Figura desde hace mucho tiempo en los puestos de cabeza de los ‘ranking’ por mayor contaminación ambiental. La fuerte industrialización de China en las últimas décadas lo mantiene como un gigante del impacto al medio ambiente. Pero el segundo país más poblado del mundo -1.424 millones de habitantes- tiene en marcha procesos con los que confía en revertir o reducir el impacto contaminante. La electrificación de su economía es uno de ellos, la apuesta por las energías renovables otro que empieza a irrumpir con mucha fuerza.
China se ha convertido, a mucha distancia, en el país con mayor capacidad de generación de energía fotovoltaica. Actualmente, del total de la capacidad instalada en el mundo, el país asiático posee el 46%. De los 2.246 GW de capacidad de energía solar que hay instaladas en el planeta 1.048 GW se encuentran en China. Estas cifras suponen más del triple que todos los países de la Unión Europea juntos, y casi cinco veces más que la potencia fotovoltaica que tiene instalada Estados Unidos.
Y el reto es seguir avanzando a un ritmo imparable los próximos años para intentar combatir los aún altísimos ratios de contaminación de su economía. Muestra de ello es el incremento que China experimento sólo el año pasado. De toda la nueva capacidad que se instaló en 2024, el 52% procedía de China: 357 GW de los 602 GW de nueva capacidad fotovoltaica. Supuso un crecimiento de capacidad muy importante, al duplicar la que llevó a cabo industria fotovoltaica China en 2023.
La apuesta por la energía fotovoltaica que está haciendo el gigante asiático se está dejando notar en el desarrollo que esta energía renovable tiene en el mundo. En términos globales el desarrollo es muy notable en los últimos años, según se constata en el anuario de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Basta mirar lo sucedido en 2021, hace sólo cuatro años, cuando las nuevas instalaciones puestas en marcha en el mundo sumaban una capacidad global de 174 GW. Un año después se dispararon hasta los 242 GW y a los 456 GW en 2023.
La irrupción de la India
Y si su músculo fotovoltaico es poderoso, lo es también en términos industriales. China construye de forma paralela una industria que amenaza con acercarse a monopolio. Sólo en la producción de paneles fotovoltaicos, el año pasado copaba el 80% del mercado. Y se trata de un porcentaje menor al 84% que poseía un año antes. Los incentivos a la fabricación que existen en otros países que también están desarrollando esta energía ha ‘robado’ parte de esa cuota de mercado a China. Potencias como India o Estados Unidos también han acelerado su capacidad manufacturera, pero aún lejos del ritmo al que lo hace la industria China.
Además de China, otras potencias como India están reforzando su apuesta por la energía solar. Sólo el año pasado incrementó en un 25% su capacidad fotovoltaica, que la convierte ya en la cuarta potencia con 124 GW, por delante de Alemania (99,8 GW) y Japón (96,9 GW). Este comportamiento demuestra que la fotovoltaica se consolida como la principal fuente renovable. Sólo en 2024 supuso el 75% de toda la capacidad renovable instalada en el mundo y el 60% de la energía limpia que se generó.
En los países asiáticos se concentró el año pasado más del 50% de la capacidad de subasta en solar fotovoltaica. Lo hizo no sólo por China sino también por el buen comportamiento de India, que registró un máximo histórico.
En el caso de España, nuestro país ha convertido a esta energía renovable es la principal fuente del ‘mix’ que mueve nuestra economía. El año pasado nuestra capacidad se reforzó con otros 7,5 GW, lo que amplía la capacidad acumulada hasta los 47,4 GW. Sin embargo, el sector lamenta que el proceso de electrificación en nuestro país avance a un ritmo menor del deseado, lo que limita la capacidad de nuestra economía de absorber la energía limpia que se genera. El informe de UNEF recuerda que entre 2019 y 2024 sólo se ha reducido dos puntos el consumo de combustible fósil, del 69% al 67%.
El mercado español
La necesidad de estabilizar los precios en el mercado eléctrico es una de las inquietudes más presentes en el sector. Los precios negativos en el mercado no se logran contener. Sólo este año se acumulan 759. El lento proceso de electrificación y el insuficiente avance en el almacenamiento energético están complicando la estabilización de precios. También se considera necesario el refuerzo de la red eléctrica, además de una mayor reducción en el consumo de combustibles fósiles para que la situación pueda mejorar.
En nuestro país, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, al cierre de 2023 existían más de 63.000 instalaciones fotovoltaicas. Es además en la denominada ‘España vaciada’ donde más están creciendo. Entre las diez provincias con mayor superficie dedicada a la generación de energía solar figuran Teruel, Zamora, Cuenca, Palencia o Ciudad Real. Si a ellas les sumamos Badajoz y Albacete representan la mitad de toda la superficie de generación fotovoltaica del país.
Si en 2019 apenas representaba 20.000 hectáreas la que en España se dedicaba a instalaciones solares, sólo cuatro años después esa cifra llega a superar las 49.000 hectáreas. En los últimos tres años el crecimiento anual se ha mantenido más o menos constante con casi un incremento interanual del 20%.
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