La Guardia Civil ha iniciado una investigación tras el descubrimiento de restos óseos presumiblemente humanos en un paraje natural de Isla Mayor (Sevilla), ubicado en una zona de regadío vinculada al río Guadalquivir. 

PUBLICIDAD

El hallazgo, realizado por un vecino de la Comunidad de Regantes el pasado domingo, incluye un fémur y una pelvis que, según análisis forenses preliminares, pertenecerían a un varón de complexión robusta. 

Los huesos fueron localizados en un canal de regulación hídrica con compuertas, aunque se desconoce si fueron depositados intencionalmente o arrastrados por la corriente.

Los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para confirmar su origen humano mediante pruebas de ADN, un paso crucial para cotejar la información con casos activos de desaparición. 

La Unidad Orgánica de Policía Judicial y los forenses trabajan conjuntamente para determinar las circunstancias del deceso, incluida la data aproximada de la muerte y la posible existencia de lesiones traumáticas. 

La ausencia de más partes del esqueleto complica la investigación, ya que limita la capacidad de establecer causas definitivas, ya sean naturales, accidentales o violentas.

El contexto geográfico añade complejidad al caso. Isla Mayor, municipio de 5.785 habitantes, se sitúa en las marismas del Guadalquivir, una zona históricamente vinculada al cultivo de arroz y, en décadas recientes, a la proliferación del cangrejo rojo. 

Sin embargo, en los últimos años, la región ha experimentado un incremento de actividades ilícitas, como el narcotráfico, según denuncias del alcalde Juan Molero por la escasa presencia policial. 

Aunque no hay indicios que relacionen directamente este hallazgo con la delincuencia organizada, la ubicación del canal —utilizado ocasionalmente como ruta de transporte— suscita interrogantes.

La investigación, coordinada por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, prioriza la identificación del individuo mediante bases de datos nacionales de desaparecidos. 

Mientras tanto, autoridades locales y forenses enfatizan la necesidad de paciencia, ya que procesos similares suelen prolongarse durante meses o años sin garantías de resolución. 

Este caso reabre debates sobre la vigilancia en entornos rurales y la gestión de riesgos en áreas fluviales estratégicas.

PUBLICIDAD