El primer fin de semana de julio acoge dos citas políticas trascendentales, esto es, el 21 congreso nacional del primer partido de la oposición y una reunión del comité federal socialista. Pero PP y PSOE han llegado a esas citas en condiciones muy diferentes. Porque si bien Alberto Núñez Feijóo ha convocado cónclave a modo de relanzamiento del partido, puesta al día e impulso, y, ya de paso, acabar con la anomalía de ocho años sin debatir internamente ni un solo papel, Pedro Sánchez lo hace acosado por los casos de corrupción y sin secretario de Organización tras el cese de Santos Cerdán por su implicación en la presunta trama corrupta del 'caso Koldo'.

Por ejemplo, para cuando se celebre el comité federal del PSOE Cerdán ya habrá declarado ante el Tribunal Supremo -lo hará el lunes de la próxima semana- y nada impide que de aquí al día 5 surjan nuevos audios y revelaciones. Además, el juez Peinado ha elevado al Supremo la petición de imputación al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, por el caso que sigue contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez. Y ante este panorama, en el PP se ha llegado al acuerdo tácito de "no hacer ruido", de dejar lo que podrían haber sido las grandes cuestiones conflictivas del congreso nacional, esto es, el debate sobre primarias o la política de alianzas, en un segundo plano.

"Nadie está por la labor de montar el pollo cuando el que se desangra es el PSOE"

"Nadie está por la labor de montar el pollo cuando el que se desangra es el PSOE", dice un barón territorial, quien vaticina una cita sin sobresaltos en contraste con la socialista. De hecho, los más díscolos han decidido no jugar ese papel durante el cónclave independientemente de que pueda saltar en algún momento la chispa, que no parece. Desde una de las federaciones más potentes y defensora de la elección directa de líderes, esto es, Madrid, restan importancia al debate que pueda suscitarse en torno al método de elección de sus líderes "con la que está cayendo" en el Gobierno y en el partido que lo sustenta. Lo del PP "es una cuestión interna que no forma parte del debate político", aseveran.

Parece que en este tema Génova ha hecho también la parte que le toca. Porque aunque desde el equipo que asumió la redacción de la ponencia de Estatutos aseguran que su propuesta de "primarias representativas", adelantada por El Independiente, no fue objeto de negociación con Madrid, otras fuentes consultadas se felicitan de unas "gestiones que han fructificado". Por eso desde la organización territorial madrileña dijeron aquello de que les gustaba el "espíritu" de la propuesta aunque analizarían si el modelo cumple su objetivo final de "un militante, un voto".

"Receptivos" a las enmiendas

No son los únicos que entienden que este sistema puede tener distorsiones, y es más que previsible que se enmiende, pero la voluntad de los ponentes -los presidentes autonómicos Fernando López Miras y María Guardiola; la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el portavoz del PP en el ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera- están "receptivos" a los matices que puedan proponer los enmendantes siempre y cuando no sea volver a la doble vuelta o al sistema anterior que dejaba todo el poder de decisión a los compromisarios.

El debate de las enmiendas que lleguen vivas a la cita congresual y no se hayan asumido en el texto inicial serán debatidas el sábado 5 de julio primero en sus respectivas comisiones y, de superar este trámite, en el pleno ante los 3.500 compromisarios. Pero ese mismo día todo el foco informativo estará puesto "en la crisis del PSOE y en el alcance de la remodelación que Pedro Sánchez haga de su equipo", señalan en Génova.

La crisis del PSOE desdibuja el cónclave de los populares

Tiene su parte buena, en la medida en que quita presión mediática a Génova, pero desdibuja el cónclave de los populares habida cuenta de la intención de convertirlo en un punto de inflexión hacia la presidencia del Gobierno. Así lo expresó el propio Feijóo cuando señaló ante los suyos que "mientras Sánchez alarga el final, nosotros abrimos un principio. Él estira un ciclo agotado y nosotros estrenaremos un nuevo tiempo. Él se aferra al poder, nosotros nos preparamos para servir. Él es el pasado, nosotros el futuro".

Porque también el sábado será el día en que Alberto Núñez Feijóo dará a conocer su nuevo comité ejecutivo nacional, y aunque muchas fuentes consultadas creen que no acometerá grandes cambios, siempre se pueden sacar lecturas en clave política. De momento hay muchas especulaciones y pocas certezas. Entre estas últimas está la salida de Esteban González Pons, eurodiputado y portavoz de los populares españoles en Estrasburgo. Es muy probable que su macro vicesecretaría (con competencias en justicia, defensa, interior, relaciones internacionales e institucionales) se divida.

El auge de Ester Muñoz

Ya pocos dudan del ascenso de la leonesa diputada Ester Muñoz, actual vicesecretaria de Educación y Sanidad de la actual ejecutiva popular, a la que muchos llegan a situar en la portavocía del Congreso de los Diputados, en sustitución del gallego Miguel Tellado, quien, lejos de desaparecer del organigrama, pasaría a otra responsabilidad. Pero los populares admiten que al margen de señales muy evidentes -Génova difundió el lunes unas imágenes de Feijóo junto a Muñoz en primera línea entrando a la reunión del comité de dirección- el resto son meras especulaciones pues solo el líder del PP y su círculo más estrecho, y hermético, está en el secreto.

Lo cierto es que, según ha podido testar este medio, hay bastante satisfacción con la labor de Tellado entre sus compañeros de Grupo Parlamentario. Lejos de entrar como un caballo en una cacharrería cuando fue nombrado, "da juego a los diputados y ha encajado bien", dicen de él. Acaso la principal crítica hacia su persona sea una objeción 'colegiada' por formar parte del 'grupo de gallegos' que Feijóo se trajo de su tierra y conforman su guardia de coprs. Esa ha sido, precisamente, una de las quejas más reiteradas de algunos sectores del partido, la falta de permeabilidad de dicho grupo que esperan que su jefe de filas corrija a partir el primer fin de semana de julio.