El Consejo General del Notariado (CGN) ha advertido de que la edad media de acceso a la compra de vivienda en 2025 se ha situado en los 47 años. Se trata de un incremento de siete años al tomar de referencia el año 2007, cuando la edad media era de 40 años. No obstante, el director del Centro Tecnológico del Notariado del CGN, Alberto Martínez Lacambra, ha explicado este jueves, durante la presentación del nuevo portal de vivienda, que se trata de "una conducta de normalidad" vinculada al envejecimiento de la población, es decir, al incremento del peso de las generaciones mayores en el conjunto de compradores.

Pese a ello, Martínez Lacambra ha subrayado que la verdadera problemática está en el acceso de los jóvenes. "La presencia de los jóvenes en el mercado se ha reducido de forma drástica", ha alertado. En 2007, las compraventas realizadas por las personas de 18 a 30 años representaban el 22,53%, mientras que en 2025 ese porcentaje se ha hundido hasta el 9,55%, reflejando la dificultad creciente de este grupo para acceder a la vivienda.

De hecho, el director del Centro Tecnológico del Notariado del CGN se ha lamentado de que esta situación ha estado ocurriendo desde hace casi una década: “Hemos pasado de un sistema que ofrecía vivienda a los jóvenes a uno que ya no la hace”. Por ello, ha planteado la necesidad de ampliar el rango de edad de las ayudas públicas hasta los 40 o 45 años, con el fin de incluir a quienes, pese a seguir siendo jóvenes económicamente, no han podido acceder a una vivienda durante los últimos años y han quedado fuera de los programas de apoyo.

Los compradores extranjeros concentran el 20% de las operaciones de vivienda en 2025, frente al 7,5% de 2007

Asimismo, durante la presentación del nuevo portal, también se ha abordado la presencia de los compradores extranjeros en el mercado inmobiliario español. Mientras que en 2007 las adquisiciones de vivienda por parte de compradores foráneos —sumando residentes y no residentes— representaban el 7,5% del total, a partir de 2013, los precios se hundieron tras la crisis financiera de 2008 y fue entonces cuando los extranjeros dispararon sus compras hasta que, en 2025, han alcanzado el 20,3%.

No obstante, hay más incidencia en algunas regiones, por ejemplo, en Alicante representaron el 53% de las compras (el 36% de no residentes); en Canarias, el 45% y en Baleares, el 42%. Anualmente, los foráneos compran entre 50.000 y 60.000 viviendas.

Pese a ello, Martínez Lacambra ha explicado que los inversores extranjeros no residentes apenas poseen entre el 1% y el 1,5% del total del parque de viviendas en España, aunque advierte de que su peso en el mercado de compraventa se ha ido incrementando en los últimos años.

¿Burbuja inmobiliaria?

En cuanto al debate sobre una posible burbuja inmobiliaria, el director del Centro Tecnológico del Notariado ha comparado el fenómeno con la evolución del precio del oro: “Cuando hablamos de que el precio del oro se ha triplicado desde 2007, no hablamos de burbuja, sino de refugio. Aquí quizá ocurre lo mismo aunque lo cierto es que el mercado se está calentando”.

Según el nuevo portal presentado este jueves por el Consejo General del Notariado, el precio del metro cuadrado se ha encarecido un 52,8% desde 2014 —desde los 1.235 euros/m² en 2014 hasta los 1.887 euros/m² en 2025—. Y tan solo en los últimos ocho meses lo ha hecho un 8%, lo que refleja una aceleración destacada de los precios y todavía es más acusada en algunas regiones: en Madrid se ha registrado un alza del 15,2% y en Barcelona, un 9,3%. Además, ha descartado la idea de un vuelco repentino del mercado, como se produjo tras la crisis de 2008, al considerar que el menor nivel de endeudamiento de los hogares actúa como un factor de estabilidad.

Por todo esto, ha reclamado la puesta en marcha de un Pacto de Estado por la Vivienda que aborde el problema desde una perspectiva estructural. “Hace falta vivienda”, ha subrayado al recordar que en 2006 se finalizaron 658.000 viviendas en España, mientras que en la actualidad apenas se construyen entre 80.000 y 90.000 al año. Una circunstancia crítica si se cruza esta cifra con la creación de nuevos hogares. Al hacerlo, España acumula un déficit anual de entre 150.000 y 200.000 viviendas.

Además, ha destacado que el esfuerzo de las políticas públicas no debe centrarse exclusivamente en aumentar la oferta de suelo, sino también en "crecer en el ámbito territorial", es decir, reforzar el transporte público y las infraestructuras que conectan las zonas periféricas para facilitar el acceso a la vivienda más allá de los grandes núcleos urbanos, espacios en los que más se concentra el alza de los precios.