El líder del PP y ganador de las elecciones del 23-J desembarcó en Génova hace poco más de un año. Y con él lo hizo su equipo de colaboradores más estrecho, entre ellos personas que llevan a su lado incluso desde antes de llegar a la presidencia de la Xunta, allá por el año 2009. Hasta ahí todo normal. La lógica es rodearse de personas de la mayor confianza especialmente cuando se afronta un nuevo reto. Pero desde la periferia del partido creen que Alberto Núñez Feijóo "tiene que abrir un poco su núcleo más cercano", opina un destacado barón autonómico.

Desde otro punto del territorio destacan que ese grupo galaico "ha administrado varias mayorías absolutas, lo que es muy meritorio, parando en su momento las opciones de Ciudadanos y de Vox en Galicia, pero la realidad de la política nacional es otra y había que entrar a competir con Vox", subrayan en conversación con El Independiente.

No es la primera vez que se mira con cierta suspicacia a ese primer círculo de confianza existente en torno al líder popular formado por su directora de Gabinete, Marta Varela; la coordinadora de Proyección e Imagen, Mar Sánchez; el director de Coordinación Parlamentaria Álvaro Pérez; el responsable de contenidos del PP, Marcos Gómez, y el director de Comunicación de Génova, Luis de la Matta. Pero la realidad es que se trata de un equipo bastante permeable, abierto a aportaciones "externas".

Rodríguez, Arenas, Martínez Castro...

Cuando aterrizaron en Madrid "no dudaron en pedirnos consejo", evoca un miembro del equipo de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, y, de hecho, su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, asesoró en la preparación del 'cara a cara' con Pedro Sánchez, aconsejando a Feijóo por una estrategia a la ofensiva en lugar de a la defensiva, tomando así la delantera al hoy jefe del Ejecutivo en funciones.

Pero no sólo, porque en el equipo de Feijóo también hablaron, entre otros, con el actual senador Javier Arenas, -quien tuvo un papel fundamental en los debates de José María Aznar con Felipe González- o con Carmen Martínez Castro, ex secretaria de Estado de Comunicación con Mariano Rajoy, conocedora de los entresijos de los debates a dos que enfrentaron a su jefe con José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez. Todo un récord.

Lo cierto es que el de los gallegos se trata de un grupo "muy engrasado, muy eficaz, pero se necesita un equipo más plural" para afrontar los restos futuros, señala un barón nada crítico con Feijóo. Otro gallego al que no hay que perder de vista es al vicesecretario de Organización del partido, Miguel Tellado, mano ejecutora esta campaña de la elaboración de las listas. Fiel al jefe, pero acaso un paso atrás con respecto a los que conforman el gabinete de Feijóo.

El segundo grupo es el de los andaluces

El otro grupo fuerte, ya en el segundo círculo, está dominado por dos andaluces, el coordinador general Elías Bendodo, y el vicesecretario de Economía, Juan Bravo. Aterrizaron en Génova como parte del "cupo" del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, uno de los principales valedores del presidente del PP y de los primeros en dejar claro que el liderazgo nacional del partido no se toca a pesar de haberse incumplido las expectativas del 23-J.

A partir de ahí no hay un criterio territorial a la hora de elegir al resto de organigrama popular, aunque concurran, por ejemplo, dos castellanomanchegas como Carmen Fúnez y Carmen Navarro. En todo caso, los distintos medios consultados no hablan tanto de cambios en la ejecutiva del partido como abrir el gabinete a más asesores que trabajen en el día a día del partido.

A pesar del cierre de filas en torno al líder del PP, no han faltado las críticas por la estrategia electoral de la segunda semana de campaña. Porque aunque hay quien pone el acento en el modelo de relaciones con Vox, como ha hecho, por ejemplo, Esperanza Aguirre, el 'cara a cara' entre Feijóo y Sánchez encumbró al candidato popular a pesar de sus pactos territoriales con el partido de Santiago Abascal. Pero en cuanto la última semana de campaña comenzó a torcerse, todo les pasó factura: las pensiones, las fotos con Marcial Dorado, el debate a tres y hasta el lumbago. Finalmente, también, los pactos con Vox como elemento movilizador de la izquierda.

Negociación con Vox para la investidura

Y lejos de poder tomar un respiro, quedan por delante meses de incertidumbre que bien se pueden concretar en un renovado frankenstein, con la colaboración del partido de Carles Puigdemont, o en una repetición electoral. Hasta que se llegue o no a ese punto, Feijóo -cuyo último acto en agenda fue la ofrenda al Apóstol Santiago el pasado martes 25- intentará conseguir votos para una investidura, la suya. Esta semana tiene previsto ponerse en contacto formalmente con Abascal para recabar el apoyo de sus 33 escaños, pero no cabe duda que el líder de Vox pondrá un precio muy alto a una operación con pocos visos de prosperar.