La reestructuración de horarios en la línea Madrid-Galicia deja sin conexión a primera hora a quienes trabajan en la comarca zamorana pero residen en la capital. El conflicto ha escalado con protestas ciudadanas, demandas judiciales y críticas desde las instituciones de Castilla y León.

PUBLICIDAD

La reciente modificación de horarios en la línea ferroviaria de Alta Velocidad Madrid-Galicia ha dejado sin conexión matinal a la estación de Sanabria AV, un cambio que ya tiene consecuencias en los servicios públicos de la zona. Sanitarios, docentes y otros trabajadores que residen en la ciudad de Zamora pero se desplazan a diario a la comarca de Sanabria se plantean ahora abandonar sus destinos laborales ante la imposibilidad de llegar a tiempo en tren. Entre los afectados hay profesionales del sistema sanitario público que llevaban años prestando servicio en el área de salud sanabresa.

El Colegio de Enfermería de Zamora ha alertado este domingo de la situación y ha puesto como ejemplo el caso de Jonatan García y Laura Amaro, dos enfermeros con plaza en la comarca que hasta ahora dependían del tren para realizar un trayecto de apenas media hora. Desde este lunes, Jonatan volverá a cubrir en coche los más de cien kilómetros entre Zamora y su destino, con un tiempo de viaje cercano a la hora y media. "Lo peor será la vuelta, después de una guardia de 24 horas", reconoce, en referencia a los tramos de la carretera junto a la Sierra de la Culebra, sin arcén y con presencia habitual de fauna salvaje.

Agravio comparativo

Laura Amaro, destinada en Robleda y actualmente de baja maternal, asegura que cada día eran entre quince y veinte las personas que utilizaban el tren para trabajar en Sanabria y regresar a Zamora. "Nos duele que lo quiten de golpe, y más aún por el agravio comparativo con quienes viajan de Madrid a Orense o Vigo", lamenta. Madre de dos hijos pequeños, Amaro sopesa ahora pedir un destino más cercano a la capital. "Ya no hay ningún incentivo para seguir", afirma.

Ambos profesionales insisten en que estaban satisfechos con su trabajo en Sanabria, a pesar de haber recibido ofertas para trasladarse a otros lugares más accesibles. El tren había supuesto, según explican, un alivio para poder compaginar su vida familiar y laboral, y había contribuido a que la comarca no perdiera profesionales. La supresión del AVE matinal –y de una combinación razonable para el regreso– compromete ahora esa estabilidad.

Agravamiento de la despoblación

La preocupación va más allá del personal sanitario. Según el Colegio de Enfermería, también se han visto afectados profesores, empleados bancarios y vecinos que utilizaban el tren para acudir a consultas médicas en Zamora o Madrid. "Es un derecho que les están quitando", ha denunciado Amaro. Desde la organización colegial, se advierte de que la pérdida de esta conexión ferroviaria puede agravar la despoblación y la merma de servicios en una de las zonas más vulnerables del oeste peninsular.

Renfe y el Ministerio de Transportes han defendido la reestructuración de horarios con el argumento de que beneficia al 97 % de los viajeros, permite reducir tiempos entre Madrid y Galicia, y aumenta un 35 % las plazas disponibles en la estación de Sanabria. Alegan que se trata de una medida pensada para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del servicio.

Sin embargo, las reacciones institucionales en Castilla y León han sido duras. El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, ha exigido la dimisión del presidente de Renfe, y las Cortes autonómicas aprobaron una iniciativa en la que reclaman la recuperación inmediata de las paradas eliminadas en Sanabria, Medina del Campo y Segovia. La propuesta fue respaldada por todos los grupos excepto el PSOE, que votó en contra.

Protestas políticas y ciudadanas: "Si no para, no pasa"

El conflicto ha trascendido al ámbito judicial: la Unión del Pueblo Leonés y colectivos ciudadanos han presentado una denuncia por presunta prevaricación contra los responsables de Renfe, Adif y el Ministerio, así como contra el alcalde de Vigo, por considerar que los nuevos horarios responden a intereses territoriales concretos en detrimento de otras zonas.

A las críticas institucionales se suman las protestas ciudadanas. Bajo el lema "¡Si no para, no pasa!", entre 3.000 y 5.000 personas se manifestaron recientemente en Puebla de Sanabria. La Diputación ha convocado un paro simbólico de cinco minutos para el próximo 17 de junio y prepara una manifestación en Madrid después del verano.

Mientras tanto, profesionales como Jonatan García y Laura Amaro, que durante años contribuyeron a sostener servicios esenciales en una comarca envejecida y dispersa, se enfrentan ahora a un dilema personal: quedarse, a costa de asumir viajes largos y arriesgados, o marcharse. "Esto no solo nos afecta a nosotros. También a quienes viven allí y ya no tienen cómo ir a una consulta médica en Zamora o Madrid", recuerda Laura.