Lejos de aplacarse, la tensión sigue asegurada para los próximos días entre Compromís y Sumar. Después de evitar la ruptura total este lunes, en una reunión de la Comisión Ejecutiva, los nacionalistas valencianos salieron del encuentro con varias exigencias, entre las que está la revisión del pacto de coalición alcanzado con los socios para las generales de 2023, así como la reclamación de una "autonomía total" en el Congreso de los Diputados. En ello, incidió la portavoz de Compromís en la Cámara, y adjunta de Sumar, Àgueda Micó, en una comparecencia previa a la Junta de Portavoces de este martes. A la espera de que Sumar mueva ficha, deja "todos los escenarios abiertos".

Micó reclamó libertad de voto dentro del propio Grupo, capacidad de preguntar e interpelar al Gobierno en las sesiones de control y plena autonomía para negociar directamente con el Ejecutivo y otros grupos asuntos que afecten a la Comunidad Valenciana. Son los requisitos básicos para mantener el "encaje" de Compromís dentro de Sumar en el Congreso y para que el grupo "sea realmente plurinacional y confederal". Hasta la fecha, afirmó, el funcionamiento interno "no ha sido satisfactorio", por lo que esperan que su propuesta sea bien recibida. En ningún caso, cabe destacar, está en riesgo la mayoría de legislatura de Pedro Sánchez en el Congreso.

Como respuesta a Micó, la portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez, confió también este mismo martes a la capacidad del grupo a llegar a un consenso que agrade a todas las formaciones, pero respaldó, en contraste de Compromís, el funcionamiento que se ha venido dando dentro del grupo. También la capacidad de llegar a acuerdos por mayoría. Las exigencias de Compromís requerirían una reforma del Reglamento del grupo plurinacional, con todo.

Ante esas demandas de "autonomía absoluta", fuentes del grupo parlamentario se muestran prudentes. Como la portavoz, señalan que todo viene funcionando de forma correcta y adelantan que el descontento de Compromís puede atribuirse a un problema de visibilidad más que de condiciones políticas. "Es una cuestión más humana" que parlamentaria, creen. Al avalar la dinámica interna del grupo, se aleja en parte la capacidad de aceptar la totalidad de reclamaciones que le hacen al resto de partidos los nacionalistas valencianos.

Hay un respaldo total a esa dinámica de grupo. Se comenta desde Sumar que en ocasiones hay quien se queda solo defendiendo una cuestión, pero ante la mayoría "entiende que no se puede ir en contra". Y el deseo es que siga dominando esa lógica, que ante cualquier escenario, todo se consense internamente; que pase por la dirección del grupo parlamentario. Ante las reclamaciones de Compromís, desde Sumar se señala a que todo deberá ser consensuado en la dirección. En ella, Sumar tiene mayoría con Yolanda Díaz como presidenta, el secretario general Txema Guijarro y la portavoz Martínez Barbero, a los que se añade un representante del resto de grupos. Abrir la autonomía a uno, implicaría la posibilidad de hacerlo con otros.

Según ha podido saber El Independiente, este martes en el Congreso hubo un primer contacto entre la coordinadora de Sumar, Lara Hernández, y la portavoz, junto a Micó y el otro diputado de Compromís, Alberto Ibáñez. Se desconocen los detalles tratados. Fuentes magentas, sin embargo, sí han comunicado que a lo largo de la semana pasada ha habido distintos ofrecimientos a Compromís y que estaban a la espera de conocer "por escrito", más allá lo comentado por Micó en abierto, las condiciones exactas que piden los valencianos. Una vez se presenten, se quieren estudiar y ver la capacidad de recorrido que tienen. Este miércoles hay, además, reunión de la dirección del grupo.

