movilidad eléctrica en el mundo y en nuestro país, actualmente en todo el planeta existen 58 millones de coches eléctricos. Esta cifra representa un incremento muy considerable en el último año, con un aumento del 29% respecto al 2023. Más aún, todo apunta a que la velocidad de electrificación incluso será mayor este año si tenemos en cuenta que en los seis primeros meses del año se han matriculado ya 9 millones de unidades. La previsión es que 2025 cierre con 20 millones más de coches eléctricos en el mundo. China fabricó el año pasado un 33% más de coches eléctricos que el año anterior y la previsión es que esa progresión y control del mercado siga creciendo.

El repunte de las ventas se percibe también en España. En el primer semestre de este año, y por primera vez en el mercado español, se matricularon más vehículos 100% eléctricos que diésel. Nuestro país lidera en este primer semestre del año las matriculaciones de este tipo de vehículos en Europa, con un crecimiento del 80%. Incluso el número de vehículo híbridos enchufables matriculados superó a los de motor diésel. Siguiendo la estela de lo ocurrido en China, en España cada vez más las empresas recurren a vehículos eléctricos para sus servicios comerciales. Sólo de enero a junio de este año se han matriculado en España más furgonetas eléctricas que en todo 2024.

Modelos SUV y gran tamaño

Sin duda, el precio es uno de los factores clave que está determinando el incremento de las matriculaciones. Las políticas de ayudas impulsadas por las administraciones y algunas compañías, así como los precios competitivos de los fabricantes chinos, están marcando la evolución del mercado, no sólo en España sino en toda Europa. Así, el cambio de tendencia en la UE se refleja en las matriculaciones de vehículos eléctricos. El año pasado crecieron un 21%, los diésel cayeron un 28% y los vehículos de gasolina un 21%.

Quien controla el mercado, influye de modo determinante en precios y modelos. Pese a que los vehículos eléctricos siguen siendo más caros, la producción procedente de China está rebajando el coste. Actualmente sólo el 5% de los modelos está por debajo de los 30.000 euros, según detalla el estudio de la OBS, frente al 25% de los vehículos de combustión.

La tipología de modelos más demandada es la de modelo tipo SUV y unidades más grandes. Se trata de las unidades más caras y rentables para los fabricantes. El efecto más negativo es que tanto su fabricación como su uso es el que menor reducción de emisiones contaminantes logra. El 70% de los modelos disponibles en la oferta de vehículos eléctricos del mercado corresponde a este tipo de vehículos. El estudio de la profesora López estima que en caso de que la fabricación preferente en el mundo fueran los modelos de tamaño medio se podrían haber ahorrado hasta 7.000 toneladas de litios y cobalto y 38.000 toneladas de níquel sólo en 2024.  

Se trata de una fotografía que muestra un claro avance en la penetración de la electrificación pero que sigue lejos de los objetivos que han marcado en la UE y España. En el caso de la UE, los algo más de 11 millones de coches eléctricos están muy lejos de los 30 millones que las autoridades comunitarias se han marcado alcanzar en 2030. En el caso de España., los algo más de 600.000 deberían multiplicarse por nueve para alcanzar los 5,5 millones que prevé el PNIEC.

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