El Ejército del Aire y del Espacio contará en 2026 con las primeras tres unidades de los nuevos Eurofighter. Así lo anunció este martes el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), general Francisco Braco, que no quiso precisar la fecha exacta.

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Desde Airbus, la empresa fabricante, aseguran que el programa Halcón, dividido en dos fases, supondrá una "mejora significativa de las capacidades aéreas de España". La primera fase, llamada Halcón I, contempla la compra de 20 Eurofighter hasta 2030. La segunda, Halcón II, supondrá la llegada de otros 25 cazas entre 2030 y 2035. Teniendo en cuenta que España cuenta actualmente con 70 Eurofighter Typhoon, nuestro país pasará a disponer en total de 115 cazas Eurofighter de distintas versiones. Por poner en contexto, solo Alemania y Reino Unido tienen más.

Las tres primeras unidades se destinarán al Ala 14 de la base aérea de Albacete, aunque está previsto que sirvan para retirar la flota de F-18 que se opera desde la Base Aérea de Gando (Canarias). Sobre el papel, los Halcón están equipados con aviónica avanzada, radar de barrido electrónico (E-Scan), sistemas de armas mejorados capaces de operar Brimstone III y Full Meteor, nuevos sensores y conectividad mejorada.

"El programa Halcón era una mejora muy necesaria", explica una fuente del sector, que detalla que permitirá mantener la plataforma al máximo nivel, dentro de sus posibilidades, especialmente gracias a su nuevo radar AESA, "que no necesariamente ve más y mejor, sino que sobre todo es mucho más versátil y permitirá gestionar amenazas mucho más pequeñas, como los drones".

"La renovación de los F-18, tanto en Canarias como en Zaragoza, es muy positiva por el momento de vida en el que se encuentran", incide una segunda fuente, que recalca, además, que este programa revertirá directamente en industria española porque nuestro país está "muy involucrado" en él.

En ese sentido, ve especialmente positivo el refuerzo que supondrán los Eurofighters para Canarias. "Es un mensaje necesario sobre ese 'portaaviones en el Atlántico' que son las Canarias, y que refuerza la capacidad de defensa de las islas, que debe proyectarse más allá del mar territorial y ante posibles contestaciones en las aguas", desliza.

Todo en un momento en el que Marruecos está aumentando sus exigencias marítimas y del espacio aéreo. En las últimas semanas este periódico ha contado como la prensa más cercana al Gobierno marroquí detallaba que Rabat pretendía, entre otras cuestiones, conseguir la cesión del monte submarino Tropic (una prolongación de las islas Canarias rica en minerales críticos y tierras raras). Y también redibujar la delimitación de las aguas, adjudicándose como marroquíes las del Sáhara Occidental, un territorio autónomo del que España sigue siendo potencia administradora. Lo que significa que, sobre el mapa, continúan siendo aguas españolas.

Las reivindicaciones del reino de Mohamed VI también apuntan hacia el espacio aéreo del Sáhara, gestionado actualmente por España desde Canarias. A cambio, Rabat ofrece "seguridad jurídica reforzada" para las islas y un supuesto win-win. Esta semana España y Marruecos celebran en Madrid una reunión de alto nivel con estos temas sobre la mesa.

Ante ese contexto, una de las fuentes consultadas destaca que el Eurofighter es un caza "muy comprobado, con excelente rendimiento, y con resultados muy satisfactorios" para el Ejército del Aire en sus diferentes versiones. Pero también señala algunas dudas.

"Sabemos que, operacionalmente, el Eurofighter no da para más, por lo que es un buen momento para abrir la discusión sobre a qué caza de quinta generación debería apuntarse España, ahora que parece que hemos descartado comprar los F-35", apunta, "tanto por la quinta generación en sí, que supone un salto cualitativo, como por la preferencia del Ejército del Aire por tener dos plataformas y no depender solo de una, algo que venimos haciendo hasta ahora combinando los cazas de serie F con los Eurofighter", añade. 

Fabricados en Getafe

La apuesta de España por los nuevos Eurofighter es clara. Juntando las dos fases del programa, el Gobierno ha invertido más de 6.600 millones de euros para comprar 45 unidades. A cambio, un estudio de PwC estimó que el país se garantizará 26.000 empleos acumulados y un retorno anual de 1.300 millones de euros en concepto de fabricación y mantenimiento de estas aeronaves y de otros 300 millones de recaudación fiscal.

Las aeronaves han sido impulsadas en un programa conjunto entre España, Reino Unido, Alemania e Italia, algo que, como han demostrado otros proyectos como el FCAS, no siempre es fácil. En concreto, nuestro país tiene el 14% de participación en el programa Eurofighter, en base al número de aviones que compra. Y ese mismo porcentaje se sigue en el proceso de industrialización, aunque todas las unidades españolas que se están construyendo se ensamblan, prueban y entregan en las instalaciones de Airbus en Getafe.

"El Halcón dota al Ministerio de Defensa y a nuestras Fuerzas Armadas de soberanía aérea, que en los tiempos que corren es muy importante. Es un producto español y europeo", explicó hace unos meses a este periódico Marcos Parser, responsable de marketing del programa Eurofighter en Airbus. "Los aviones han sido diseñados para cubrir nuestras necesidades en materia de Defensa. Tienen una capacidad en aire excelente, y es un avión multirrol, lo que significa que puede configurarse para prácticamente cualquier misión. Por eso serán, sin duda, uno de los pilares centrales de la Defensa española", zanjó.

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