Telefónica ya ha trasladado a los sindicatos su intención de ejecutar un ERE para dar salida a 6.088 empleados procedentes de siete filiales distintas. Pero ahora las dos partes iniciarán una maratón de reuniones para llegar a un acuerdo definitivo sobre este nuevo plan de despidos, que debería cerrarse en los próximos 28 días.
En el último ERE de la operadora, firmado en enero de 2024, Telefónica propuso inicialmente un recorte de plantilla de 5.124 personas, que acabó rebajándose tras una ronda de negociaciones hasta la cifra definitiva de 3.420 salidas. En esta ocasión, los sindicatos tienen visiones distintas sobre qué margen tienen para disminuir el número.
"Nuestra intención es que las salidas sean prioritariamente voluntarias", explican desde CCOO, "pero todo dependerá de cómo reaccionen los trabajadores para ver si se rebaja la cifra final de despidos o no. No depende tanto de nosotros, sino de cómo lo acoja la propia plantilla", rematan.
Desde UGT, sin embargo, tienen una visión completamente diferente. "Hay que hacer precisamente el trabajo contrario", arrancan diciendo. "La empresa ha movido ficha ahora, pero nuestra posición es que el número de salidas sea lo más bajo posible", relatan. En esa línea, aseguran que están dispuestos a "forzar la maquinaria" al máximo, independientemente del número de voluntarios que quieran presentarse.
"Estamos haciendo todos los análisis de las pirámides poblacionales de cada filial para hacer el esfuerzo de reducir la cifra de los 6.088 planteados por Telefónica", inciden en UGT. La postura es parecida a la de Fetico-Sumados, que defiende que "desde luego el número tendrá que bajar de forma sustancial para asegurar que no existan despidos forzados".
Más allá de cuál sea la cifra definitiva de despidos, los sindicatos tienen intención de pelear para mejorar las condiciones de la plantilla que se quede en la compañía. Según las últimas memorias de Telefónica, en 2024 contaban con 25.000 empleados en España, y los representantes de los trabajadores quieren aprovechar la situación para conseguir algunas mejoras.
"Estamos analizándolo todo. Pero este tema es precisamente el que vamos a empezar a negociar este miércoles para ver la predisposición que tiene la empresa", deslizan desde UGT, donde consideran que revisar las condiciones del teletrabajo y la jornada laboral serían las dos medidas "que más podrían beneficiar a la plantilla y que no tendrían impacto económico". "Pediremos extender los convenios colectivos en todas las filiales, y no solo en las afectadas. Pero luego estudiaremos cómo amoldarnos a cada empresa para ver posibles mejoras concretas, por ejemplo en los salarios", afirman.
En CCOO la primera reclamación será la "estabilidad y garantía de trabajo" para los próximos cinco años, el periodo que contempla el nuevo plan estratégico de Telefónica. "Necesitamos que la gente esté tranquila, porque ha habido mucho varapalo con estos ERE y no queremos que un cambio político o en el accionariado de la empresa provoque otro. Y luego tendremos que revisar cosas como los salarios o el teletrabajo, que interesan mucho a la plantilla", destacan.
En Fetico-Sumados explican que sus reivindicaciones pasarán por vigencia hasta el 2030 del convenio y revisiones salariales en el 2026 y 2029. Y luego pretenden entrar en otros tres ejes concretos: clasificación profesional, modelo de remuneración salarial y conciliación.
Las filiales que podrían tener problemas para encontrar voluntarios
Desde CCOO apuntan que no están preocupados por los despidos de las tres principales filiales afectadas (Telefónica España, Telefónica Soluciones y Telefónica Móviles), que forman parte del CEV (Convenio Colectivo de Empresas Vinculadas). "En el último ERE, que afectó a estas empresas, hubo más peticiones para apuntarse al proceso que plazas disponibles. Y esperamos que en este caso sea parecido, por eso no nos preocupa tanto", sostienen.
En otras tres jurídicas, como son Telefónica Global Solutions, Telefónica S.A. y Telefónica Innovación Digital, CCOO muestra más dudas sobre la posibilidad de que los cupos se cubran de manera voluntaria. "Las pirámides poblacionales, la antigüedad y la edad de esas plantillas son bastante distintas a las de las empresas del CEV", comentan.
Por último, Movistar+ puede considerarse que va por libre, porque no pertenece al CEV pero sí hay más optimismo para intentar evitar los despidos forzosos. "No han tenido un ERE en años, así pensamos que podría haber muchos voluntarios", recalcan en CCOO.
La ronda de negociaciones se organizará a partir de ahora en dos tandas. Los lunes y los miércoles de cada semana se negociarán los ERE de las tres filiales que componen el CEV. Y los martes y los jueves las dos partes se sentarán a hablar sobre las otras cuatro jurídicas. De nuevo, Movistar+ va por libre, porque durante esta primera semana las negociaciones de su plan de despidos tendrán lugar el lunes y el miércoles, pero a partir de la semana cambiarán a martes y jueves.
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