Sumar cree que la discordia interna tiene más que ver con un descontento por la falta de visibilidad

Adelantan desde el grupo parlamentario que, pese a las reclamaciones, ya ha habido un proceso de cambio respecto a lo que se fijó en un primer momento en el reglamento que coordina la acción de grupo. Insisten en que se ha avanzado en cuanto a "flexibilidad" y que ocasionalmente se ha permitido libertad de voto a los diputados para cuestiones concretas. En materia internacional, por ejemplo, se dio libertad a ciertos diputados. Agustín Santos Maraver votó en contra de romper relaciones diplomáticas con Israel, algo que no pasó inadvertido y generó malestar interno. Igualmente, se menciona que ya se da de por sí negociaciones bilaterales con el Gobierno, porque es habitual que los diputados tengan contactos con los ministros en distintas materias. Sobre todo, en lo que afecta a sus comunidades.

Eso se da de forma puntual, por el propio devenir de la actividad, pero los magentas se abren a la posibilidad de reformar el reglamento para ajustarlo a una realidad que ya se da. La reforma en sí del reglamento, en ese sentido, sería "lo de menos" para fuentes del grupo consultadas. Precisamente porque desde hace tiempo "ya se va más allá de lo que estipula". "Hay cosas que han evolucionado mucho y no lo hemos cambiado" en el reglamento. El deseo es solventarlo todo cuanto antes y cerrar la crisis esta semana, a ser posible.

No llamar a Sánchez a la comisión de la DANA, el detonante

El descontento de Compromís se atribuye al "veto" de Sumar y el resto de socios del Grupo a la llamada a comparecer en la comisión de investigación de la DANA al presidente del Gobierno y a algunos ministros. Lo que reclamaban los valencianos. Compromís exige estos cambios para acabar con las "imposiciones". Pese a todo, desde Sumar se justifica esa no inclusión de Sánchez por el deseo de centrar todos los esfuerzos, en un primer momento, en la fiscalización de la gestión de Carlos Mazón y el Govern de la Generalitat del desastre climático. Una vez se consiga, los magentas se abren a la posibilidad de ampliar el cerco a miembros del Gobierno.

Fuentes del Grupo insisten en la necesidad de "no desviarse" y centrarse en evaluar la gestión valenciana. Y recalcan que "nunca se cerró la posibilidad de ampliar la lista de comparecientes" pero que en esa primera omisión hubo mayoría en el grupo que así lo decidió. Compromís, tras la reunión del lunes, mantiene ese deseo de llamar a Sánchez y a algunos ministros.

El "veto" para no convocar a Sánchez, durante la semana pasada, dividió a los dos principales partidos de Compromís. Dentro de esa propia coalición, Mès, mayoritaria, está capitaneada por Baldoví o la propia Micó, apostaban por una salida sin paliativos hacia el Grupo Mixto. Iniciativa, la plataforma de Mónica Oltra, de la que Alberto Ibáñez, el otro diputado de Compromís, es miembro, preferían continuar a favor de alcanzar consensos de izquierda.

La alternativa del Mixto, ¿idónea para Compromís?

Tras el punto intermedio de Mès e Iniciativa, Bloc i País (BiP), la corriente soberanista del Mès, insistía este martes que Compromís debe abandonar Sumar sin condiciones. Asegura que "invisibiliza" su voz y no atiende a los intereses valencianos. Consideran que los intereses de Sumar son en muchos puntos distintos a los valencianos y que fuera, en el Grupo Mixto, Compromís sería clave porque podría negociar directamente con el Gobierno cada votación. "Podemos ejercer mucha más presión fuera de Sumar que dentro. Ni Mès ni Compromís pueden continuar formando parte de un espacio que no respeta su autonomía", trasladaron desde el BiP en un comunicado.

El ala soberanista de Compromís exige salir al Mixto para poder presionar más desde fuera al Gobierno

La idea de salir y seguir la estela de Podemos dentro del Mixto gusta a una parte de Compromís. Sin embargo, en Sumar creen que realmente no les interesa. Ven el grupo plurinacional como más idóneo para poder elevar sus intereses. Pero, especialmente, por el contacto directo que hay con el Gobierno, al pertenecer a él. Fuentes del grupo creen que lo que subyace, además de la falta de visibilidad, es un deseo de potencia el perfil nacionalista, siguiendo la estela del BNG o de EH Bildu.