Acordada la amnistía, ahora sí, la siguiente meta volante para Carles Puigdemont no es otra que las elecciones europeas del 9 de junio, aunque el Gobierno presione por fijar una estación intermedia en los Presupuestos. El líder moral de Junts ha dejado claro a su partido que quiere encabezar la candidatura de Junts en los comicios europeos y revalidar su escaño en el Parlamento de Estrasburgo. En Junts especulan además con un pronto regreso que permita a Puigdemont encabezar la candidatura del partido a las próximas elecciones autonómicas.

Jordi Turull ha verbalizado en varias ocasiones que "sin duda, sería el mejor candidato posible" para el partido. Pero en privado desde Junts reconocen que no será tan fácil hacer realidad ese deseo. En primer lugar, porque la aplicación de la Ley de amnistía, una vez aprobada, será especialmente compleja en el caso de los huidos con causas pendientes del 1-O e implicados en la instrucción de Tsunami Democràtic. Es decir, Puigdemont y la republicana Marta Rovira.

Pero al margen del proceso judicial, Puigdemont mantiene reservas sobre el tiempo y forma en que debe producirse ese esperado regreso. Para empezar, porque es "un retorno político" insisten desde su partido. Es decir, en el momento en que regrese debe ser dando toda la significación a ese regreso, exhibido como una victoria sobre la Justicia y lo que durante los últimos seis años ha denunciado como un "Estado represor".

Retorno político

Sin ese discurso, Puigdemont está convencido de que se pondrá en riesgo su "patrimonio político", una idea que comparten sus colaboradores. De hecho, el acuerdo de amnistía con el PSOE ya le ha generado duras críticas -nunca vistas hasta ahora- entre los sectores más radicales del independentismo. Desde ex colaboradores muy próximos como el ex vicepresidente del Parlament, Josep Costa, o su compañera en el Parlamento Europeo, Clara Ponsatí. A sus numerosos seguidores en redes, muchos de los cuales no dudaban en tacharlo de traidor, este jueves, por su defensa de la amnistía.

Un estado de ánimo entre una parte de su electorado que obligará a Puigdemont a echar toda la carne en el asador de cara a las elecciones europeas, en las que difícilmente repetirá el excepcional resultado de 2019. Entonces la candidatura liderada por Puigdemont rozó el millón de votos -987.149 sufragios- y consiguió tres eurodiputados, ganando los comicios en Cataluña. En las últimas generales, Junts fue quinta fuerza en esta comunidad, por detrás de PSC, Sumar, PP y Esquerra.

De ahí que el líder moral de Junts se apresurara a echar el freno este jueves tras la aprobación del dictamen de la Ley de amnistía en el Congreso. Y después de que el portavoz de JxCat en el Senado, Josep Lluís Cleries, se precipitara un día antes aventurando en la sesión de control que el PSOE contaría con el apoyo de los independentistas para los Presupuestos Generales de 2024. Las negociaciones, "pieza a pieza" advirtió el ex president, dejando claro que la negociación de las cuentas no va a ser tan rápida e indolora como sueñan los socialistas.

Elecciones autonómicas

Las europeas serán el primer test de estrés de Puigdemont tras el pacto de la amnistía a cambio de la investidura de Pedro Sánchez. Una campaña en la que jugará también la reacción del poder judicial a la amnistía. En el caso de Puigdemont, la batalla se jugará en el Tribunal Supremo después de que el alto tribunal haya aceptado investigarlo -junto a Ruben Wagensberg- por la causa de Tsunami.

Pero el Supremo solo podrá invitarlo a declarar de forma voluntaria, como ya hizo sin éxito en su día el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Porque en la recta final de la legislatura europea es más que improbable que el Supremo llegue a contar con un suplicatorio aprobado por el pleno del Parlamento Europeo antes del 9 de junio, fecha de las elecciones.

Si Puigdemont supera con éxito esa prueba, y se demuestra que ha conseguido imponer el relato de líder y conseguidor de la amnistía para el conjunto del independentismo, la presión de su partido para que encabece la candidatura a las autonómicas se multiplicará.