La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó este miércoles un estudio sobre la situación económica de España en el que advertía de que el principal riesgo para la evolución de la deuda pública procedía del "aumento de las presiones fiscales a largo plazo, impulsadas principalmente por el envejecimiento de la población y el aumento del coste de las pensiones". Este jueves, el organismo ha publicado otro informe —esta vez con perspectiva comparada— en el que analiza en detalle los sistemas de pensiones de los países miembros, donde profundiza en los desafíos derivados del envejecimiento y la sostenibilidad financiera.

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En línea con las recomendaciones de otros organismos internacionales como el FMI, la OCDE ha instado a los Gobiernos de los 32 países que la integran a adoptar medidas orientadas a prolongar la vida laboral de los trabajadores de mayor edad. Y, aunque reconoce que España ha introducido reformas orientadas a incentivar el retraso de la jubilación, también considera que existe margen de mejora. Así, el organismo destaca el caso del bonus del 4% por demorar el acceso a la pensión, cuyo diseño podría estar limitando su eficacia real.

La reforma de las pensiones de 2021 impulsada por el entonces ministro de Seguridad Social y actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, introdujo un incentivo económico para aquellos trabajadores que querían demorar su jubilación más allá de la edad legal. Este mecanismo permite aumentar la cuantía de la pensión un 4% por cada año completo de demora y, desde 2025, un 2% por cada semestre trabajado adicional, siempre que el retraso sea de al menos 18 meses. Un bonus que puede cobrarse como un incremento mensual de por vida o, alternativamente, en forma de un pago único.

El pago único: la mitad de rentable que el aumento mensual

Aunque la OCDE reconoce que "la opción de pago único podría ser una buena herramienta para animar a algunas personas a retrasar su jubilación, ya que algunas encuestas indican que algunas personas prefieren recibir el pago único", advierte de que esta alternativa puede ser mucho menos rentable para el trabajador.

En concreto, alerta de que "la elección entre ambas opciones dista mucho de ser actuarialmente neutra, ya que la suma global sería muy inferior a lo que la mayoría de las personas podrían esperar recibir actuarialmente del aumento del 4% en sus pensiones mensuales". Es decir, al analizar cuánto dinero se recibiría en total a lo largo de toda la jubilación teniendo en cuenta la esperanza de vida, la inflación y el rendimiento del dinero, optar por el pago único supone cobrar menos que si se elige el incremento mensual.

De hecho, el organismo cuantifica esa diferencia al señalar que "según el cálculo del patrimonio de las pensiones, una persona con un salario medio que se jubile en 2024 puede esperar recibir, en términos actuariales, alrededor de la mitad de la prestación diferida si la cobra como suma global, en comparación con la bonificación mensual". En otras palabras, quien elija el pago único podría acabar recibiendo aproximadamente solo el 50% del beneficio total que obtendría si optara por aumentar su pensión cada mes de por vida.

Un diseño deficiente que, según advierte la OCDE, resulta especialmente problemático porque este tipo de incentivos deberían jugar un papel clave para retrasar la edad de jubilación y contener el gasto, justo cuando España se enfrenta a uno de los procesos de envejecimiento más rápidos y costosos de entre todos los países de la OCDE.

España, a la cabeza del gasto en pensiones

En este sentido, la Organización también ha explicado que la relación entre la población en edad avanzada y la población en edad de trabajar "se acelerará con especial rapidez en Luxemburgo, México, España y Turquía, donde se prevé que crezca más de tres veces más rápido entre 2025 y 2050 de lo que lo ha hecho desde el año 2000". De hecho, mientras que han estimado que, de media de los países que componen el organismo, el número de personas mayores de 65 años por cada 100 personas en edad de trabajar pasará del 33% de 2025 hasta superar el 52% en 2050; en el caso de España han señalado que el avance será "de más de 25 puntos", frente a los 19 del promedio de la OCDE.

A ello se suma el dato de que España será el país de la OCDE que mayor porcentaje de PIB destinará a pagar pensiones dentro de 20 años. Mientras que en el conjunto de los 32 países de la OCDE analizados en el informe, el porcentaje de PIB destinado a las pensiones se incrementaría desde el 9% estimado para 2025 al 10% en 2050; en el caso de España, la OCDE prevé que el gasto anual pase del 13,7% del PIB en 2025 al 17,3% en 2050, en línea con las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fsical (AIReF).

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