Oriol Junqueras viaja esta semana a Irlanda del Norte para reunirse con le líder histórico del Sinn Fein, Gerry Adams. El objetivo, según Esquerra, es "compartir experiencias en resolución de conflictos políticos". Y el eje de las conversaciones será el Acuerdo de Viernes Santo, un modelo que el independentismo catalán ha empezado a señalar como espejo en el marco de las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez. El motivo: el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de Irlanda del Norte.

Junqueras vuela este lunes a Irlanda, donde durante los próximos días se entrevistará con la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, el portavoz de Exteriores del partido, Matt Carthy, y el alcalde de Blefast, Ryan Murphy. Pero el plato fuerte será la entrevista que el presidente de ERC mantendrá el jueves con Adams, padre de los Acuerdos de Viernes Santo.

El ex líder del IRA fue uno de los protagonistas de ese acuerdo histórico, que permitió firmar la paz entre unionistas y separatistas norirlandeses, tras 30 años de conflicto violento. Los independentistas

Mediador internacional

El entorno de Carles Puigdemont ya ha señalado esos acuerdos, que fijan un referendum de autodeterminación concurrente, en el Norte y el Sur de forma paralela, como la vía para una eventual segregación de Irlanda del Norte de Gran Bretaña y unirse así a la República de Irlanda. Para el líder de Junts, estos pactos tienen además otro elemento clave: la participación de Estados Unidos, con la implicación personal del ex presidente Bill Clinton en las negociaciones.

Uno de los elementos exigidos por Puigdemont para cerrar el acuerdo de investidura con el PSOE es la elección de un "mediador o verificador" internacional, que en un primer momento garantice el cumplimiento del pacto para la amnistía al independentismo. Una figura que los independentistas querrían mantener después como árbitro de una eventual negociación para la celebración de un referéndum de independencia, a imagen de los sucedido en Irlanda del Norte.

Reconocimiento de la autodeterminación

El acuerdo firmado el 10 de abril de 1998 bajo arbitrio de Estados Unidos reconoce la legitimidad de "cualquier elección" que libremente hagan los ciudadanos de Irlanda del Norte, sea la de seguir manteniendo la unión con el Reino Unido o la de integrarse en una Irlanda unida y soberana. Al tiempo que señala que la voluntad de los ciudadanos de Irlanda del Norte es seguir pertenenciendo a Gran Bretaña. Es decir, salvaba la integridad del estado al tiempo que abría la puerta a un futuro referéndum si cambia la mayoría social en Irlanda del Norte, a favor de su anexión al sur.

El punto 1.2 especifica que "corresponde únicamente a los habitantes de la isla de Irlanda, mediante acuerdo entre las dos partes respectivamente y sin impedimentos externos, ejercer su derecho a la autodeterminación en virtud del consentimiento, libre y simultáneamente concedido, en el Norte y el Sur, para proceder a la creación de una Irlanda unida, y aceptando el hecho de que tal derecho debe lograrse y ejercerse con el acuerdo y el consentimiento de la mayoría de los ciudadanos de Irlanda del Norte".