Es el referente al que todos aspiran. Un logro por ahora imposible para la mayoría, y para España en particular. Electrificar la mayor parte de la movilidad es el reto que los países europeos se han marcado en su proceso de descarbonización de las carreteras. Hay quien prácticamente ya ha alcanzado la meta y quien acaba de comenzar a recorrer el camino. España está entre los segundos. Los países nórdicos están a la cabeza y a gran distancia en la electrificación de su parque móvil. La electrificación en Noruega es del 96,3%, según datos de Anfac, la patronal de los fabricantes de vehículos. En España, apenas alcanzamos el 18%.

Y no sólo Noruega. La vecina Suecia registra un porcentaje de vehículos eléctricos del 61,4%, Dinamarca incluso mayor, con un 67%, y Finlandia el 55,6%. Son cifras que nuestro país ve muy lejos, pero también la gran mayoría de países comunitarios. La media en la UE se sitúa en el 24%, con un bloque de países en los que la penetración del vehículo eléctrico es algo mayor pero aún alejada de los niveles nórdicos. En ese grupo estarían Francia, con un 23%, Alemania, con un 27%, Reino Unido, con un 32% y la vecina Portugal, con un 33%.

En el caso de nuestro país, el nivel de penetración del vehículo eléctrico nos equipararía a estados como Letonia, con un 18,1% de electrificación, o Estonia, con un 17,7%. Pese a todo, España superaría a países como Italia, con apenas un 10,7% de movilidad eléctrica, la República Checa, con un 9,7%, o Grecia, con un 11,8%.

El liderazgo de los países nórdicos se debe en gran medida a su mayor concienciación medioambiental. La apuesta por una movilidad sostenible comenzó mucho antes que en países como España y otros muchos de la UE. En esa carrera también contribuyó la política de ayudas y rebajas fiscales impulsadas por sus gobiernos y que han permitido que el acceso a vehículos eléctricos sea más sencillo y la descarbonización de las carreteras esté ya cerca de ser una realidad. A todo ello se debe sumar una red robusta de redes de recarga.

Fin de las ayudas

Fue en la década de los 90 cuando el país que lidera la electrificación de la movilidad comenzó a dar los primeros pasos. Desde entonces ha ido haciendo cada vez más atractivo decantarse por un vehículo eléctrico que por uno de combustión. Suprimir el impuesto de circulación a los eléctricos fue una de las primeras medidas. Eliminar el 25% de IVA fue la medida que mayor impulso generó para su compra al rebajar significativamente los precios. A todo ello se suma un plan de descuentos y beneficios como aparcamientos y peajes gratis en algunos puntos o incluso puntos de recarga gratuitos en determinadas localidades. El objetivo marcado por el Gobierno es alcanzar el 100% de movilidad eléctrica este año.

En España los planes de ayudas y la rebaja de los precios no es tan ambiciosa pero está teniendo una clara incidencia en la matriculación de coches eléctricos, fundamentalmente en turismos. En los ocho primeros meses de este año se han matriculado 138.256 turismo eléctricos puros e híbridos enchufables. Supone prácticamente el doble que durante los ocho primeros meses del año pasado. Los eléctricos puros suponen el 8% de las ventas y los híbridos enchufables prácticamente el 10% del total. Donde más está costando que penetre la electrificación es en los vehículos con usos comerciales e industriales –camiones-.    

En sector considera que es necesario seguir impulsando políticas de apoyo al vehículo eléctrico. Incentivos que se han demostrado eficaces y que están suponiendo un impulso evidente al proceso de electrificación de la movilidad. Muestra de ello es que la mitad de las comunidades autónomas ya han agotado las ayudas previstas en el III Plan Moves para este año. Una política de apoyo que se presupuestó en 400 millones de euros y que en comunidades como Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y Euskadi ya han agotado las ayudas.

Un 10% de la producción es eléctrica

Al lento crecimiento del parque electrificado en España se suma una ralentización y freno que el sector de la automoción está padeciendo en la fabricación de este tipo de vehículos. Las numerosas plantas de automoción han visto como la caída de producción del año pasado de vehículos eléctricos –con un descenso del 27%- se reconducía desde enero a agosto, al menos de modo leve, al registrar un repunte del 4% en la producción eléctrica. Sin embargo, en términos globales, la producción de todo tipo de vehículos en los ocho primeros meses ha descendido un 7% respecto al mismo periodo de 2024.

La caída de demanda se ha detectado fundamentalmente en los mercados europeos. En julio se fabricaron 187.643 coches en España, un 2,2% menos que en el mismo mes del año pasado. En agosto, el descenso fue aún mayor, del 4%. En lo que va de año, las exportaciones de vehículos fabricados en España ha caído un 10%.

Los vehículos electrificados –Híbridos enchufables y eléctricos puros- suponen casi el 10% de la fabricación de vehículos en España. Uno de cada diez, pertenece a esta categoría. Sin embargo, nuestro país continúa produciendo vehículos de gasolina, fundamentalmente. Representan el 40% de los producidos en nuestras factorías este año, seguido por los híbridos no enchufables, con el 26,4% de la producción, los vehículos diésel con el 21,4% y a continuación los electrificados: los eléctricos puros, el 4,7%, y los híbridos enchufables, el 5,2% del total. Los coches movidos por gas apenas suponen un 1,7% de la fabricación.