La mesa de diálogo entre el Ministerio de Seguridad Social y las asociaciones de autónomos se está calentando. La primera propuesta de la ministra Elma Saiz planteaba una subida de cuotas de los autónomos entre 200 y 2.500 euros anuales en 2026, pero el rechazo general del colectivo y la falta de apoyos en el Congreso de los Diputados obligaron a Saiz a dar marcha atrás. Este lunes, la titular de Seguridad Social ha presentado un nuevo borrador en el que se congelan las cuotas de los tres primeros tramos, es decir, para quienes ingresan menos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Sin embargo, lejos de apaciguarse, el pulso ha escalado. Este martes, los autónomos han exigido una rebaja para los que menos ganan. El presidente de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), Lorenzo Amor, propone crear un tramo superreducido para quienes ingresen menos de 400 euros al mes, con una cuota de apenas 100 euros, frente a los 200 actuales. En la misma línea, la secretaria general de UATAE (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores), María José Landaburu, reclama avanzar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo que proteja al colectivo y donde un autónomo que gane menos de 670 euros no siga aportando el equivalente al 30% de sus ingresos en cuotas de cotización, mientras que uno que gana 6.000 euros solo aporta el 8,8%.

Una postura que ha sido avalada por el Congreso de los Diputados y que deja todavía menos margen de maniobra a Saiz. Este miércoles, el Partido Popular ha presentado una iniciativa para pedir al Gobierno que revise a la baja "los impuestos que pagan las familias y autónomos" y, entre otros puntos, que no se aplique una subida de cuotas a los trabajadores por cuenta propia para el año que viene y exima a estos de IVA cuando facturen menos de 85.000 euros al año. Una petición que ha sido aprobada gracias al respaldo de Vox, Junts, Coalición Canaria y UPN. Por su parte, Esquerra Republicana (ERC) y el PNV se han abstenido, mientras que PSOE, Sumar, Podemos, BNG y Bildu han votado en contra.

En paralelo, UATAE ha publicado también este miércoles el Observatorio del Trabajo Autónomo, donde se recoge que el 79% de los autónomos considera que el sistema de cotización por ingresos reales debe basarse en el principio de que quienes menos ingresen, paguen menos. "Los autónomos tienen claro lo que significa justicia social, que no es otra cosa que pagar en función de lo que se gana y se mejore la protección social del conjunto del colectivo", ha señalado Landaburu, que advierte de que "no puede haber un sistema que castigue a los que menos tienen mientras se perpetúan las desigualdades".

Pero, ¿cuánto pagan los autónomos?

El doctor en economía y vicedecano de EAE Business School, Juan Carlos Higueras, explica que el sistema de los autónomos parte de una diferencia estructural: "En el caso de los asalariados, la mayor parte de la cotización la asume la empresa y el trabajador aporta solo una fracción menor. Pero el autónomo es, a la vez, su propio empleador y tiene que cubrir ambas partes. Eso implica una carga más alta, con menos protección —por ejemplo, no tienen derecho al subsidio de mayores de 52 años— y sin la estabilidad que ofrece un contrato laboral".

En la misma línea, el presidente de Economistas Asesores Laborales del Consejo General de Economistas, Jesús Fernández-Bravo, subraya que el problema no es solo la cuantía, sino la rigidez del sistema: "Para un autónomo con ingresos bajos, la cotización a la Seguridad Social representa un esfuerzo económico muy superior al de un trabajador por cuenta ajena con salario equivalente. El trabajador por cuenta ajena se beneficia de una cotización proporcional a sus ingresos y cofinanciada por su empresa, mientras que el autónomo paga una cuota fija elevada, incluso en meses sin ingresos".

Esta diferencia teórica se traduce en cifras muy concretas. Si la nómina de un asalariado y un autónomo es de 1.000 euros, en el caso del autónomo, tendrá que pagar 275 euros mensuales (el 27,5% de sus ingresos) al situarse en el tramo 3, correspondiente a ingresos entre 900 y 1.125,9 euros. Por su lado, el trabajador asalariado cotiza el 6,35% de su salario bruto, unos 63,5 euros, mientras que su empresa asume otro 30% adicional, alrededor de 300 euros. En total, se aportan 363 euros al mes a la Seguridad Social, pero el empleado solo paga directamente una pequeña parte.

Los sindicatos hablan

Por su lado, los sindicatos, que habían mantenido un perfil bajo durante la borrasca que arrasó la primera propuesta de Saiz, han decidido intervenir en el debate de los autónomos. Este jueves, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha mostrado su indignación ante lo que considera un intento de la patronal —CEOE y ATA— de boicotear el acuerdo de 2022 y “romper los consensos del Pacto de Toledo”.

Sordo ha denunciado que las organizaciones empresariales buscan mantener un sistema que desprotege a los autónomos con menos recursos mientras favorece a los que más ganan: "Es un escándalo plantear que este sistema que desprotege a millones de personas autónomas, además, sea un chollo para quienes están ganando más de 4.000, más de 5.000, más de 6.000 euros cada mes y que se planteen incrementos en su base de cotización por debajo de la inflación".

Las críticas de CCOO inciden en la subida de las cuotas para los tramos más altos. El plan actual plantea incrementos de entre un 2% y un 2,5% —equivalentes a unos 14 euros mensuales para quienes ganan más de 6.000 euros al mes—, frente a los aumentos previstos en el borrador anterior, que llegaban a superar los 170 euros mensuales en esas franjas.