"No a la OTAN", "No a los presupuestos de guerra" o "Israel asesina, Europa patrocina". Con estos lemas, unos 3.000 manifestantes –según datos de la Delegación del Gobierno– recorrieron este sábado el centro de Madrid en protesta por el rearme europeo y el posible aumento del gasto militar español hasta el 5% del PIB, en línea con las exigencias de la próxima cumbre de la OTAN en La Haya, prevista para finales de junio.

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Pese a la baja convocatoria, la protesta ha servido como escenario para evidenciar el creciente malestar de los partidos situados a la izquierda del PSOE dentro del Ejecutivo. Izquierda Unida, Sumar y Podemos coincidieron en la calle, pero marcaron diferencias en el tono y en sus advertencias al Gobierno.

"Para Izquierda Unida es muy difícil, por no decir imposible, permanecer en un Gobierno que entre en esa deriva brutal de rearme", advirtió Enrique Santiago, portavoz de IU en el Congreso, al tiempo que denunciaba la "locura sin sentido" de fortalecer "los intereses de un Gobierno desnortado como el de Estados Unidos". La posición de IU es clara: si se consuma el compromiso del 5%, su continuidad en el Ejecutivo quedaría en entredicho.

Izquierda Unida, Sumar y Podemos coincidieron en la calle, pero marcaron diferencias en el tono y en sus advertencias al Gobierno

Desde Sumar, su coordinador general, Carlos Martín trató de rebajar el dramatismo, aunque insistió en que "no necesitamos gastar más en armas" y defendió una "autonomía estratégica europea" basada en la integración de ejércitos y la ruptura con el modelo militar estadounidense. El partido de Yolanda Díaz asegura que el Gobierno no dará ese paso, pero no ha aclarado cuál sería su respuesta si finalmente se produce.

Podemos, contra el Gobierno

Podemos, sin representación ya en el Consejo de Ministros, fue más allá en sus críticas. La eurodiputada y exministra Irene Montero acusó directamente al Gobierno de "complicidad criminal" con el "genocidio en Gaza" por mantener relaciones armamentísticas con Israel. "Hoy volvemos a ser insumisas, esta vez contra la guerra, el rearme y la complicidad de este Gobierno", afirmó ante los medios, acusando al Ejecutivo de ejecutar recortes sociales –"mil millones menos en Educación, 25% menos en el Plan Corresponsables"– a cambio de cumplir sin rechistar los mandatos de Washington.

El acto, convocado por la Asamblea de Madrid contra el Rearme y la Militarización –una plataforma integrada por un centenar de colectivos– transcurrió en ambiente festivo, con batucadas y pancartas que conectaban el gasto militar con los recortes sociales. El sacerdote Javier Baeza, párroco del centro pastoral San Carlos Borromeo de Entrevías y referente en la atención a colectivos vulnerables, leyó un manifiesto que resumía el sentir general: "Esta senda belicista no va a traer ninguna buena consecuencia".

División ante una decisión inminente

La manifestación concluyó sin incidentes y con demandas políticas claras: la derogación de la ley mordaza, un embargo inmediato de armas a Israel y el rechazo explícito a cualquier incremento del gasto militar. Pero el foco no estuvo tanto en la protesta como en la fotografía que ofreció: una izquierda fragmentada ante una decisión que se negociará en apenas dos semanas.

Por ahora, ni Sumar ni IU han fijado líneas rojas claras. Pero sus palabras apuntan a una tensión que podría reabrir la crisis de identidad de una coalición que se dice pacifista mientras aumenta el presupuesto de Defensa. El tiempo –y la cumbre de la OTAN– dirán si es solo un gesto o el preludio de una ruptura.

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