Después de la votación que ha dado la presidencia del Congreso de los Diputados a la socialista Francina Armengol por mayoría absoluta gracias al voto favorable de Junts, Carles Puigdemont ha confirmado a través de Twitter que la transacción definitiva que ha facilitado el acuerdo con su partido ha sido la solicitud por parte del Gobierno del uso de las lenguas cooficiales en las instituciones europeas. Además, el líder independentista ha querido aclarar que esta negociación se circunscribe exclusivamente a la Mesa del Congreso: "la investidura está exactamente donde estaba al día siguiente de las elecciones", ha subrayado, demostrando de paso una vez más que está al frente de las negociaciones.

"El Reino de España, que en estos momentos preside el Consejo de la UE, ha solicitado a esta institución la incorporación del catalán, el euskera y el gallego en el listado de lenguas oficiales que constan en el reglamento 1/58. Es un hecho, no una promesa, que nunca había querido darse", ha escrito Puigdemont en este nuevo comunicado. "El calendario también está claro; el 19 de septiembre", fecha de la reunión del Consejo en la que se debatirá la propuesta. "Todos los precedentes de modificación de este reglamento se han aprobado por unanimidad", ha constatado Puigdemont. "Pedro Sánchez dijo ayer que 'España se hace escuchar en Europa'. Ahora que es el presidente del Consejo de la UE y que es justamente esta institución la que tiene la competencia para modificar el reglamento", ha insistido, "tiene una magnífica ocasión de demostrarlo".

El líder independentista prófugo de la Justicia española ha reiterado los términos planteados por Junts para esta negociación –este acuerdo "no iba de cargos a la mesa ni de presidencias de comisiones, que es lo que habitualmente figura en este tipo de acuerdos"– antes de insistir en que la desconfianza personal y política hacia el presidente del Gobierno en funciones no se ha disipado, y que cualquier acuerdo relativo a la investidura implicará "hechos comprobables" como el que ha desbloqueado la negociación de la mesa. "No nos van a mover promesas o voluntades políticas sin garantías de cumplimiento de quien no nos genera ninguna confianza. No sé si esa distancia se acortará o no. Pero si llegan acuerdos futuros, será porque llevan incorporado su cumplimiento de forma comprobable. Cómo ha sido el caso". Por ello, "la investidura", ha concluido Puigdemont, "está exactamente donde estaba al día siguiente de las elecciones".