La jueza de la Audiencia Nacional, María Tardón, envió a prisión al ex secretario de Estado de Seguridad con el PP, Francisco Martínez, en base a un error de interpretación de una causa anterior de José Luis Huertas, el hacker más conocido como Alcasec.

Martínez fue detenido el pasado 27 de mayo dentro de la operación Borraska de la Policía Nacional. Se investiga si el ciberdelincuente consiguió datos privados de manera ilícita para montar un servidor o plataforma y ponerlos a la venta posteriormente. Martínez habría jugado un rol relacionado con la infraestructura societaria, presuntamente.

En el auto de prisión, la jueza envió a la cárcel al ex número 2 de Interior en la época de Fernández Díaz por riesgo de destrucción de pruebas. Cita en su escrito una situación que se dio en 2022, cuando Martínez era abogado de Huertas y este fue detenido por supuestamente hacerse con nóminas de funcionarios de Granada y la Comunidad de Madrid.

"Francisco Martínez habría participado en actuaciones de obstrucción procesal, asesorando en tal sentido a la madre de José Luis Huertas en actuaciones orientadas a la destrucción de pruebas relevantes", se lee en el auto de prisión.

El 29 de amrzo de 2022, Alcasec fue detenido en Granada. Se le acusó de pertenencia a organización criminal, daños informáticos, intrusión informática, estafa y blanqueo de capitales. Tras prestar declaración ante la Policía, dio su consentimiento para que entrasen a registrar su domicilio, situado en Madrid.

El atestado policial, consultado por El Independiente, señala que en ese momento, Martínez, como su abogado, llamó a su madre para indicarle que su hijo iba a "quedar detenido" esa noche y que "probablemente se realice un registro por la Policía en el domicilio familiar". Es decir, el expolítico estaba transmitiendo una información que había sido consentida por su cliente.

Acto seguido, la mujer decidió, "de forma impulsiva", retirar del domicilio "todos los dispositivos informáticos de su hijo, con el fin de evitar que se metiera en más líos". El domicilio ya había sido registrado dos veces con anterioridad. Es decir, que la jueza de la Audiencia Nacional, ahora en 2025, confundió esa llamada dentro de las labores de un abogado con un intento de destruir pruebas, y en base a ello mandó a Martínez a prisión a finales del pasado mayo.

Relación con Alcasec

La relación entre Martínez y Alcasec se remonta a 2021, cuando empezó a formar parte de su defensa. Al hacker le investigaban desde dos años antes, y en febrero el Juzgado de Menores 6 de Madrid acordó su internamiento en régimen cerrado con la prohibición acceder a Internet por cualquier vía. En mayo, con el ex número dos de Interior ya dirigiendo su defensa, consiguió un régimen semiabierto.

Martínez, desde entonces, ha intentado reinsertar a Huertas en la sociedad. Por ejemplo, guiando sus conocimientos en aras de hacer el bien. Por eso, habló con un amigo suyo ex guardia civil, Ángel Avilés, para que hiciese prácticas en su empresa, SmartHC. El objetivo fue exponerle con claridad los riesgos asociados al uso delictivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Empezó en junio de 2021.

Pero también ha mirado por su salud. Ya en 2022, el abogado habló con un médico psiquiatra para que Alcasec participase en una terapia de grupo encaminada a tratar el diagnóstico de baja tolerancia a la frustración y baja autoestima, que le hacen vulnerable a las adicciones a conductas que proporcionen estímulos intensos y que, en este caso, se han traducido en un "uso patológico de las nuevas tecnologías", según el entorno de Martínez.