Es un objetivo en el que están implicados gobiernos de los 27 estados de la UE. El reto pasa por alcanzar los 3,5 millones de puntos de recarga en 2030. Por ahora está lejos, muy lejos de alcanzase. Actualmente los países europeos apenas suman un millón de cargadores, 912.000. El retraso sería aún mucho mayor si no llega a ser por iniciativas alejadas del ámbito de la automoción o la energía pero que también se han sumado al desarrollo de las redes de recarga para vehículos. Es el caso de la cadena alemana de supermercados Lidl, que cuenta con nada menos que con 8.855 puntos de recarga en Europa.

PUBLICIDAD

Esta cantidad de cargadores le sitúa como uno de los principales agentes que contribuyen a promover la electrificación europea. La cadena de supermercados, perteneciente al Grupo Schwarz, se coloca incluso por encima de la red de cargadores que actualmente tienen desarrollada 16 países europeos. Así, la red de casi 9.000 cargadores de Lidl está muy por encima de los 4.842 que tiene toda Irlanda, los 4.330 de Bulgaria, los 5.310 de Hungría o los 6.104 de Grecia.  

Sólo en nuestro país, la cadena de supermercados dispone de 271 tiendas equipadas con cargadores de vehículos y con las que suma hasta 654 puntos de recarga. Hace años que Lidl promovió esta medida como desarrollo de su apuesta por la sostenibilidad medioambiental y en la que incluye promociones para sus clientes con recargas gratuitas.

8.855 puntos de recarga

En un informe elaborado por DataPulse Research para MotoIntegrator se concluye que los supermercados se están convirtiendo cada vez más en “actores importantes en el panorama de la infraestructura de carga”. Destacan que poder combinar los hábitos de compra con un tiempo de permanencia suficiente para completar procesos de recarga, además de ofrecer buenos accesos y cobertura, son los aspectos que juegan a su favor. En Reino Unido también se han producido fenómenos similares con el desarrollo de este tipo de infraestructuras en cadenas de supermercados.

En el caso de Lidl, su mayor implantación se encuentra en el mercado francés, donde tiene instalados el 33% de sus 8.855 puntos de recarga. A ellos suma otro 10% en Alemania y un 5% en Hungría.

En la lista de grandes operadores de recarga eléctrica para vehículos Lidl se sitúa en 12º lugar, por detrás de algunas de las grandes compañías energéticas y petroleras. El estudio muestra cómo compañías energéticas como Total Energies lideran la red de recarga en Europa. El gigante francés del petróleo oferta 25.073 puntos, fundamentalmente en países como Bélgica, Holanda y Francia. En segundo lugar aparece la empresa de servicios nórdica, Vattenfall InCharge, con 22.921 puntos de recarga distribuidos fundamentalmente por Holanda y en menor medida por Suecia y Alemania. La italiana Enel ocupa el tercer lugar con 19.814 puntos, en gran medida en Italia, España y Rumanía.

Alemania, a la cabeza

El ritmo de desarrollo de la recarga eléctrica en Europa, al igual que en España, es muy bajo. Por ahora sólo representa el 26% del objetivo marcado para dentro de cinco años -3,5 millones de cargadores-. La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) fija en una cantidad muy superior las necesidades que tendrá Europa: 8,8 millones de cargadores en 2030. En el caso de España, los algo más de 48.000 puntos de recarga también representan un porcentaje muy reducido si se tiene en cuenta que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece un objetivo de 350.000 puntos de recarga para dentro de un lustro.

En el estudio se destaca el gran desarrollo que se está produciendo en un país como Turquía, cuyas políticas y planes de apoyo al coche eléctrico lo han convertido en el Estado con mayor incremento el año pasado al más que duplicar sus puntos de recarga. Los 11.800 que poseía en 2023 se incrementaron hasta los 26.000 a finales del año pasado.

El país con un parque de recarga más amplio es Alemania, con 181.438 puntos, seguido por Francia, con 135.432, y Holanda, con 119.731 puntos. Sin embargo, el que posee más puntos por cada 100.000 habitantes es Bélgica.

Baja potencia de recarga

La potencia de las redes es otra de las asignaturas pendientes. En la gran mayoría de los países europeos los cargadores de carga rápida, por encima de 150 KW, son muy pocos. Las excepciones son Noruega, con el 30,8% de cargadores rápidos, Letonia, con el 24% y Lituania y Estonia por encima del 19%. En España, según se apunta en este informe, el porcentaje cae al 7,2%. En el caso de Italia apenas alcanza el 5,6%, el 9,9% en Francia y el 2,3% en Holanda.

El estudio concluye que aún falta avanzar en la “potencia, transparencia y facilidad de uso” de las redes. Señala que cuestiones como la ausencia de una red adecuada en las principales vías, o en carreteras secundarias, así como dificultades como los pagos sin contacto, los precios bajos o “tiempos reales” de carga no ayudan a generar confianza en la movilidad eléctrica de los ciudadanos: “Potencia donde se conduce, cercanía donde se vive, fiabilidad cada vez que se enchufa: esa es la tarea de aquí a 2030”, concluye el estudio.  

En España se estima que uno de cada cinco cargadores eléctricos de la red que existe en nuestro país no está operativa. Anfac asegura que alcanza el 22% de la red en términos generales, pero en algunos casos es significativamente superior. Es el caso de Galicia, donde de sus 2.772 puntos de recarga de acceso público instalados el 26% no está operativo. Algo similar sucede en la Comunidad Valenciana, con cerca del 25% de sus 6.755 cargadores fuera de servicio. En Madrid, Cataluña y Andalucía, las comunidades con una red más amplia la situación es muy parecida. En los tres casos el porcentaje de sus puntos de recarga fuera de servicio oscila entre el 21% y el 22%. Es decir, uno de cada cinco.

PUBLICIDAD