El número de asalariados que realizan horas extra no remuneradas se ha incrementado un 27,5% desde el segundo trimestre de 2019. Periodo en el que entró en vigor la obligatoriedad de que las empresas registrasen las horas de entrada y salida de los trabajadores —el llamado registro horario— para combatir la "precarización del mercado de trabajo", según se establecía en el Real Decreto 8/2019 impulsado por la entonces ministra de Trabajo, Magdalena Valerio. Entonces había 329.700 personas que se quedaban trabajando más horas de las que se incluían en su horario laboral y además, sin percibir el incremento salarial correspondiente. Sin embargo, durante el segundo trimestre de 2025, la cifra se ha elevado hasta los 420.300 empleados, según la última Encuesta de Población Activa que publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Aunque se ha producido una reducción de 10.700 personas respecto del segundo trimestre de 2024, la tendencia en el largo plazo muestra un incremento gradual. En el segundo trimestre de 2020 había 321.700 personas que hacían horas extra no pagadas; en 2021, aumentaron hasta las 384.800; en 2022 volvieron a crecer aunque con mayor moderación que en el ejercicio anterior, hasta las 397.400; en 2023, se redujeron hasta las 363.300 para superar la barrera de los 400.000 en 2024, concretamente en 431.000 personas.
No obstante, el cómputo total de horas extra sin pagar se ha situado en las 2.821.300 horas semanales, un 3% menos que en 2019 y un 17,6% menos que en 2020. Estas diferencias significativas entre 2020 y 2021 indican que no existe una tendencia clara, a diferencia de lo que sí ocurre en el número de asalariados.
En esta misma línea, el número de trabajadores que han realizado horas extra pagadas también ha crecido desde 2019, y a un ritmo algo superior que entre los que no han recibido remuneración. En concreto, entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2025, el número de asalariados que realizaron horas extra pagadas ha aumentado en un 30,5%, desde los 399.200 hasta los 520.800. Estas tendencias suponen que, en conjunto, el 4,98% de los trabajadores españoles han hecho horas extra —ya sean remuneradas o no— durante el segundo trimestre de 2025, un alza del 13,7% desde 2019, cuando representaban el 4,38%.
Además, si desagregamos el dato, se observa que los mayores incrementos se han producido en los tramos de entre 1-3 y 7-9 horas extra semanales (pagadas y no pagadas), con alzas del 53% y del 41,7%, respectivamente. Mientras que en el segundo trimestre de 2019 había 137.600 trabajadores que realizaban entre 1 y 3 horas extra a la semana, en 2025 el número se ha disparado hasta los 210.500. Por su parte, los empleados que hacían entre 7 y 9 horas han crecido desde los 83.000 hasta los 117.600. También han aumentado los tramos de: 4-6 horas (+28,9%), 13-15 horas (+26,7%) y más de 16 horas (+14,8%). De hecho, desde 2019, solo ha retrocedido el tramo de entre 10 y 12 horas, donde se ha registrado una caída del 10,7%, pasando de los 145.700 trabajadores en 2019 a los 130.100 en 2025.
Por sectores, la educación ha concentrado el 21,8% del total de horas extra semanales no pagadas en el segundo trimestre de 2025, donde han hecho 615.300 horas. Les sigue el sector del transporte y almacenamiento (302.100 horas semanales), que ha aglutinado el 10,7% del total de horas extra no remuneradas; la industria manufacturera (269.200 horas que representan el 9,5% del total); la Administración Pública y defensa (239.200 horas, 8,5% total); el comercio y la reparación de vehículos (216.200, 7,7%); las actividades científicas y técnicas (212.300, 7,5%) y la construcción (170.300, 6%). De esta forma, si se suman todas las horas extra que realizan estos sectores, representarían un 71,7% del total computado por el INE.
Endurecer el registro de la jornada
Las horas extra no pagadas suponen una pérdida anual de 3.254 millones de euros, según los datos del informe de Comisiones Obreras (CCOO) que publicó en septiembre del año pasado. Una pérdida tanto para los trabajadores como para las arcas públicas, ya que por esas horas no se está pagando una cotización a la Seguridad Social.
En este sentido, los sindicatos CCOO y UGT han exigido este jueves el endurecimiento del registro horario para el próximo Consejo de Ministros a través de un Real Decreto, después de que fracasase el proyecto de Yolanda Díaz de la reducción de jornada laboral este miércoles, en donde se recogía su refuerzo. No obstante, de llevarse a cabo, quedaría limitada su aplicación al carecer de rango de ley. Aunque permitiría establecer aspectos técnicos, como la interoperabilidad del sistema o el desarrollo informático necesario para su puesta en marcha, no bastaría para incrementar las sanciones a las empresas o para obligarlas a llevar un registro digital.
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